La nueva aeronave presidencial llegará hoy al país y, según aseguró ayer el vicepresidente Álvaro García Linera, podrá ser empleada de inmediato.
El analista en temas militares Samuel Montaño dijo que ese monto asegura exclusivamente el combustible, que es una mezcla de jet fuel y querosén, los aceites que se aplican en las partes móviles de la nave y la recarga de las baterías, pero no otros rubros que también deben considerarse.
El experto dijo que este costo es elevado en relación con el Sabreliner, que actualmente es utilizado por el Presidente para sus desplazamientos aéreos, pues el costo del minuto de vuelo de esta antigua nave varía de entre 25 y 26 dólares.
El Gobierno optó por comprar esa nave francesa, después de los anuncios hechos tanto por el presidente Evo Morales como por el ex ministro de Defensa Walker San Miguel de que se adquiriría un Antonov ruso, cuyo costo de vuelo por minuto varía de entre 100 y 116 dólares.
El diputado Marcelo Elio, presidente de la Comisión de Planificación de la Cámara Baja, aseguró que este avión permitirá un ahorro de entre el 20 y el 30 por ciento con respecto al Sabreliner, que pese a su antigüedad, se mantendrá en operaciones y no pudo precisar las condiciones que ofrecería la unidad ofrecida por Rusia.
El Dassault tiene un registro de vuelo de entre 4.000 y 4.500 millas náuticas que equivalen a 7.400 y 8.300 kilómetros, respectivamente, capacidad que decrece casi al 70 por ciento en caso de que lleve a 17 ocupantes, según Montaño.
Con ocho o 12 ocupantes, el Antonov puede volar sin escalas a lo largo de 7.000 kilómetros, según un informe de la empresa Ilyshin, que produce estas aeronaves a un precio de 30 millones de dólares, en tanto que el avión galo costó 38,7 millones de dólares.
El Dassault está equipado con radar, vidrios antiniebla y podrá volar en condiciones meteorológicas extremas.
En su interior contará con un espacio destinado para que el Mandatario trabaje, un pequeño sanitario y asientos reclinables y giratorios, telefonía y un equipo de computación.
La tripulación será compuesta por dos de los cinco oficiales que recibieron capacitación en la fábrica francesa, junto con diez técnicos, que serán responsables de su mantenimiento.
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