México / Agencias.- El boliviano José Marc Flores Pereira, quien secuestró el miércoles un avión de Aeroméxico y amenazó con detonar una bomba que resultó ser falsa, fue trasladado ayer al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente de la ciudad de México, donde se prevé que afrontará un proceso por los cargos de privación de libertad (secuestro), sabotaje y ataque a vías de comunicación.
El vocero de la Procuraduría General de la República (PGR) mexicana, Ricardo Nájera, informó, según el diario La Crónica de Hoy, sobre el traslado de Flores a ese centro penitenciario, así como los delitos de los que se le acusa.
Luego de que fuera detenido, el boliviano permaneció en la subdelegación Zona Centro de la PGR en el Distrito Federal, conocida como Camarones, donde el Ministerio Público Federal le tomó su declaración. Nájera indicó que el secuestrador quedó a disposición del Juez de Procesos Penales Federales en turno, quien determinará su situación jurídica en las próximas horas.
Sin embargo, aseguró que no podrá obtener su libertad mediante el pago de una fianza, en virtud de que los delitos por los que se le acusa son considerados graves.
“La PGR está convencida de que el señor Flores Pereira incurrió en los delitos mencionados y en consecuencia debe ser procesado y, en su momento, condenado; son delitos graves, su situación es difícil y no va a salir bajo fianza, de esto estamos seguros”.
El jueves, fuentes de la Procuraduría anticiparon que sería acusado por terrorismo, pero ese delito no fue ratificado ayer.
Durante su traslado a la cárcel, el boliviano, identificado como pastor evangélico que canta y predica, no abandonó su sonrisa pese a que estuvo rodeado de policías encapuchados y fuertemente armados.
En un contacto con una cadena televisiva, aseguró que no pretendió dañar a nadie con su acción, pero dijo que si nacería de nuevo, lo volvería a hacer.
Si bien la Fiscalía dispuso su traslado a la penitenciaria Oriente, ubicado en Iztapalapa, al llegar al lugar el ingreso le fue denegado, por lo que los vehículos y los agentes de la Policía Federal Preventiva, que lo escoltaban, permanecieron por algún tiempo fuera de ese reclusorio.
Las autoridades de ese penal, por orden del secretario de Gobierno, José Ángel Dávila, no autorizaron el ingreso de Flores por su condición migratoria, pues tiene visa de turista FM-3, y por su peligrosidad.
Sin embargo, el Gobierno del Distrito Federal cambió su opinión y recibió al secuestrador, luego de que se hicieran gestiones al más alto nivel.
Flores retuvo el miércoles el vuelo 576 de Aeroméxico, que transportaba a 104 pasajeros y siete tripulantes, a quienes amenazó con hacer explotar la aeronave con una supuesta bomba que en
realidad eran tres latas de jugo de frutas que contenían arena.
El hombre justificó su acción porque, dijo, estuvo motivado por una “revelación divina” sobre un terremoto que sacudiría como nunca a México y que debía comunicárselo al presidente de ese país, Felipe Calderón.
Radica en México desde hace 17 años y dice que ayuda a la gente a salir de las drogas y el alcoholismo que él mismo aseguró haber padecido y lo llevó a salir de Santa Cruz (Bolivia), donde incluso estuvo recluido.
Análisis
Nájera explicó que antes del traslado de ese ciudadano boliviano a la penitenciaría se le practicó la prueba física de integridad y se determinó que está apto. Precisó que el resto de los estudios se
efectuarán dentro del proceso y que el Fiscal de la Federación estará atento al desarrollo de éste.
Entre los estudios pendientes está un análisis médico y toxicológico para determinar su estado mental y si estuvo o no bajo influjo de drogas.
Luego de que la aeronave aterrizara sin inconvenientes en el aeropuerto del Distrito Federal, Flores fue reducido sin que fuera necesario hacer un solo disparo.
El capitán Carlos Corzo, el piloto que negoció con él, dijo que cuando aún permanecían 26 pasajeros y la tripulación en el avión, el boliviano activó en cuenta regresiva un cronómetro que marcaba 2,39 minutos, uno de los momentos más decisivos del plagio. En ese momento pensó que todo había acabado.
El predicador no se arrepiente
El boliviano José Marc Flores Pereira (44), pastor de una iglesia evangélica en el sureño estado de Oaxaca (México), aseguró que no se arrepiente de haber secuestrado el vuelo 576 de Aeroméxico, procedente de Cancún y cuyo destino era el Distrito Federal, el miércoles, e incluso advirtió que si volviera a nacer, lo volvería a hacer.
Antes de que fuera ingresado en el Reclusorio Preventivo Oriente, donde permanecerá en tanto afronta un proceso, mandó un mensaje a su familia diciéndole que no se preocupe, que todo está bien y bajo control.
“Dios bendiga a todas las autoridades mexicanas, a los militares, al presidente (Felipe Calderón) y al Gobernador; quiero anunciar que viene un cataclismo tremendo”. Luego aseguró: “Cristo vive y volverá, como México no hay dos; oren por Bolivia, Colombia y por México”.
El hombre también pidió que no se responsabilice a las autoridades del aeropuerto de Cancún por la falsa bomba que usó para amenazar a la tripulación de la aeronave, porque la acción la hubiera realizado en cualquier otro lugar.
“Si Dios no me hubiera dado la sabiduría, nunca lo hubiera hecho, nunca fue mi intención hacer daño, vine a hacerle un favor a México”.
En declaraciones a la estación por cable Milenio Televisión, aseguró estar “contento” de haber mantenido como rehenes a 104 pasajeros del Boeing 737. El predicador expuso que Dios le reveló en un sueño que un negro sería presidente de Estados Unidos, que el cantante norteamericano Michael Jackson sería asesinado y que cuando cumpliera 47 años habría un “gran terremoto” en México.
Evangélicos se deslindan de Flores
La Comunidad Evangélica de Progreso se deslindó ayer de “todo vínculo, evento o actividad” realizado en ese puerto por el pastor boliviano José Marc Flores Pereira, quien en años anteriores ofreció multitudinarios recitales de evangelización en esa ciudad.
El presidente del organismo, Pedro Luna Estrada, manifestó, según el diario Yucatán.com.mx, que si Flores realizó conciertos en Progreso, lo hizo sin el aval de la Comunidad Evangélica y de manera “no oficial”. Además, aseguró que nunca hubiera aprobado su presentación porque a todas luces se ve que no está en sus cabales.
La comunidad evangélica informó que está integrada por varias iglesias, entre las que se encuentran las presbiterianas, cristianas y bautistas. “Todas las actividades que se organizan en Progreso se efectúan de forma coordinada y en nuestro caso no recuerdo que se haya realizado algún recital de esta persona”.
Luna puso en duda que el boliviano secuestrador sea un pastor de verdad “de los tantos que se desempeñan sin el aval de los organismos religiosos”. Flores Pereira, también conocido como Josmar, grabó varios videos con sus prédicas y recitales.
Refuerzan controles en vuelos
Mientras la Policía Federal mexicana establecía un operativo de revisión especial de equipajes en los vuelos internacionales del aeropuerto Benito Juárez de la ciudad de México, Aeropuertos del Sureste de México (Asur), la empresa encargada de la seguridad de la terminal aérea de Cancún, rechazó que sus medidas fueran vulneradas.
Según el diario El Universal, los policías federales también hacen un análisis de las fallas en dicho aeropuerto, donde el boliviano José Marc Flores Pereira abordó una nave de Aeroméxico con un equipaje de mano en el que llevaba un artefacto cuyos componentes (cinta adhesiva, tierra, cables) están prohibidos en los vuelos.
El secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, explicó que se reconstruirá, con datos de la terminal aérea de Cancún, la “ruta de ingreso” de la maleta que llevaba el secuestrador del vuelo 576 para establecer dónde ocurrió la falla de detección.
El director Comercial de Asur, Manuel Gutiérrez Solá, dijo que el aeropuerto opera con equipo de la más alta tecnología, cuya inversión fue de 20 millones de dólares, por lo que negó que los dispositivos para detectar artículos peligrosos fallaran.
Los detalles
El pastor y cantante boliviano secuestró una nave de Aeroméxico el miércoles.
Con esa acción pretendía llamar la atención del presidente Felipe Calderón.
Dijo que debía avisarle de la revelación de que un terremoto grave sacudirá a ese país.
Flores Pereira vive hace 17 años en México, está casado con Elsa Vergara y tiene tres hijos.
Durante el secuestro repartió entre la tripulación CD y DV con sus prédicas y piezas.
Su madre, María Pereira, confía en que la justicia divina evitará que su hijo sea sentenciado.
La aeronave, un Boeing 737 de Aeroméxico, transportaba 104 pasajeros y siete tripulantes.
Aterrizó en la terminal aérea mexicana a las 13.49, hora mexicana, 14.39, en Bolivia.
Ese vuelo procedía de Cancún. Los pasajeros no se enteraron de lo sucedido en el vuelo.
El vocero de la Procuraduría General de la República (PGR) mexicana, Ricardo Nájera, informó, según el diario La Crónica de Hoy, sobre el traslado de Flores a ese centro penitenciario, así como los delitos de los que se le acusa.
Luego de que fuera detenido, el boliviano permaneció en la subdelegación Zona Centro de la PGR en el Distrito Federal, conocida como Camarones, donde el Ministerio Público Federal le tomó su declaración. Nájera indicó que el secuestrador quedó a disposición del Juez de Procesos Penales Federales en turno, quien determinará su situación jurídica en las próximas horas.
Sin embargo, aseguró que no podrá obtener su libertad mediante el pago de una fianza, en virtud de que los delitos por los que se le acusa son considerados graves.
“La PGR está convencida de que el señor Flores Pereira incurrió en los delitos mencionados y en consecuencia debe ser procesado y, en su momento, condenado; son delitos graves, su situación es difícil y no va a salir bajo fianza, de esto estamos seguros”.
El jueves, fuentes de la Procuraduría anticiparon que sería acusado por terrorismo, pero ese delito no fue ratificado ayer.
Durante su traslado a la cárcel, el boliviano, identificado como pastor evangélico que canta y predica, no abandonó su sonrisa pese a que estuvo rodeado de policías encapuchados y fuertemente armados.
En un contacto con una cadena televisiva, aseguró que no pretendió dañar a nadie con su acción, pero dijo que si nacería de nuevo, lo volvería a hacer.
Si bien la Fiscalía dispuso su traslado a la penitenciaria Oriente, ubicado en Iztapalapa, al llegar al lugar el ingreso le fue denegado, por lo que los vehículos y los agentes de la Policía Federal Preventiva, que lo escoltaban, permanecieron por algún tiempo fuera de ese reclusorio.
Las autoridades de ese penal, por orden del secretario de Gobierno, José Ángel Dávila, no autorizaron el ingreso de Flores por su condición migratoria, pues tiene visa de turista FM-3, y por su peligrosidad.
Sin embargo, el Gobierno del Distrito Federal cambió su opinión y recibió al secuestrador, luego de que se hicieran gestiones al más alto nivel.
Flores retuvo el miércoles el vuelo 576 de Aeroméxico, que transportaba a 104 pasajeros y siete tripulantes, a quienes amenazó con hacer explotar la aeronave con una supuesta bomba que en
realidad eran tres latas de jugo de frutas que contenían arena.
El hombre justificó su acción porque, dijo, estuvo motivado por una “revelación divina” sobre un terremoto que sacudiría como nunca a México y que debía comunicárselo al presidente de ese país, Felipe Calderón.
Radica en México desde hace 17 años y dice que ayuda a la gente a salir de las drogas y el alcoholismo que él mismo aseguró haber padecido y lo llevó a salir de Santa Cruz (Bolivia), donde incluso estuvo recluido.
Análisis
Nájera explicó que antes del traslado de ese ciudadano boliviano a la penitenciaría se le practicó la prueba física de integridad y se determinó que está apto. Precisó que el resto de los estudios se
efectuarán dentro del proceso y que el Fiscal de la Federación estará atento al desarrollo de éste.
Entre los estudios pendientes está un análisis médico y toxicológico para determinar su estado mental y si estuvo o no bajo influjo de drogas.
Luego de que la aeronave aterrizara sin inconvenientes en el aeropuerto del Distrito Federal, Flores fue reducido sin que fuera necesario hacer un solo disparo.
El capitán Carlos Corzo, el piloto que negoció con él, dijo que cuando aún permanecían 26 pasajeros y la tripulación en el avión, el boliviano activó en cuenta regresiva un cronómetro que marcaba 2,39 minutos, uno de los momentos más decisivos del plagio. En ese momento pensó que todo había acabado.
El predicador no se arrepiente
El boliviano José Marc Flores Pereira (44), pastor de una iglesia evangélica en el sureño estado de Oaxaca (México), aseguró que no se arrepiente de haber secuestrado el vuelo 576 de Aeroméxico, procedente de Cancún y cuyo destino era el Distrito Federal, el miércoles, e incluso advirtió que si volviera a nacer, lo volvería a hacer.
Antes de que fuera ingresado en el Reclusorio Preventivo Oriente, donde permanecerá en tanto afronta un proceso, mandó un mensaje a su familia diciéndole que no se preocupe, que todo está bien y bajo control.
“Dios bendiga a todas las autoridades mexicanas, a los militares, al presidente (Felipe Calderón) y al Gobernador; quiero anunciar que viene un cataclismo tremendo”. Luego aseguró: “Cristo vive y volverá, como México no hay dos; oren por Bolivia, Colombia y por México”.
El hombre también pidió que no se responsabilice a las autoridades del aeropuerto de Cancún por la falsa bomba que usó para amenazar a la tripulación de la aeronave, porque la acción la hubiera realizado en cualquier otro lugar.
“Si Dios no me hubiera dado la sabiduría, nunca lo hubiera hecho, nunca fue mi intención hacer daño, vine a hacerle un favor a México”.
En declaraciones a la estación por cable Milenio Televisión, aseguró estar “contento” de haber mantenido como rehenes a 104 pasajeros del Boeing 737. El predicador expuso que Dios le reveló en un sueño que un negro sería presidente de Estados Unidos, que el cantante norteamericano Michael Jackson sería asesinado y que cuando cumpliera 47 años habría un “gran terremoto” en México.
Evangélicos se deslindan de Flores
La Comunidad Evangélica de Progreso se deslindó ayer de “todo vínculo, evento o actividad” realizado en ese puerto por el pastor boliviano José Marc Flores Pereira, quien en años anteriores ofreció multitudinarios recitales de evangelización en esa ciudad.
El presidente del organismo, Pedro Luna Estrada, manifestó, según el diario Yucatán.com.mx, que si Flores realizó conciertos en Progreso, lo hizo sin el aval de la Comunidad Evangélica y de manera “no oficial”. Además, aseguró que nunca hubiera aprobado su presentación porque a todas luces se ve que no está en sus cabales.
La comunidad evangélica informó que está integrada por varias iglesias, entre las que se encuentran las presbiterianas, cristianas y bautistas. “Todas las actividades que se organizan en Progreso se efectúan de forma coordinada y en nuestro caso no recuerdo que se haya realizado algún recital de esta persona”.
Luna puso en duda que el boliviano secuestrador sea un pastor de verdad “de los tantos que se desempeñan sin el aval de los organismos religiosos”. Flores Pereira, también conocido como Josmar, grabó varios videos con sus prédicas y recitales.
Refuerzan controles en vuelos
Mientras la Policía Federal mexicana establecía un operativo de revisión especial de equipajes en los vuelos internacionales del aeropuerto Benito Juárez de la ciudad de México, Aeropuertos del Sureste de México (Asur), la empresa encargada de la seguridad de la terminal aérea de Cancún, rechazó que sus medidas fueran vulneradas.
Según el diario El Universal, los policías federales también hacen un análisis de las fallas en dicho aeropuerto, donde el boliviano José Marc Flores Pereira abordó una nave de Aeroméxico con un equipaje de mano en el que llevaba un artefacto cuyos componentes (cinta adhesiva, tierra, cables) están prohibidos en los vuelos.
El secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, explicó que se reconstruirá, con datos de la terminal aérea de Cancún, la “ruta de ingreso” de la maleta que llevaba el secuestrador del vuelo 576 para establecer dónde ocurrió la falla de detección.
El director Comercial de Asur, Manuel Gutiérrez Solá, dijo que el aeropuerto opera con equipo de la más alta tecnología, cuya inversión fue de 20 millones de dólares, por lo que negó que los dispositivos para detectar artículos peligrosos fallaran.
Los detalles
El pastor y cantante boliviano secuestró una nave de Aeroméxico el miércoles.
Con esa acción pretendía llamar la atención del presidente Felipe Calderón.
Dijo que debía avisarle de la revelación de que un terremoto grave sacudirá a ese país.
Flores Pereira vive hace 17 años en México, está casado con Elsa Vergara y tiene tres hijos.
Durante el secuestro repartió entre la tripulación CD y DV con sus prédicas y piezas.
Su madre, María Pereira, confía en que la justicia divina evitará que su hijo sea sentenciado.
La aeronave, un Boeing 737 de Aeroméxico, transportaba 104 pasajeros y siete tripulantes.
Aterrizó en la terminal aérea mexicana a las 13.49, hora mexicana, 14.39, en Bolivia.
Ese vuelo procedía de Cancún. Los pasajeros no se enteraron de lo sucedido en el vuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario