Según un reportaje del diario La República del Perú, entre seis y ocho avionetas con bandera boliviana se infiltran en territorio peruano y aterrizan en pistas clandestinas para recoger entre 350 y 500 kilos de droga producida en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
Según el informe, los vuelos se realizan todos los días y los narcotraficantes logran transportar hasta cuatro toneladas cada 24 horas, de acuerdo con los cálculos de oficiales del Comando Especial del VRAEM (Cevraem).
La acción de las fuerzas de seguridad se limita a intervenciones en tierra debido a que no están en condiciones de desplegar operaciones de interdicción aérea. Eso lo saben las organizaciones de narcotraficantes y por eso incrementaron los vuelos. Entre Perú y EEUU existía un convenio que permitía al país norteamericano proveer información de Inteligencia a la Fuerza Aérea del Perú (FAP) para derribar narcoavionetas.
Pero el 20 de abril de 2001, el acuerdo se terminó de inmediato cuando un avión de la FAP, informado por una aeronave espía de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), derribó un hidroavión en la región de Loreto.
El Comando Especial del VRAEM informó que a cualquier hora del día o de la noche se comprueba que las aeronaves de los narcotraficantes sobrevuelan esta zona en busca de alguna pista de aterrizaje acondicionada clandestinamente. "Hemos detectado avionetas de un solo motor con capacidad para transportar entre 300 y 350 kilos de droga. También hemos encontrado aeronaves bimotor que pueden trasladar entre 400 y 600 kilos”, según fuentes del Cevraem. Según el reportaje de La República, los narcotraficantes saben en qué momento operará la Policía peruana porque se mantienen informados de todas las acciones que se pretende seguir en esa región.
En agosto de 2012, el Gobierno boliviano llegó a un convenio con su par peruano para la lucha contra el tráfico de droga que tiene como destino Brasil. Entre los puntos más importantes del acuerdo se encontraban el control en frontera de las selvas, pistas clandestinas de aviones, lavado de dinero y estudios relacionados con la composición molecular de la coca, informó entonces el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
El diputado Carlos Aparicio anunció ayer que el país puede utilizar los aviones K8 para derribar las naves que transportan droga, pero para ello dijo que se requiere aprobar una ley para el efecto. Pidió al Gobierno aumentar su lucha contra las drogas.
Las narcopistas
Vuelos La República abordó un helicóptero Mi-35P en el cuartel general del Cevraem, en Pichari (Cusco), y surcó la zona atravesada por el río Ene, en cuyas playas los narcotraficantes acondicionan con frecuencia pistas clandestinas.
Hallazgo En un vuelo de menos de media hora, el equipo de La República con autoridades identificaron hasta 38 pistas clandestinas a lo largo del río Ene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario