Una nave del Transporte Aéreo Militar (TAM) sufrió anoche, en el aeropuerto Jorge Wilstermann, el incendio de una de las turbinas, momentos antes de despegar con más de 100 personas a bordo, causando pánico y desesperación en los pasajeros.
Se trataba del vuelo 8933 de la nave Boeing 727-200, que debía partir rumbo a Santa Cruz a las 21:00, pero que sufrió el percance cuando ya se hallaba en plataforma de despegue, según contaron los pasajeros, que un par de horas después del incidente aún daban muestras de pánico.
En el aeropuerto, ningún empleado de Sabsa quiso hacer declaraciones alegando no tener autorización, mientras que en el TAM indicaron que sería el Jefe de Aeropuertos quien daría una versión oficial, pero hasta el cierre de esta edición no ocurría eso.
Decenas de personas se encontraban en pista junto con personal de emergencia que revisaba las turbinas de la nave afectada.
Cerca de las 23:30, el avión era retirado a ambientes de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), según se observó desde la terraza del aeropuerto.
Según los testigos, cuando la nave partía, apareció en la turbina derecha una bola de fuego de seis metros de largo por dos de ancho. Sólo duró unos cinco segundos, pero fue suficiente para causar el pánico general.
“Yo estaba cerca del ala derecha y vi fuego. Todos empezaron a gritar y querían salir. Había gritos, los niños lloraban, pero las azafatas no dejaban abrir las puertas”, contó uno de los pasajeros. “Tuvimos que empujarlas y abrir las puertas”, añadió.
El personal de emergencia apareció con los toboganes y los pasajeros salieron entre empujones, gritos y lágrimas. Según el mismo testigo, cuando eran conducidos a la sala de preembarque, recién aparecieron los bomberos.
El terror también había cundido en la terraza desde donde familiares veían el accidente. “Yo grité ‘¡Fuego, fuego!’. Como no aparecían los bomberos, me entré a la pista, pero personal de Sabsa me agarró. ‘¡Qué pasa con usted!’, me dijeron.
Seguramente pensaron que era un loco”, contó un joven que había subido a la terraza a despedir a su hermano.
Los pasajeros contaron que un oficial del TAM les dijo escuetamente que hubo una contraexplosión, y que vendría una nueva nave desde La Paz para los que quisieran abordar. La mayoría esperaba en la sala de preembarque, pero otros se fueron afectados por la conmoción.
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