lunes, diciembre 19, 2016

Ximena llegó agradecida por su nueva vida




Ximena Suárez Otterburg, la última sobreviviente del accidente aéreo de LaMia en abandonar la clínica Somer, asomó a la puerta de migración del aeropuerto de Viru Viru con el cabello suelto, los ojos grandes y un tanto hundidos, los labios pintados de carmín y una falda larga que le cubría las piernas y no dejaba entrever sus heridas. Lo hizo apoyándose en una silla de ruedas, flanqueada por su madre Sara Otterburg y su hermano Bryan.

El vuelo de Avianca que traía a la azafata sobreviviente desde Colombia arribó a la ciudad a las 01:50 de la madrugada. “Si es que está llegando es porque ella está bien, gracias a Dios (...) es realmente indescriptible el milagro de mi hija”, señaló su papá, el abogado retirado Javier Suárez, minutos antes de la llegada.

El abrazo de los suyos no se hizo esperar. El primero en correr a su encuentro fue su padre y uno de sus hijos Tiago, de 6 años, mientras Gabriel, de dos años, se quedó en casa a esperarla.

En un breve contacto con la prensa a la salida del aeropuerto, a las 02:30, la azafata manifestó sus condolencias al pueblo brasileño por la pérdida de jugadores del equipo Chapecoense en el fatal accidente de la aerolínea LaMia, del que ella es sobreviviente.

La familia Suárez que se organizó para ir a esperarla usando poleras que tenían escrito: “Gracias Dios por nuestro milagro”, no podían creer que por fin se había acabado el capítulo de horror que empezó aquella fatídica madrugada del 29 de noviembre cuando se enteraron que el avión en el que iba Ximena se había estrellado en Rionegro.

Los días pasaron, chatearon y hablaron con ella gracias a las redes sociales, pero ahora la tenían en frente, sana y salva. Las lágrimas fueron inevitables, hombres y mujeres sonreían, pero también lloraban.

El traslado de la afortunada azafata lo gestionó la embajada de Bolivia en Colombia y fue programado en un vuelo comercial de Avianca.
Una buena evolución

En cuanto a su recuperación, la clínica Somer de Rionegro reportó que tuvo una “evolución médica satisfactoria", lo que le permitió llegar directamente a su casa.

Durante su estadía allí a Ximena se le realizó la reducción de su fractura en la mano y se le colocó una férula para su esguince en el tobillo derecho. También se le hicieron cierres de heridas y varios lavados, como precisó la directora médica Ana María González.

Ximena fue dada de alta el viernes, pero por disponibilidades de vuelo aguardó hasta ayer en instalaciones de la clínica Somer, en donde hizo muchos amigos.

La directora médica manifestó su alegría por el alta de la boliviana: “Nos llena de satisfacción ver que Ximena sale recuperada de sus lesiones y con una excelente evolución médica. En medio de tanto dolor fue muy grato para nosotros ver la evolución de los tres sobrevivientes que llegaron a nuestra clínica.

Erwin Tumiri que con su sencillez se ganó el corazón de todos nosotros, Alan Ruschel un valiente de quien aprendimos mucho y que nos alegra enormemente verlo tan recuperado y Ximena quien se convirtió en parte de esta familia Somer. Estamos felices de haber sido testigos de estos tres milagros de vida”.

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