Humberto Roca no renuncia a dos de sus convicciones: que es el verdadero dueño de AeroSur y que está en el exilio porque el Gobierno le sigue un proceso ilegal. Pero no puede quedarse esperando de brazos cruzados que le den la razón. “Hay una familia que mantener”, dice. Por eso, incursiona en los bienes raíces en Estados Unidos.
“La empresa se llama FlexLar, de hogar flexible. Administro bienes inmuebles, propios y de terceros. Ahora es una empresa chiquitita, pero la vamos a hacer crecer”, sostiene, durante un recorrido por apartamentos que le pertenecen, en tres zonas de Miami. Una de esas casas es la que ocupaban las tripulaciones de la aerolínea en sus escalas en Miami.
“Los arreglo, los amueblo, para alquilar o vender. Superviso las tareas con mis hermanos, que tuvieron que dejar el país porque les abrieron juicios por las mismas causas que a mí”, dice, en alusión a Carlos y a Blanca Alicia.
Administrar inmuebles no es algo nuevo para él. Ya tenía ese negocio en Bolivia. Y combinó otro rubro que conoce, la informática (Serco, Servicio de Computación, fue su primera empresa, en 1983) para obtener un programa que le permite controlar el negocio por Internet desde su casa.
“Mírela, no es como dicen, que vivo como millonario. Yo más bien voy para atrás. En Santa Cruz siempre tuve un buen vivir; mi infancia se desarrolló en una casa de 1.800 metros cuadrados, con 15 habitaciones. Cuando me casé me mudé a un domicilio de cinco dormitorios y 1.000 metros cuadrados. Esta casa en Estados Unidos tiene 385 metros cuadrados y la pago en cuotas”, afirma.
La urbanización de Los Lagos no es un condominio de lujo, dicen los que conocen Miami. Humberto vive ahí con su esposa y dos hijos, más dos hijas y las familias de ambas. A la hora del almuerzo se suman Carlos y Blanca Alicia Roca.
El domicilio tiene piscina mediana, living comedor, sala interior y exterior, y cinco alcobas. El garaje fue convertido en sala de juegos y karaoke. La suite es como de 6x6 metros, con cama matrimonial y armario. Los otros dormitorios son más pequeños. Fuera hay dos vehículos (ninguno digno de la colección que tenía en Santa Cruz) y son para trasladar hasta ocho adultos y tres menores, en un país de grandes distancias y escaso transporte público.
Alquilar y vender casas, comprar muebles, contratar pintores y jardineros; buscar réditos a la inversión en una bodega que tenía prevista para la aerolínea... Así pasan los días de Humberto Roca, expresidente de AeroSur, devenido en corredor de inmuebles en EEUU.
Con documentos de respaldo
Papelitos cantan. A esa frase se aferra Humberto Roca para insistir en que su versión es la cierta en la polémica por AeroSur.
En Argentina obtuvo una copia del expediente 51.507/2007, que cursa en la Sala I de la Cámara Contencioso Administrativo Federal. En ese documento, Eduardo Sanzetenea, que lo desplazó de la presidencia de la aerolínea, pide el beneficio de litigar sin gastos, ante la demanda por daños y perjuicios que le abrió la aduana de ese país. El dato es de 2007, cuando Sanzetenea se declara sin fortuna. “¿Cómo puede ser que en cinco años tenga dinero para comprarse 51% de las acciones de la aerolínea?”, cuestiona Roca.
Según el mismo documento, Sanzetenea fue detenido el 4 de enero de 2006 en el aeropuerto de Ezeiza, por contrabando de 286.060 reales y 30.000 euros, en un vuelo procedente desde Santa Cruz. En su descargo, Sanzetenea dijo que se limitó a mediar con la Aduana cuando fue detenido injustamente.
“Eduardo tranzó con el Gobierno y por eso aparece como dueño. En cambio, yo no acepté hacer propaganda a su proceso de cambio. Por eso me enjuiciaron”, afirma.
Proyecto de transporte de carga queda trunco
Humberto Roca tiene su última inversión a dos cuadras del aeropuerto internacional de Miami.
Se trata de una bodega de 15.000 metros cuadrados cubiertos. Equivale a dos canchas reglamentarias de fútbol. El espacio fue concebido para operar un gran volumen de carga internacional hacia Bolivia.
“Solo el 5% de los ingresos de AeroSur provenía de ese concepto. Había que subir el impacto al 25%. ¿Cuál es el mejor lugar en toda América Latina? Miami. Aquí llegan a diario barcos de todo el mundo y el aeropuerto tiene un tráfico que supera en 22 veces la suma de las operaciones diarias en Bolivia”, justifica Humberto Roca.
La certificación de AeroSur -añade- permitía traer carga desde Hong Kong a Miami. Para distribuirla luego a Sudamérica. “Todo ese proyecto se truncó por culpa del Gobierno y sus trabas, debidamente denunciadas, y que aumentaron desde la creación de BoA”, lamenta.
La infraestructura cuenta con sala de reuniones, otra para atención al cliente. En un rincón está tirado un letrero metálico. En letras verde y lila se lee Aerocargo.
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