Al año de haberse anunciado la intención de nacionalizar la administración de la concesión de los aeropuertos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, el Gobierno aún evalúa el proceso, mientras que Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (SABSA) y la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares para la Navegación Aérea (AASANA) discrepan sobre las inversiones ejecutadas.
Un informe de mayo de 2008 de AASANA señala la existencia de un “retraso en las inversiones” del concesionario definidas en el Plan Maestro correspondientes a 2007 y 2008. Sin embargo, SABSA aseguró que tiene un 79 por ciento de ejecución de todos los proyectos 2006-2010.
La empresa, como parte de la compañía Airport Group lnternational (A.G.I.), firmó con el Estado, el 28 de febrero de 1997, un contrato de concesión de tres aeropuertos: El Alto (antes denominado John F. Kennedy), Jorge Wilstermann, de Cochabamba, y Viru Viru, de Santa Cruz.
La adjudicación fue a través de una licitación internacional para administrar, operar, mantener y ejecutar la explotación económica y expansión de los servicios de aeropuerto.
El director Técnico de AASANA, Fernando Azuga, dijo que una primera evaluación permitió hallar una paralización en las inversiones de SABSA en esta gestión, pero que hasta los primeros días de septiembre se conocerá con mayor precisión el avance del Plan Maestro después de un examen que realizan conjuntamente con el Viceministerio de Transportes.
Esta estrategia es un conjunto de proyectos de inversión que debía realizar el concesionario en los aeropuertos bajo su administración a partir de su aprobación en diciembre de 2005.
El viceministro de Transportes, José Kinn, aseguró que la compañía hizo inversiones en infraestructura, pero no en los aspectos operativos (por ejemplo señalización de las pistas), porque “esa parte no está clara en el contrato con SABSA y resulta muy difícil exigirle”.
Es decir, hizo ampliaciones de ambientes y espacios para el transporte, carga y pasajeros, pero no en la operación aérea porque el contrato no le exigía.
De acuerdo con el informe elaborado por AASANA, a petición de su Directorio, en la parte de conclusiones establece: “Se determina que el avance físico y financiero de los proyectos programados en los planes maestros para su ejecución durante los años 2006 y 2007 se encuentran severa y notablemente retrasados”.
Fuentes del sector aeronáutico informaron a La Prensa que este año SABSA paralizó su inversión ante el anuncio de nacionalización que hizo el Gobierno.
Otras fuentes del área explicaron que como en el contrato de concesión de SABSA no se precisa cuánto debe invertir, en qué, ni en qué tiempo, es muy difícil determinar si cumplió o no. Para ello se elaboró el Plan Maestro en 2005.
SABSA argumentaba que todavía no había el número de pasajeros suficiente para instalar equipos o realizar ampliaciones.
Según la carta enviada por SABSA el 28 de noviembre de 2008 a AASANA, la concesionaria niega totalmente cualquier retraso con el argumento de que en los planes maestros se mencionan “ciertas inversiones, cuyos montos y cronogramas son indicativos, generales y meramente referenciales” sujetos a la demanda de los servicios.
El gerente de SABSA El Alto, Eduardo Canelas, explicó a La Prensa que “se puede hacer una proyección del crecimiento de los pasajeros para una determinada fecha, pero si ese pronóstico no se ha cumplido, entonces se recorren los proyectos hasta que se genere la demanda”.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA-Bolivia), en una carta pública del 14 de agosto, sostiene que SABSA desconoce el crecimiento de pasajeros a 1,2 millones (cifras de AASANA).
De acuerdo con datos de la concesionaria, en total se tienen 2,7 millones de pasajeros. El crecimiento promedio en 2008 fue de 7 por ciento y hasta julio de 2009, de 3 por ciento.
Canelas apuntó que el mayor aumento se dio en el transporte interno, por eso se privilegió la inversión en la sala nacional, que data de 2004.
El análisis de AASANA observa la falta de ampliación de los edificios terminales de los tres aeropuertos, requerimiento que data de 2003. En El Alto se refiere a la pista 10/28 que debió ser intervenida en el pavimento.
El vicepresidente Ejecutivo Regional de La Paz de AeroSur, Óscar Vargas, dijo que la inversión urgente debería ser “más en lo que se refiere a la pista de aterrizaje, a los temas operativos para las aeronaves, las radioayudas, los faros de control”.
Explicó que, por ejemplo, “en la pista de aterrizaje de Cochabamba hay un problema, hay una loma que entorpece el aterrizaje de las naves”; también el aeropuerto de La Paz “tiene una acumulación de la goma de los aviones que han aterrizado durante muchos años que requiere una limpieza exhaustiva”.
SABSA justificó en una carta remitida a AASANA el 21 de agosto de este año que se debe dar una solución estructural a este problema, pero que, de acuerdo con un estudio, esta pista no tendrá problemas hasta 2011. Esto significa que hasta entonces no necesitará la intervención urgente. Entre septiembre y diciembre de este año se elaborará el estudio a diseño final con una inversión de 1,3 millones de bolivianos. Según AASANA, la obra debió ejecutarse entre 2007 y 2008 con 4,5 millones de dólares.
Otra observación de la entidad estatal es la expansión de la terminal internacional de El Alto, que tiene un retraso de dos años porque debió ejecutarse en 2007 con una inversión de 1,1 millones de dólares, pero la conclusión de obras se extendió a 2008.
Canelas explicó que este proyecto se ampliará en inversión y capacidad puesto que la sala será para vuelos nacionales e internacionales con una inversión de cuatro millones de dólares. El proyecto fue aprobado por AASANA.
La obra empezaría el próximo año, pero no tiene cronograma y aún se debe remitir el proyecto a la Autoridad de Fiscalización en Transporte y Telecomunicaciones (ATT).
Además, Canelas destacó que “tenemos ahora pendiente un tema con el Gobierno, que es el tarifario”. Se trata de un incremento bianual que se debe hacer a las tarifas y que no se efectúa desde 2005.
El ejecutivo anunció que en este mes se inaugurarán las obras de las terrazas y salas norte y sur en Viru Viru, que también fueron observadas por AASANAa. En cambio en Cochabamba no hay inversión a corto plazo.
Adelantó que se readecuará el Plan Maestro con otro quinquenal para 2010-2014, que requerirá una inversión de 25 millones de dólares. Respecto de la nacionalización, Kinn informó que “no hay plazos”, pero “en algún momento se va a tener que recuperar”. Tomar esta decisión “depende del enfoque que le demos a los intereses del país”.
Este proceso fue anunciado el año pasado y forma parte de la política gubernamental de darle al Estado un mayor protagonismo en la economía.
Aerolíneas y SABSA disputan el cobro de un royalty por uso del SAT
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA-Bolivia) denunció como un “cobro injusto e irracional que beneficia al concesionario” de los aeropuertos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz el royalty (regalía), que es un monto que las empresas de aviación pagan a Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (SABSA) por el uso de los servicios aéreos en tierra (SAT).
El gerente de SABSA El Alto, Eduardo Canelas, informó que el concepto de la regalía existe desde que la firma asumió la concesión y explicó que este monto corresponde a un pago por el uso de un espacio que administran como empresa y que es una práctica internacional autorizada por la ex Superintendencia de Transportes con un tarifario.
La Resolución Administrativa 026/98 , del 16 de diciembre de 2008, aprueba un régimen tarifario aeroportuario. El anexo 2 fija para el cobro de SABSA, para vuelos internacionales, el costo del royalty: cuando una empresa se da el servicio a sí misma es de 100 dólares y cuando la da a otra línea aérea sube a 180 dólares. La tarifa nacional es de 10 y 36 dólares, respectivamente. Sin embargo, la norma debió ser revisada después de un año de la concesión de SABSA, que data de 1997.
Mediante una carta pública dirigida al Ministro de Obras Públicas Servicios y Vivienda, ALA-Bolivia le pide que confirme la decisión ya tomada en las resoluciones 0420/2008 y 00081/2009 ante el recurso jerárquico de revocatoria que presentó la concesionaria.
Estas resoluciones emitidas por la ex Superintendencia de Transportes cambian el concepto del monto a un pago por la utitlidad que pierde SABSA cuando no da el servicio, que corresponde a un poco más del 11 por ciento.
El vicepresidente de AeroSur, Óscar Vargas, aseguró que “estos servicios, en cualquier lugar del mundo, la compañía concesionaria del aeropuerto los ofrece. En este caso, SABSA no tiene los servicio de carros de agua potable, la cinta de equipaje, la barra de tiro; como no los tenía, las aerolíneas invirtieron y ahora les cobran por el uso”.
Empresas difieren sobre emisión de facturas
La Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares para la Navegación Aérea (AASANA) y Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (SABSA) discrepan también sobre la emisión de facturas.
La entidad estatal informó que inició un proceso en contra de SABSA porque durante diez años emitió facturas a nombre de la concesionaria por concepto de los recursos que le corresponden como parte del contrato de administración de los aeropuertos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
El gerente de SABSA El Alto, Eduardo Canelas, explicó que desde julio de 2007 AASANA dejó de emitir facturas, aunque durante diez años lo hizo, pero desmintió que exista un proceso contra la firma.
Dijo que se debe entender que es la entidad del Estado la que debe a SABSA, lo cual obligará a la empresa a presentar la denuncia ante el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).
Explicó que se trata de un pago “por arrendamiento o usufructuo”, aunque el acuerdo contractual “no lo dice expresamente”. Sin embargo, establece un cobro por contraprestación “y la legislación dice que todo lo que es prestación emite factura”.
AASANA y SABSA participan en el contrato de concesión firmado con el Estado. La primera recibe el 20,8 por ciento de los ingresos totales que se generan en tres aeropuertos del eje del país.
En el Análisis de la Situación y Diagnóstico del Contrato de la Concesión de Aeropuertos, AASANA indica que por emitir estas notas fiscales tiene una pérdida de 5,3 millones de dólares por el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y alega que es un cobro sin argumento porque no consta en las cláusulas del contrato. El pago fue suspendido tras un informe emitido por el Ministerio de Economía y Finanzas. Los tres aeropuertos son los de mayor uso en el país.