La tensión entre Ankara y Damasco se mantiene después del derribamiento hace diez días de un jet turco, mientras en el frente diplomático el escenario no mejora, pese al acuerdo alcanzado el sábado en Ginebra por el Grupo de acción sobre Siria con un documento que traza el camino de la transición con un Gobierno de unidad nacional.
Durante la reunión del sábado en Suiza, presidida por el enviado de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, de la cúpula militar de Ankara partía la orden de hacer levantar vuelo a seis F16. Los seis aviones turcos se alzaron en vuelo en tres ocasiones , en respuesta a los helicópteros sirios que se acercaron a la frontera, sin violar el espacio aéreo.
Cuatro aparatos, según el comunicado, levantaron vuelo desde la base de Incirlik, en el sur de Turquía, en respuesta a los helicópteros sirios en el aire al sur de la provincia de Hatay.
Aviones de la fuerza aérea siria derribaron un caza F-16 turco el 22 de junio pasado, lo cual provocó una crisis diplomática bilateral de repercusión internacional. El Gobierno de Ankara denunció ante el Consejo de las Naciones Unidas el hecho, que calificó como una “amenaza” a la paz en la región.
En Siria el régimen y la oposición coincidieron en condenar el fracaso de la reunión en Suiza. “La comunidad internacional fracasó una vez más al adoptar una posición común para poner fin a los crímenes del régimen de (Bashar al) Assad contra el pueblo sirio en revolución”, dice un comunicado de los comités locales de coordinación, con referencia a un Gobierno de transición.
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