La aguda crisis que golpea a AeroSur deja espacio libre para el transporte aéreo interdepartamental a dos empresas estatales que dominan el mercado como Boliviana de Aviación (BoA) y Transportes Aéreos Militares (TAM). Empresas privadas nacionales pequeñas como Amazonas o Aercom realizan vuelos en rutas secundarias.
De acuerdo con el director ejecutivo de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Clifford Paravicini Hurtado, en la aeronavegación, al igual que en la gestión bancaria, “el tema del flujo financiero es alto”, lo que hace de este negocio altamente rentable. Sin embargo, “Así como puedes estar muy mal hoy día, con cero vuelos, mañana la recuperación puede ser muy alta”, dijo la autoridad al analizar la situación por la que atraviesa AersoSur.
Puso el ejemplo de los vuelos a Madrid en los que una nave de 460 pasajeros logra ingresos de 640.000 dólares (en un solo vuelo), tomando en cuenta que el pasaje La Paz-Madrid tiene un promedio de 1.400 dólares americanos.
Las empresas aéreas logran un superávit que les permite seguir operando, de acuerdo con la explicación de Paravicini que aseguró, en su momento, que AeroSur estaba resolviendo sus problemas paulatinamente y que, la quiebra, como lo señalaría el propio presidente del Estado, Evo Morales, no es tal.
Un seguimiento realizado en los últimos cinco meses, hasta marzo pasado, dijo Paravicini, demostró que esa empresa tenía superávit. Sin embargo, la crisis financiera comenzó a tener efectos directos en el servicio que presta esta empresa.
Resultado de aquello es que en las últimas horas se presentaron dificultades en el Aeropuerto Internacional de El Alto y en Viru Viru, Santa Cruz donde nuevamente pasajeros que debían viajar a Madrid se quedaron varados, sin que se recibieran explicación alguna.
Pero no fue el único caso. En La Paz, pasajeros de la estatal Boa tuvieron que esperar horas de retraso “por el mal tiempo” mientras los ocupantes de un vuelo de Transportes Aéreos Militares (TAM) vivieron minutos de zozobra cuando el tren delantero de la nave no respondió a los controles.
Muchos pasajeros, boleto en mano se quejaron porque un vuelo de BoA a primeras horas de la mañana no había salido hasta las 13.00. “Hubo problemas por el mal tiempo”, afirmo una funcionaria del Aeropuerto de El Alto frente a la molestia de los pasajeros.
TEMOR AL MONOPOLIO
El colapso y virtual quiebra técnica de AeroSur ha dado lugar a una serie de temores por parte de especialistas en la materia, respecto al monopolio estatal que podría consolidarse a partir de la muerte anunciada de la compañía.
“El hecho de que haya un operador que actúe en forma monopólica no es el mejor de los escenarios, es siempre deseable que haya posibilidad de elegir el servicio público que a uno le interese”, aseguró a la prensa local el experto Wilson Villarroel.
Además de BoA y el TAM que cubren rutas nacionales (Boa también realiza vuelos a Buenos Aires), operan otras empresas como Amazonas que tiene destinos al Salar de Uyuni, Rurrenabaque, Trinidad, entre otroas o Aerocon que viaja a Trinidad, Guayaramerin, Cobija, Riberalta, Rurrenabaque, San Borja.
“El problema de todo monopolio es que generalmente los que sufren son los usuarios porque el servicio tiende a no ser el adecuado, y al no tener los usuarios otras alternativas, no le queda más que aceptar las condiciones y el tipo de servicio que le da la empresa dominante que opera en el mercado”, afirmó Armando Álvarez a un medio local.
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