El fabricante aeronáutico europeo Airbus y la aerolínea británica Easyjet superaron ayer con éxito un ensayo en el que pusieron a prueba sus aviones con una tonelada de ceniza volcánica similar a la que cubrió el cielo europeo tras la erupción del Eyjafjallajokull en 2010.
El ejercicio estaba concebido para probar si el sistema de sensores AVOID, desarrollado por Nicarnica Aviation, filial del Instituto Noruego de Investigación Aérea, es capaz de detectar a distancia la ceniza volcánica suspendida en la atmósfera, señaló Airbus en un comunicado.
Un primer aparato, un carguero militar A400M, dejó caer sobre la atmósfera en el golfo de Vizcaya una tonelada de ceniza volcánica islandesa, recuperada de la erupción del Eyjafjallajokull. Ésta formó una nube de 2,8 kilómetros de diámetro, visible al principio a simple vista.
Un segundo avión comercial, un A340-300 equipado con sensores AVOID, logró detectar a 60 kilómetros de distancia la ceniza, cuya consistencia es similar a la del polvo de talco, indicó Airbus. Un tercer aparato, un pequeño Diamodn DA42 de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Dusseldorf (Alemania), se encargó de recoger más muestras para contrastar los datos recogidos por el avión comercial utilizado en el ensayo.
"Encontrar una solución es ahora más crucial que nunca para asegurarse de que no ser volverán a repetir las escenas de la primavera de 2010, cuando tuvieron que suspenderse todos los vuelos en Europa durante varios días”, declaró el director de Easyjet, Ian Davies.
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