El Ministerio Público espera hoy la entrega de los informes requeridos a las entidades del aeropuerto Viru Viru que actuaron luego del trágico accidente del avión Curtiss C-46, matrícula CP 1319, que se estrelló el sábado ocasionando la muerte de tres personas y un herido. Asimismo, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) indaga las causas del desplome del carguero y del siniestro del viernes en una serranía de Monteagudo, donde fallecieron los cinco ocupantes de la avioneta Cessna, CP-1823.
“Ya se realizaron la inspección ocular y las entrevistas de campo. De igual modo hemos enviado requerimientos a la DGAC, a Aasana, a Sabsa y a los bomberos para que nos emitan sus respectivos informes sobre el caso. Dichas instituciones tienen 72 horas para responder, de acuerdo con la ley. Por lo tanto, el término se vence este martes”, manifestó Francisco Núñez del Prado, fiscal de la jurisdicción de Warnes.
El representante del Ministerio Público agregó que, luego de que tenga en sus manos tales informes, analizará si corresponde citar a declarar a algunas personas.
El Curtiss alzó vuelo de Viru Viru a las 8:07, con una carga de computadoras y teléfonos celulares para llevar a Cobija. Al poco rato la tripulación solicitó volver a la pista y la nave se precipitó a unos 200 metros de la cabecera norte de la faja asfáltica.
El avión se destrozó y se incendió. Casi en el acto fallecieron el piloto Luis Ortiz Fernández (65) y el mecánico de vuelo Mario Tórrez Angles (52). El copiloto y senador por Convergencia Nacional Luis Gerald Ortiz Alba (45) y su hijo Jared Ortiz Mancilla (26), heridos, fueron trasladados a una clínica, donde el parlamentario murió poco después.
Los muertos en el accidente de Monteagudo fueron Édgar Antelo Landívar (piloto), Daniel Jordán Becerra (copiloto), René Óscar Olguín Taborga, Javier Flores Quinteros y Wilson Pilco Mamani (pasajeros).
Después de ambos siniestros se han vertido varias hipótesis sobre las causas. Sin embargo, la DGAC, en una conferencia de prensa realizada ayer en La Paz, indicó que aún se desconocen los motivos, porque las comisiones asignadas a las pesquisas aún investigan.
“A la serranía de Monteagudo han ido dos comisiones, por lo complicado del terreno. El martes está viajando al lugar Estanislao Sinsera, director de Seguridad Operacional de la DGAC. A su vez, otro equipo indaga el hecho de Viru Viru”, dijo Tatiana Lara, vocera de la DGAC. Agregó que posiblemente surja un informe sobre los avances de la indagación en unos 10 días.
Sobreviviente aún está en cuidados intensivos
Jared Ortiz Mansilla (26), el único superviviente de la tragedia aérea ocurrida la mañana del sábado en el aeropuerto Viru Viru, todavía está en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Incor.
Los médicos que lo atendieron, Carlos Huanca (terapista intensivo) y Jorge Zabalaga (traumatólogo), indicaron ayer por la mañana que el joven está fuera de peligro, lúcido y con sus signos vitales estables.
Huanca añadió que Ortiz llegó al centro asistencial con laceraciones (cortes) en el hígado y sangrado intrabdominal. “Ingresó con un trauma cerrado en el abdomen, lo que le produjo una hemorragia interna”, explicó el médico y agregó que luego de una intervención quirúrgica fue estabilizado.
Al joven, luego de estabilizarlo en sus funciones internas, que hacían peligrar su vida, le practicaron una nueva operación, esta vez en el húmero (hueso del brazo) izquierdo, que sufrió fractura producto de la caída.
Zabalaga señaló que además del daño en el brazo izquierdo, Ortiz tenía dos costillas rotas y fractura en el hueso sacro.
“Le colocamos un platino en el húmero y sus lesiones en los huesos están evolucionando favorablemente”, acotó el traumatólogo de la Incor.
Los médicos todavía no han puesto plazo para que el paciente sea retirado de Terapia Intensiva y llevado a una sala, pero afirmaron que se está recuperando.
Conmovedora historia se vivió en el carguero
Siete minutos después de las 8:00 del sábado 21 abril, un día lluvioso en la capital, un avión de la Segunda Guerra Mundial alzó vuelo en la pista del aeropuerto Viru Viru, el Curtiss C-46. Dentro del viejo carguero viajaban tres generaciones -abuelo, padre e hijo- unidas por una misma pasión, los aviones.
A los pocos minutos de estar en el aire, la nave que todos miraban sorprendidos porque seguía surcando las nubes hizo un viraje imprevisto y se disponía a aterrizar de emergencia, tras reportar fallas mecánicas a la torre de control.
Al parecer uno de sus motores falló y se presume que el piloto, Luis Ortiz (padre del senador Gerald Ortiz) trató de imprimir potencia en el motor que aún funcionaba para evitar la caída. Sin embargo, el procedimiento no habría dado resultado y el desplome era inminente.
Alrededor de la pista de Viru Viru la gente miraba atónita lo que ocurría en el aire. Dentro de la nave el senador Ortiz ordenó a su hijo Jared Ortiz Mancilla correr al fondo del avión, entendiendo que allí había más posibilidades de sobrevivir si es que pasaba lo peor.
A los pocos minutos, la nave que había comenzado a escribir su historia en nuestro país a mediados de la década de los ‘70 se precipitó a tierra dejando boquiabiertos a los espectadores de esta dantesca escena.
Los equipos de rescate se movilizaron hasta el lugar del siniestro, pero en medio de los fierros retorcidos y el fuego un padre malherido sacó fuerzas para alejar del peligro a su hijo.
“No sabemos cómo, pero el senador Ortiz cargó a su hijo hasta un costado de la nave y volvió para tratar de salvar también al piloto, su padre”, contó un anónimo testigo de lo ocurrido y agregó que el legislador no pudo conseguir su cometido y se desvaneció en medio de la tragedia.
Los bomberos, las ambulancias y los rescatistas actuaron rápidamente. Al llegar al lugar vieron cuatro cuerpos tirados. Uno de ellos era Jared Ortiz, que yacía en medio de los matorrales en silencio, inmóvil y con un hilo de sangre corriéndole por la nariz.
Su padre y su abuelo estaban inertes en medio de los fierros retorcidos del Curtiss, lo mismo que el mecánico de aviación Mario Tórrez.
Las ambulancias corrieron hasta los centros médicos más cercanos, pero ya nada se pudo hacer para salvar las vidas de Luis, Gerald y Mario. Solo el cuarto tripulante sobrevivió, gracias a la entrega de un padre que en dos oportunidades lo puso a buen recaudo de la muerte.
Otros detalles del hecho
- Pesquisas. Se sabe extraoficialmente que dentro del carguero había computadoras, celulares y otros equipos electrónicos, que luego de la caída quedaron regados por los suelos. Se conoció que incluso algunas personas se habrían llevado algunos de estos aparatos, razón por la cual se está indagando la veracidad de esta versión en Viru Viru.
- Dolor. El jefe de la bancada de Convergencia Nacional (CN) en la Cámara de Diputados, Luis Felipe Dorado, anunció que planteará al pleno del ente legislativo que se declaren 10 días de duelo nacional en memoria del senador Gerald Ortiz, como sucedió cuando falleció la legisladora masista, la periodista y política Ana María Romero de Campero.
- Susto. El fin de semana en que ocurrieron los dos accidentes aéreos en el país se conoció que una aerolínea local tuvo un percance al aterrizar en el aeropuerto El Trompillo. Aparentemente, la nave, que estaba llena de pasajeros, hizo una maniobra que puso los ‘pelos de punta’ a sus ocupantes, pero que luego se estabilizó y no pasó a mayores.
Enterraron a los pilotos del Cessna 206
El piloto Édgar Antelo y el copiloto Daniel Jordán, que fallecieron tras estrellarse la avioneta Cessna 206 en una serranía próxima a Monteagudo el viernes de la semana pasada junto a otras tres personas, fueron enterrados ayer en nuestra capital.
Jordán fue retirado del salón velatorio de Las Misiones por la mañana, poco antes del mediodía, mientras que los restos de Antelo fueron sacados del lugar después de las 15:00, en medio del dolor de sus familiares y amigos.
Los restos de los tres tripulantes que acompañaban a Jordán y Antelo, René Oscar Holguín Taborga, Javier Flores Quinteros y Wilson Pilco Mamani, fueron enterrados en La Paz, los dos primeros, y en Chuquisaca el último.
Ramón Antelo Landívar, hermano del piloto Édgar Antelo (32), habló ayer con los medios de comunicación que llegaron hasta los salones velatorios para conocer detalles de lo sucedido.
Notoriamente molesto por algunas declaraciones de algunos jefes militares de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), dijo que no se podía seguir especulando con lo sucedido a su hermano por respeto al dolor de su familia y del resto de los ocupantes de la nave.
“La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) es la única institución que debe dar un informe oficial sobre lo ocurrido, mientras no se debe seguir especulando”, refirió el hombre, que también es piloto civil y recordó que su hermano era instructor de vuelo en Beni y en una escuela de aviación local.
El Curtis causó expectativa
- El Curtiss C-46, CP 1319, cuya placa de construcción data de 1945, fue uno de los sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra de Vietnam.
- La nave llegó a Bolivia en 1976 y cumplió intensos itinerarios durante la época dorada de la aviación boliviana, que transportaba carne del oriente al occidente.
- El avión hizo trabajos para la Fuerza Aérea de los EE UU, para una empresa contratista de la CIA, una corporación china y firmas extranjeras. En Bolivia fue utilizado por Transportes Aéreos Bolívar, el Frigorífico Santa Rita y últimamente por los alumnos de la escuela Sky Team.
- En 17 de mayo de 1999 se estrelló en Beni, cerca del rancho El Paraíso. Los restos fueron recuperados y llevados a La Paz. La restauración se inició ese año y terminó a mediados de 2005. Después se puso a trabajar casi sin parar durante los años 2006 y 2007, incluyendo algunos vuelos de paracaidistas en Cochabamba.
- En abril de 2008 el avión salió de Santa Cruz y llegó a La Paz, donde permaneció hasta que lo compró la escuela Sky Team de propiedad del extinto senador Gerald Ortiz, centro de entrenamiento que funciona en Santa Cruz.
- El penúltimo vuelo del Curtiss fue el viernes de El Trompillo a Viru Viru. Su despegue fue un acontecimiento, pues cientos de personas salieron de sus hangares a verlo partir.
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