Diariamente, entre cinco y siete vuelos nocturnos de avionetas parten del Chaco hacia la República Argentina. Esas naves presumiblemente transportan paquetes de cocaína, según informó ayer a La Prensa un jefe antidrogas.
Pobladores de la región del sudeste boliviano son testigos de las operaciones clandestinas de estas naves.
El mismo oficial afirmó que tales avionetas, que presume que son robadas, se guían mediante un sistema de ubicación global (GPS por su sigla en inglés) y luz infrarroja para aterrizar en pistas clandestinas sin ser detectadas por fuerzas de seguridad.
El rotativo bonaerense Clarín, en su edición electrónica del domingo 27, informó que los policías antidrogas del vecino país deben esperar durante horas el paso de las aeronaves. Se tienden en el piso bajo camuflaje para no ser identificados y no pueden dar señales de su presencia, tales como encender cigarrillos.
Óscar Nina, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), informó que en los últimos seis meses los efectivos a su cargo han destruido alrededor de diez pistas clandestinas donde operan las avionetas.
La autoridad reconoció que Bolivia es un país de tránsito de los narcotraficantes paraguayos, quienes llevan marihuana a Argentina por este medio aéreo.
Nina dio cuenta de que la FELCN ha firmado un convenio con la Policía argentina para realizar un trabajo coordinado tanto en interdicción como en control terrestre en la frontera binacional.
“No puedo adelantar más, pero hay estos vuelos nocturnos para evadir el control terrestre que las fuerzas antidrogas de Bolivia y Argentina realizan a diario en la frontera”.
Nina dijo que para contrarrestar este ilícito es preciso equipar a la FELCN con aviones interceptores y radares, de los que actualmente carece.
Esta modalidad es aplicada por los traficantes para burlar controles policiales de lucha contra narcotráfico, pues se optimizaron las labores de interdicción y control en tierra.
“Debido a que tenemos cubierto el control en carreteras y puntos fronterizos, los narcotraficantes han desarrollado la técnica de realizar vuelos rasantes y lanzar cocaína en sectores predeterminados mediante coordenadas en el vecino país”.
La autoridad recordó que Bolivia es productora de pasta base de cocaína “de exportación”, que se purifica en megalaboratorios, aunque 14 de ellos fueron destruidos por la FELCN este año.
Justicia pide radarizar frontera
El juez federal de la provincia de Salta, República Argentina, Julio Bavio, solicitó al Gobierno de su país que instale radares entre las provincias de Salta, Tucumán y Santiago del Estero, región a la que llegan vuelos ilegales procedentes de Bolivia para arrojar desde el aire paquetes de droga que son recogidos por traficantes locales.
A tiempo de formular el pedido, el magistrado sostuvo que “ya pasa más cocaína por los vuelos clandestinos que por tierra”. Hasta el momento, las fuerzas antidrogas argentinas se incautaron de unos 800 kilogramos del alcaloide que habían sido lanzados desde el aire a la puna.
Las fuerzas de seguridad de la provincia de Salta dicen que no pueden combatir este problema porque no tienen la misma tecnología de punta con la que cuentan los traficantes, por lo que la Corte Suprema se hizo eco del pedido y exigió radares para frenar dichos vuelos clandestinos.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, envió una carta al ministro de Justicia, Julio Alak, en la que le exigió “medidas urgentes” para “radarizar” la frontera norte.
Bolivia y Argentina suscribieron un convenio binacional para frenar el tráfico ilícito de drogas en la región fronteriza que permitirá el empleo de agentes encubiertos y entregas vigiladas.
Pobladores de la región del sudeste boliviano son testigos de las operaciones clandestinas de estas naves.
El mismo oficial afirmó que tales avionetas, que presume que son robadas, se guían mediante un sistema de ubicación global (GPS por su sigla en inglés) y luz infrarroja para aterrizar en pistas clandestinas sin ser detectadas por fuerzas de seguridad.
El rotativo bonaerense Clarín, en su edición electrónica del domingo 27, informó que los policías antidrogas del vecino país deben esperar durante horas el paso de las aeronaves. Se tienden en el piso bajo camuflaje para no ser identificados y no pueden dar señales de su presencia, tales como encender cigarrillos.
Óscar Nina, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), informó que en los últimos seis meses los efectivos a su cargo han destruido alrededor de diez pistas clandestinas donde operan las avionetas.
La autoridad reconoció que Bolivia es un país de tránsito de los narcotraficantes paraguayos, quienes llevan marihuana a Argentina por este medio aéreo.
Nina dio cuenta de que la FELCN ha firmado un convenio con la Policía argentina para realizar un trabajo coordinado tanto en interdicción como en control terrestre en la frontera binacional.
“No puedo adelantar más, pero hay estos vuelos nocturnos para evadir el control terrestre que las fuerzas antidrogas de Bolivia y Argentina realizan a diario en la frontera”.
Nina dijo que para contrarrestar este ilícito es preciso equipar a la FELCN con aviones interceptores y radares, de los que actualmente carece.
Esta modalidad es aplicada por los traficantes para burlar controles policiales de lucha contra narcotráfico, pues se optimizaron las labores de interdicción y control en tierra.
“Debido a que tenemos cubierto el control en carreteras y puntos fronterizos, los narcotraficantes han desarrollado la técnica de realizar vuelos rasantes y lanzar cocaína en sectores predeterminados mediante coordenadas en el vecino país”.
La autoridad recordó que Bolivia es productora de pasta base de cocaína “de exportación”, que se purifica en megalaboratorios, aunque 14 de ellos fueron destruidos por la FELCN este año.
Justicia pide radarizar frontera
El juez federal de la provincia de Salta, República Argentina, Julio Bavio, solicitó al Gobierno de su país que instale radares entre las provincias de Salta, Tucumán y Santiago del Estero, región a la que llegan vuelos ilegales procedentes de Bolivia para arrojar desde el aire paquetes de droga que son recogidos por traficantes locales.
A tiempo de formular el pedido, el magistrado sostuvo que “ya pasa más cocaína por los vuelos clandestinos que por tierra”. Hasta el momento, las fuerzas antidrogas argentinas se incautaron de unos 800 kilogramos del alcaloide que habían sido lanzados desde el aire a la puna.
Las fuerzas de seguridad de la provincia de Salta dicen que no pueden combatir este problema porque no tienen la misma tecnología de punta con la que cuentan los traficantes, por lo que la Corte Suprema se hizo eco del pedido y exigió radares para frenar dichos vuelos clandestinos.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, envió una carta al ministro de Justicia, Julio Alak, en la que le exigió “medidas urgentes” para “radarizar” la frontera norte.
Bolivia y Argentina suscribieron un convenio binacional para frenar el tráfico ilícito de drogas en la región fronteriza que permitirá el empleo de agentes encubiertos y entregas vigiladas.
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