Los 16 pasajeros y los dos tripulantes que viajaban en Aerocon desde Beni hacia Riberalta estaban vivos después del impacto de la aeronave contra la pista de aterrizaje. Todos se echaron de menos, pero minutos después cundió el pánico, cuando las alas de la aeronave CP-2754 comenzaba a consumirse por las llamas y el humo asfixiaba a los ocupantes. Una niña gritaba y otras voces se apagaban. Los heridos eran como antorchas humanas que salían por las ventanas de la nave solos y con la ayuda de los curiosos.
Este es el relato recogido de cuatro de los diez supervivientes que se encuentran internados en la clínica Incor de la capital cruceña. Ellos cuestionan el hecho de que el aeropuerto de Riberalta no cuente con los equipos de auxilio para atender casos de emergencia.
La versión de las víctimas. De los seis pasajeros heridos que llegaron desde Riberalta hasta la clínica Incor, hasta ayer tres de ellos se encontraban en terapia intensiva y tres permanecen en sala. Se trata de Jorge Morant Cruz, Lesley Pérez, Zenón Pérez Ramos, Luis Alberto Suárez, Jenny Gutiérrez y Yaquelín Ruiz Suárez.
Wilfredo Bustos, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de la clínica Incor, explicó que el piloto Kevin Roca Alpire, quien padecía complicaciones abdominales ya respira normalmente y su mantiene su ritmo cardíaco. "Se le ha quitado la respiración mecánica, respira normal, su presión arterial es buena y funcionan todos sus signos vitales", explicó el médico. En el caso de la copiloto Cecilia Tapia, dijo que ella ha evolucionado favorablemente, está consciente y será dada de alta en las siguientes 48 horas. El especialista explicó que el pasajero Zenón Pérez, también ingresó a terapia intensiva con quemaduras en el 18% de su cuerpo, entre la espalda y los glúteos. Yenny Gutiérrez y Lesley Pérez, ambas con el diagnóstico de neumonitis química o respiración de humo, fueron dadas de alta y actualmente se encuentran en piso. "Por el momento no hay riesgo de vida de ninguna persona internada", dijo Alpire, al señalar que en los próximos días serán dados de alta.
Testimonios de la tragedia
Lesley Pérez
"Recuerdo que había mucha lluvia, teníamos que regresar a Guayará. El primer impacto que se sintió al parecer fue el de una ala y después del avión se fue como resbalando sobre la pista de aterrizaje. Todos quedamos cabeza abajo y gritábamos. Recuerdo que la niña que falleció gritaba. Todos estábamos vivos, nadie murió en el impacto. Todos estábamos vivos. Fue el humo que empezó a salir y ya después todos se callaron".
Jorge Ernesto Morant
Unos 20 minutos antes de arribar a Riberalta en una de las turbinas se escuchó unas explosiones, pero como el piloto no dijo nada todos nos quedamos tranquilos. Cuando arribamos al aeropuerto no se veía nada por la lluvia. Cuando me percaté, estábamos a unos cuatro metros de la pista de aterrizaje y de un momento a otro se avión se volcó. Todos gritábamos, el uno llamaba al otro y estábamos vivos. Las personas que murieron calcinadas fue en tierra por falta de auxilio.
Luis Alberto Suárez
"Yo pienso que si hubiéramos tenido un carro bombero no hubiera habido muertos. Solo había fuego en el ala; donde estábamos nosotros había humo, entonces hubo tiempo suficiente para que se apagara el fuego y logren sacar a la gente. Los accidentes no pueden evitarse, pero se pueden tomar medidas para atenderlos. Vimos gente ahogarse con el humo, la vimos consumirse con el fuego. Tenía medio cuerpo afuera del avión y el otro medio cuerpo se me estaba quemando.
Jacqueline Ruiz
Recuerdo que escuchaba los sonidos del motor que sonaba feo, yo estaba con mis compañeros de trabajo. En eso uno ellos me dice, "estamos cayendo", y nos caímos. Me imagino que habrá sido falla del motor porque sonaba algo mal, diferente al sonido del principio cuando alzamos vuelo. Cuando caímos, la gente entró en pánico porque queríamos salir y no podíamos por el humo y el fuego. Fue un momento de terror que nunca olvidaré".
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