El experto en aeronáutica civil, Constantino Klaric, sugirió no prejuzgar el fatal accidente de la línea aérea Aerocon, hasta no tener los resultados de la revisión de la "caja negra" y tampoco emitir criterios anticipados sobre el último incidente de Boliviana de Aviación (Boa) en el aeropuerto de El Alto.
Por su parte, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) informó a EL DIARIO, que esta entidad esperará los resultados finales de las investigaciones, para emitir criterios al respecto.
“No entiendo por qué tanta gente ajena a la aeronáutica ya da sus veredictos sobre el accidente de la aeronave de Aerocon, me llama la atención que todos hagan caso a varias versiones, si la única verdad estará en la caja llamada negra que en realidad es naranja. Un ser humano, en este caso el piloto, lo primero que hace es precautelar su vida y la de los pasajeros, hace todo lo humanamente y técnicamente posible para no accidentarse", dijo Klaric a EL DIARIO antes de partir a Cancún (México), como invitado a una nueva reunión de la Asociación Latinoamericana Transporte Aéreo (ALTA).
Respecto al incidente de BoA, acotó que este tipo de hechos suceden en la aviación civil y en todo caso, este en particular no revistió gravedad.
Un avión de la compañía Aerocon se accidentó el domingo 3 de noviembre al aterrizar en el poblado amazónico de Riberalta, al noreste de Bolivia, con un saldo de ocho muertos y 10 heridos.
Posteriormente, el domingo 10 de noviembre se produjo el incidente de Boa, que recordó el lamentable hecho de Riberalta, causando ansiedad e inquietud en la ciudadanía.
Ayer el gerente general de Boliviana de Aviación (BoA), Ronald Casso, dijo a radio Panamericana que la aeronave de la empresa sufrió un percance al aterrizar en el aeropuerto Internacional de El Alto, por causas meteorológicas.
"El domingo hemos tenido un vuelo que iba de Cochabamba a La Paz, estimando su arribo a las 18.20 de la tarde, a tiempo de arribar en la ciudad de La Paz en el aeropuerto de El Alto, se tenía un viento de 18 nudos de frente en el avión para el aterrizaje, más o menos de 55 a 60 kilómetros por hora, en cuanto de la intensidad de las ráfagas, esta condición de tiempo no ameritaba que el avión retorne a Cochabamba sino tenía que hacer un aterrizaje", explicó.
Agregó que el piloto controló el avión, redujo la velocidad de los motores "con normalidad", sin embargo por la velocidad que tenía, se produjo una fuerte vibración que ocasionó algunos daños.
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