Estudio: La aeronave Legacy 600 de la brasileña Embraer, la Gulfstream 250 de compañía estadounidense y la Bombardier Challenger 300 canadiense compiten con el Falcon 900 EX Easy de fabricación francesa.
Los Tiempos.- El nuevo avión del presidente Evo Morales, el Falcon 900 EX Easy francés que arribó el viernes al aeropuerto de El Alto, no era la única alternativa ni en el factor técnico ni en el tecnológico y mucho menos en el económico.
Existen al menos tres alternativas de naves ejecutivas que le hacen frente: el Legacy 600 de la compañía brasileña Embraer, el Gulfstream 250 de fabricación estadounidense y el Bombardier Challenger 300 de industria canadiense.
El Falcon costó al Estado 38,7 millones de dólares, gasto defendido por el Gobierno al indicar que se trata de una “herramienta de trabajo” para el Mandatario.
El Legacy 600, de la Empresa Brasileira de Aeronáutica (Embraer), es un avión ejecutivo de seis metros, más grande que el Falcon 900 EX Easy. Mide 26,3 metros, frente a los 20,2 de la aeronave francesa. Su precio está entre 28 y 30 millones de dólares y si se adelanta el 50 por ciento cuesta 28 millones de dólares.
La cantidad de pasajeros sentados en sillones de cuero mullidos y reclinables es de 12 en el Falcon y de 13 en el Legacy. Hay que aclarar que esta capacidad puede ser ampliada en los dos aviones. Al igual que el Falcon, tiene una garantía de diez años con diez mil horas de vuelo. Alcanza una altura máxima de 41.000 pies (13.670 m).
Embraer, además, es una empresa reconocida con 40 años de experiencia en proyectos, fabricación, comercialización y postventas de aviones que actualmente operan en 88 países. Otra ventaja del Legacy es que para su mantenimiento sólo tendría que ir hasta Brasil, no más lejos. Esta nave fue elegida por el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
La estadounidense Gulfstream y el Challenger canadiense son incluso más baratos que la nave de Embraer. El primero es un avión de tamaño medio que vale unos 24 millones de dólares. Consta de nuevas mejoras técnicas, como el diseño de sus alas y los motores Honeywell que permiten el acceso incluso a los aeropuertos más difíciles del mundo.
Su cabina es la más grande y cómoda y tiene amplias ventanas. La parte habitable es muy lujosa, con cuero en los asientos, maderas nobles, moquetas de alta calidad y otras comodidades. A pesar de su tamaño, 19 metros, puede volar de Madrid a Nueva York en siete horas y llevar a 12 pasajeros en asientos reclinables, 19 si se incluyen sillones más modestos.
El Challenger 300 de la canadiense Bombardier es un jet privado de los supermedianos, capaz de realizar travesías transcontinentales y cuesta unos 19,21 millones de dólares. Tiene una eslora de 20,93 metros, está diseñado con un espacio amplio y cómodo que lleva a entre ocho y nueve pasajeros, número que puede aumentar a 16 si se cambian los asientos como en los casos anteriores.
El Challenger 300 tiene un alcance de 3.100 millas náuticas y es propulsado por dos motores Honeywell HTF 7000.
El viernes, en la presentación del Falcon francés, el ministro de la Presidencia, Óscar Coca, directo responsable de la compra, afirmó que el aparato es “muy seguro y que básicamente opera con tres motores que funcionan simultáneamente con un empuje de 5.000 libras, un sistema hidráulico independiente, seis ruedas, un sistema eléctrico con tres generadores, baterías de seguridad por 73 minutos de vuelo, protección contra lluvia y hielo.
Tiene elevación a una altura de 45.000 y 51.000 pies, a una velocidad crucero de 1.100 kilómetros por hora al nivel del mar, consumo de combustible de 2.245 libras/hora (1.020 kg) y una capacidad de 14 a 19 pasajeros”. La autoridad también destacó las condiciones de garantía de la nueva máquina cuando explicó que ésta tiene una vigencia de diez años o diez mil horas de vuelo.
Mencionó que “tiene una capacidad de diez horas de vuelo sin necesidad de tener que aterrizar en algún aeropuerto intermedio para llenar combustible”. Se hizo especial énfasis en el costo operativo cuando aclaró que éste es de “1.800 dólares la hora y no de 6.000 dólares como habría mencionado alguna prensa”.
Observan falta de licitación
La compra del Falcon 900 EX Easy se hizo a través de la emisión del Decreto Supremo 466 que autoriza al Ministerio de la Presidencia esta transacción por la que se adelantó 7,7 millones de dólares. Esto es cuestionado por parlamentarios de oposición, como Adriana Gil, quien es parte de la Comisión de Defensa y Fuerzas Armadas de la Cámara de Diputados.
“Debió haberse hecho una licitación primeramente y debió haberse visto los mejores precios. Invitar públicamente a una licitación hubiera permitido que se presenten varias ofertas, pero no, se hizo por compra directa a través de un decreto, es una compra excesiva para uno de los países más pobres de América Latina”.
El especialista en defensa Samuel Montaño afirma que “el Falcon francés es uno de los orgullos de la industria aérea de Europa, que incorpora lo último en tecnología de navegación, un magnífico avión… pero muy caro para la economía de un país como Bolivia”.
Montaño recuerda que “los funcionarios del Gobierno se limitaron sólo a hacer ociosas comparaciones del avión Falcon con el viejo Sabre Liner, como si fuéramos unos verdaderos tontos para no darnos cuenta de lo absurdo y ridículo que era el comparar un avión moderno con otro ya viejo y desgastado; por el contrario, muy apresurados, qué extraño, concretaron el pago de un adelanto por el avión francés… Es imposible creer que la hora de vuelo del Falcon sea de 1.800 dólares, todos los reportes de Europa coinciden en que es de 5.000 a 6.000 dólares”.
La presentación en El Alto
El viernes, el presidente Evo Morales inauguró el nuevo avión gubernamental Falcon 900 EX Easy de fabricación francesa.
En El Alto, pilotos de la Fuerza Aérea recibieron sigilosamente la aeronave en un hangar de la institución castrense.
En la cola del avión se lucen los colores de la wiphala y la bandera nacional, y la leyenda “Estado Plurinacional de Bolivia”.
Centenares de personas se hicieron presentes en la pista del Grupo Aéreo de Caza para apreciar la nueva aeronave oficial.