Abdón Porcel, exdirector de Regulación de la Superintendencia de Transportes, se refirió a la catástrofe aérea en la que estuvo involucrada la empresa LaMia, que dejó un saldo de 71 personas fallecidas y 6 supervivientes.
Primero dejó en claro que todas las empresas aéreas que prestan el servicio de vuelos comerciales o privados deben someterse a protocolos de seguridad establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Explicó que todos los países afiliados a este organismo internacional, Bolivia es uno de los 191 miembros, deben cumplir con las inspecciones técnicas.
En este caso, dijo que en el país la encargada de hacer cumplir el protocolo es la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
“Ninguna línea aérea comercial que opera, tanto nacional como internacionalmente, puede dejar al margen estas normativas de seguridad y menos una empresa que no sea comercial y que opera vuelos internaciones luciendo bandera de un determinado país”, explicó Porcel.
Añadió que de acuerdo con las normativas de seguridad internacional, cada avión antes de alzar vuelo debe ser sujeto a la vigilancia y fiscalización por inspectores de la DGAC, un vuelo que no pasa por esta inspección no tiene la autorización para salir del aeropuerto, sentenció.
“Los aspectos a tomar en cuenta es el estado general de la nave, la seguridad de los tripulantes, la provisión del combustible, todo esto corre por cuenta de la DGAC”, acotó.
En cuanto a la inspección de los aviones, Porcel dijo que las naves que van a realizar vuelos nacionales o internacionales deben ser inspeccionadas una hora antes de lo programado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario