sábado, abril 14, 2012

Presidente de AeroSur acusa a Roca de estafa

- ¿Quiénes son los verdaderos accionistas de AeroSur y qué porcentaje tiene usted?
- Primero, hay que dejar en claro que para hablar de acciones es con documentos en mano que prueben lo que uno dice y no jactarse mintiendo sobre algo que no le pertenece. Según la certificación del registro de comercio de Bolivia, Fundempresa, desde el 2 de enero de 1998 Sergio Sanzetenea Dimoff, que soy yo, es el titular del 51% de las acciones de AeroSur y eso quedó refrendado en la junta de accionistas realizada el 3 de diciembre de 2011, cuando fui nombrado presidente; todos pueden verificar que esta certificación probatoria la emitió Fundempresa el 25 de enero de 2012, se trata de un documento público que está en Bolivia.

- ¿De dónde sacó usted dinero para comprar el 51% de las acciones?, ¿Obtuvo algún crédito bancario o cuál fue el tipo de financiamiento?
- Las acciones que adquirimos fue todo a través de mi familia. Con toda mi familia aportamos para hacer viable un crédito, poniendo como garantía las tierras de mi padre. Además de ser un profesional de prestigio, mi padre siempre fue un hombre de trabajo y adquirió tierras que hasta hoy todavía posee. A pesar de todo, nunca nadie me escuchó decir que yo soy el único dueño de la empresa, los dueños somos todos los accionistas que estamos luchando por salir adelante.

-¿Qué más se decidió en esa última junta de accionistas en la que usted fue elegido presidente?
- Sacamos a Humberto Roca, o a su apoderado que quiso ingresar con un poder fraudulento, y también sacamos a Carlos Meyer. Con estas dos personas afuera mandamos a hacer una auditoría externa de la empresa y ésta arrojó resultados del manejo discrecional de la empresa.
- Pero don Humberto Roca, que manejó la empresa, dice lo contrario y lo acusa de haberse apropiado de las acciones cuando lo nombró depositario ¿Qué tiene que decir?
- Para comenzar, Roca tendría que aclarar de dónde sacó el dinero para comprar acciones. Hasta donde yo sé, él apenas tiene el 7% y lamentablemente desfalcó a la empresa con manejos dolosos, dejándola con las arcas vacías y haciendo sufrir a más de 1.200 familias. Toda la gente en Bolivia sabe que él es un exconvicto y que ahora es prófugo de la justicia. Sería bueno que demuestre con papeles cómo adquirió las acciones; el jugó a entrampar a la compañía, pero fue descubierto y se fugó. La gente tiene que saber que hubo una estafa a la empresa.

- Por la forma en que se han dado las cosas hay quienes creen que lo que hay detrás de todo, además del dinero, por supuesto, es una vendetta de tipo personal o familiar, ¿Cree usted lo mismo?
- Si se refiere a las cosas que pasaron con los supuestos terroristas que trajeron al país, las investigaciones de la Fiscalía dicen que fueron traídos con pasajes de avión emitido por AeroSur. Yo le he dicho al fiscal Mollinedo que investigue quién mandó emitir esos pasajes, porque hay culpables; la empresa no ha cometido ningún delito.
Yo he declarado por este caso, pero he dejado en claro que no vivo en Bolivia, desde hace más de 20 años y no he mandado emitir ningún pasaje. Se tiene que investigar a fondo y si alguien es culpable, que lo pague.
Ahora, también habría que ser justos y recordar que Humberto Roca es un malagradecido, porque cuando se enfermó del corazón y después de los riñones fue operado dos veces aquí en Buenos Aires y eso se pagó con dinero de la compañía.

- ¿Qué está haciendo usted para sacar adelante a la empresa?
- Estoy buscando inversionistas que quieran apostar por la compañía, estoy poniendo recursos, junto a mis socios, para pagar combustible y en unos días pagaremos por lo menos un mes de los cuatro sueldos que se deben al personal.

- Pero, ¿cómo va a convencer al personal de sus buenas intenciones?
- Ha venido a Buenos Aires un equipo de pilotos, azafatas y personal de apoyo a los que les he mostrado la situación en que está la empresa y han podido verificar, como usted lo hace ahora, la cantidad de dinero que se llevó Roca. Hubo un desfalco en el que no participaron los accionistas y del que el directo responsable es Humberto Roca. Recién en esta semana que concluye hemos visto los números. No queremos crear falsas expectativas, pero en las próximas horas vamos a pagar por lo menos un mes de sueldo.

- ¿Por qué se dejó tanto tiempo esta dolosa situación, por qué no se actuó antes?
- Porque le confiamos la administración a Humberto Roca y él, además de actuar de mala fe, hizo un abuso de confianza manejando a su antojo la empresa. Todo iba bien hasta que lo detectamos a fines de 2010. Solo por citar algunas de las irregularidades encontradas en los libros contables de AeroSur, los pasajes que se vendieron en las agencias Hipermaxi y Cine Center, por un total de $us 14,8 millones, no ingresaron a la empresa; fueron desviados a la cuenta personal de Roca. Pero eso no es todo, desde 2004 hasta 2010 Roca cobró $us 8,4 millones por gastos de representación, a un promedio de $us 1,2 millones por año.

En el tema impositivo, nos dijo que lo tenía todo controlado porque tenía que haber una compensación del Estado por el tema de los vuelos de las personas de la tercera edad y otras cosas.

- ¿Y cómo se explica que lo hayan dejado manejar de esta forma los recursos de la empresa al extremo que deben tanto al fisco, los trabajadores y proveedores, entre otros?
- Es que se rodeó de gente de su confianza que le permitió hacer manejos económicos incluso hasta después de que se escapó a Estados Unidos. Entre ellos Carlos Meyer y Freddy Rocabado. Es de no creer, pero logró transferir $us 14 millones de cuentas de Brasil a Estados Unidos y se ha comprado inmuebles en Brasil, Estados Unidos y España; él está en un exilio dorado que preparó a propósito cuando se vio descubierto. Si hasta se peleó con las principales autoridades de Gobierno para buscar una excusa y fugarse del país.

- ¿Cómo les afecta la medida del Servicio de Impuestos Nacionales que les ha retenido el 100% de las ventas de pasajes?
- Nos afecta mucho porque no solo son los recursos económicos, sino también las incidencias en los pasajeros que se manejan con las agencias de viaje, sobre todo en las rutas internacionales. Después de la retención del SIN no estamos vendiendo pasajes y, por ende, no está entrando dinero a la compañía; lo poco que se tenía de dinero se está acabando.

- Pero, ¿qué hará entonces de aquí en adelante?
- Ya hemos traído el avión 747 y estamos tratando de reactivar los vuelos a Madrid con gente que se quiere comprometer con la empresa inyectando recursos; sin embargo, esto se dará siempre y cuando el Gobierno levante el embargo. Si esto no sucede, me atrevo a decir que la compañía no podrá seguir operando. Aquí no es un tema de que se queden con el 100% del dinero, sino por la imagen que hay en otras partes del país. El problema es de credibilidad.

- ¿Hay o no posibilidades reales de concretar acuerdos con inversionistas?
- Por supuesto que sí. Es un negocio atractivo porque se trata de una línea bandera que es de categoría uno y puede volar a Europa y a Estados Unidos. Pero si no podemos arreglar con el Gobierno y no hay visos de solución, no se podrá afrontar la situación porque nadie va a querer invertir. Cuando digo que es un negocio atractivo es porque la empresa tiene ingresos anuales en el orden de los $us 18 millones.

- Vuelvo atrás por ser un tema muy delicado. ¿Y la situación de los empleados?
- Es lo que más nos preocupa en estos momentos. Cuando Humberto Roca se fue del país se debía cuatro meses de sueldo. Yo le estoy entregando los asientos contables donde se comprueba la plata que se llevó de la empresa y sería bueno que mande ese dinero para pagar a los empleados.
Habla también de los impuestos cuando tuvo a Carlos Meyer administrando hasta diciembre del año pasado. Nunca nos dejaron ingresar a la administración. Si algo le queda de moral, Roca debería pagar a los funcionarios que dejó asfixiados en vez de acumular autos y propiedades. Lo que se compró en Madrid, Miami y San Pablo es con la plata que salió de las arcas de la empresa, pero él los puso a su nombre y de su familia, incluso metiéndolo a su yerno en el problema.

- Volviendo un poco atrás. ¿Quiénes más son los accionistas de la empresa?
- Hay varios, pero los más visibles en estos momentos son los señores Wálter Ardaya, Oscar Alcócer y Sergio Asbún, entre otros. También hay otros con menor participación, pero todos estamos trabajando para salir adelante.

- ¿Por qué no se ha llamado a una junta de accionistas para considerar la situación de la empresa?
- Vamos a llamar en breve a una junta de accionistas y vamos a poner en consideración la situación. Ahí veremos hasta dónde podemos llegar, porque yo solo no puedo decidir si se abre o se cierra la empresa.

- Y cuál es su relación con el empresario Abdallah Daher?
- Él es mi compadre. Es un empresario al que le guardo mucho respeto. Es un hombre que se ligó a la empresa a través de los alquileres de aviones y que ahora reclama una deuda que todavía debe ser probada porque no se cumplieron los acuerdos de inversión que se comprometió a través de un contrato. Reconocemos que se le debe plata, pero hay que determinar los montos. Lamentablemente parece que está mal asesorado porque sus abogados dicen que no le interesa la empresa, pero resulta que proponen administrarla para sacar el 40% de las utilidades; en otras palabras, dicen que no quieren las acciones de la compañía, pero con su propuesta pretenden quedarse con la empresa en poco tiempo.

- Pero algo tendrá que hacer para pagarle, porque las cosas no parecen estar muy claras que digamos….

- Daher es un buen tipo, creo que los malentendidos es por lo que le hacen creer su abogado y el administrador (Alfonso Justiniano), que acaba de irse porque también sabe de manejos dolosos. Si Abdallah fue a reunirse con el Gobierno para proponer un plan de ‘salvataje’ es porque reconoce que hay un contrato de administración que está todavía pendiente. De todas maneras, voy a esperar que me llame para hablar cara a cara y ofrecerle mis acciones, si fuera necesario. Han venido sus emisarios a Buenos Aires a hacer una propuesta y no volvieron más, ni siquiera a llamar; eso sí, nos dieron una señal el lunes cuando ordenaron que se cancelen los vuelos en las rutas internacionales.

¿Es cierto que él es el mayor acreedor privado de AeroSur, que se le debe alrededor de $us 5 millones?
- No. No es el mayor acreedor. Reconocemos que se le debe y en algún momento le vamos a pagar, cuando la compañía esté bien. Le ofrezco que sea socio de la empresa, así será más fácil pagarle la deuda. Si en algún momento Daher se ha sentido ofendido, debe ser por el mal manejo que han hecho sus interlocutores; yo en ningún momento he hablado mal de él.

- ¿Es cierto que sus abogados lo quisieron embarcar la semana pasada en un negocio no muy claro, si vale el término?
- Vinieron a Buenos Aires en el feriado de Semana Santa y me hicieron una propuesta. Quedamos que yo lo iba a considerar con el directorio, pero sus abogados no volvieron a llamar; parece que se echaron para atrás.

- ¿Está AeroSur más cerca de la quiebra o hay posibilidades reales todavía de salvarla? ¿no se teme una intervención del Gobierno?
- No. El Gobierno más bien nos está dando posibilidades de reactivar la empresa, pero falta lo del SIN. Si el Gobierno haya querido intervenir, ya lo habría hecho; a ellos también les interesa que salgamos adelante porque somos una empresa estratégica. A BoA, que es del Estado, todavía le falta dos o tres años para conseguir las certificaciones de calidad que AeroSur tiene.

- ¿Y cuándo usted va a ir a Bolivia a dar la cara con los empleados y el mismo Gobierno?
- Tengo gente que hace un par de días se ha acercado al Gobierno para trabajar en busca de soluciones, como son Óscar Olmos y Óscar Arano, y si no voy a Bolivia es por cuestiones de seguridad. No sé a quién achacar porque no dan la cara, pero las últimas veces que he ido a Santa Cruz me han perseguido, me han querido chocar y hasta han destrozado mi vehículo rayándolo hasta cansarse. Pero también el abogado de Humberto Roca anda diciendo que hará todo lo que pueda, si es preciso pagando, para meterme preso; no hay garantías para volver al país, pero ojo, no es la misma situación de Humberto Roca. No voy a Bolivia porque no tengo seguridad.

- ¿Qué más puede hacer para sacar adelante la empresa?
- Estoy realizando gestiones con la gerencia de BoA para concretar una alianza estratégica de ayuda mutua. En breve verán los avances. Vamos a volar las mismas rutas compartiendo frecuencias. La gente de Bolivia tiene que estar segura de que queremos lo mejor para la empresa e incluso estamos dispuestos a trabajar de la mano con el Gobierno, si ellos quieren hasta pueden nombrar un fiscalizador. También los empleados pueden nombrar una persona que custodie los dineros que ingresan, porque de aquí en adelante no vamos a permitir más manejos dolosos; nos abrimos a todo lo que sea necesario con tal de salvar AeroSur.

Los accionistas más visibles son Wálter Ardaya, Óscar Alcócer y Sergio Asbún. Hay otros con menor participación

El Gobierno nos está dando posibilidades de reactivar la empresa, pero falta el tema impositivo

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