“Incluso el nombre de AeroSur proviene de Banco Sur”, señala el empresario en una entrevista con Informe La Razón desde su residencia de Miami. Ello lo enlazó a una persona en especial, Jorge Córdoba Serrudo, quien es señalado como el primer responsable de la debacle financiera del Banco Sur, del cual resultó ser su presidente.
Esta institución nació de la fusión de dos homólogas: el Banco Industrial y Ganadero del Beni (Bigbeni) y el Banco de Inversión Boliviano (Bibsa), en diciembre de 1993. Un año después, en noviembre, cayó en quiebra porque, según Marcelo Zabalaga, exsuperintendente de Bancos, en una entrevista con la agencia ABI, había una mala cartera de créditos: de $us 205,3 millones, 78,8% era calificada como dudosa y perdida.
Roca informa que Córdoba era socio de AeroSur en un principio y, actualmente —tras haber sido condenado por lo sucedido con Banco Sur y beneficiado con otras sentencias—, ha vuelto a figurar en la lista de accionistas de la firma. Así lo demuestra la nómina entregada a Informe La Razón por la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT).
En ésta, aparece con 0,01% del paquete, y hay otros tres nombres llamativos: Silvia Godefroy, con 0,09% de las acciones; Fabiola Córdoba Godefroy, con 0,04%, y Jorge Córdoba Godefroy, con 0,04% de la torta.
Pero las revelaciones de Roca no terminan ahí. Señala que “existían créditos vinculados de AeroSur con Banco Sur, (dinero) sacado y gastado no en AeroSur, sino en las cuentas personales de Jorge Córdoba Serrudo”, lo que tuvo que ser asumido por la línea aérea. Por ello, continúa el empresario, AeroSur no pudo acceder a cuentas corrientes a su nombre, “porque en el sistema financiero había una deuda de AeroSur con Banco Sur”.
Esto casi llevó a la muerte a AeroSur en 1998, arguye Roca. “Córdoba es el único responsable de la quiebra del Banco Sur”. Al respecto, el libro de Roberto Cuevas, Estafa del siglo: Quiebra de bancos, señala que hubo una mala gestión en el Banco Sur, el Banco de Cochabamba y el Bidesa (Banco Internacional de Desarrollo SA). Entre los tres habrían estafado al país aproximadamente $us 600 millones, y en total, en los 90, el Estado habría perdido al menos $us 1.000 millones por quiebras bancarias.
Una fuente gubernamental que pidió reserva de su identidad, comenta a Informe La Razón que Roca usó el dinero de Córdova para levantar a AeroSur y, después, se habría adueñado de las acciones del exbanquero. Pese a los intentos de este medio por conocer la versión de Córdoba, no fue posible ubicarlo, pero se tiene datos de que radica actualmente en la ciudad de Santa Cruz.
Roca niega ello y admite que fue uno de sus dos más grandes errores aliarse con Córdoba. El segundo, asegura el expresidente de AeroSur, fue haber confiado en el actual líder de AeroSur, Sergio Sanzetenea Dimof, que hoy tiene 51% de las acciones de la compañía aérea, a quien catalogaba como su medio hermano y ahora le llama “ladronzuelo”.
“Volví a cometer el error con Sanzetenea, puse mis acciones a nombre de él pensando que estaban resguardadas de cualquier cosa y resulta que se creyó dueño”. Roca alega que tras un acuerdo con el Gobierno, su “medio hermano” se unió al plan de la quiebra de AeroSur y lo traicionó. La misma acción que Roca hizo a Córdoba, según la fuente gubernamental que pidió anonimato.
Sin embargo, Sanzetenea —que tomó las riendas de la empresa a comienzos de este año y que radica en Buenos Aires— envió una carta pública a su exsocio en la que cuenta que “hubo un desfalco (en la firma) en el que no participaron los accionistas y del que el directo responsable es Humberto Roca”. Lo acusa de adueñarse de, al menos, $us 37,2 millones de las arcas de AeroSur, lo que fue descubierto a finales de 2010 y es la principal causa de la debacle de la que era la línea aérea de los bolivianos.
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