Brasil y Bolivia llevan adelante un proyecto de control aéreo para proteger las fronteras con los países vecinos y evitar la incursión de naves del narcotráfico. El convenio, denominado de cooperación “militar avanzada”, también toma en cuenta el entrenamiento de policías.
“El acuerdo incluye la disposición de aeronaves de ambos países para detectar los vuelos ilícitos y reprimirlos”, detalló el embajador de Brasil en Bolivia, Marcel Biato, en una entrevista con Los Tiempos en el trópico cochabambino, el viernes pasado.
El diplomático dijo también que el debate mundial sobre la legalización de las drogas es sano y positivo. Sin embargo, aclaró que en su país la despenalización no es un tema que esté en agenda.
Una de las tareas inmediatas en el marco de la cooperación bilateral es el trabajo programado para esta semana en Santa Cruz, entre las fuerzas aéreas de Bolivia y Brasil.
Biato detalla en esta entrevista los alcances del proyecto de monitoreo y control de cultivos excedentarios de coca con tecnología avanzada, donde también participa EEUU; de su duración, del rol que cumplirá cada país y otros temas.
¿Qué compromisos tiene Brasil con Bolivia?
En nuestro caso tenemos una serie de compromisos enmarcados es un plan de acción que se firmó al inicio del año pasado durante la visita de nuestro Ministro de Justicia. Otro, bastante ambicioso, de iniciativas que tienen que ver con el entrenamiento de policías y el intercambio de datos relacionados con laboratorios y análisis de la coca para saber la cantidad y origen.
También hay un trabajo importante de entrenamiento y trabajo en temas de derechos humanos y seguridad ciudadana dentro de la lógica de compartir el control social.
Además de eso, habrá una parte militar. A inicios del año tuvimos una reunión de los altos mandos de los países en que se firmó un proceso de cooperación militar avanzado pero que tiene un componente muy importante para la lucha antidroga, es el tema de seguridad fronteriza.
¿Exactamente cuándo iniciarán las pruebas y qué tipo de operaciones tiene previsto hacer?
En junio y julio habrá una operación maniobra aeronáutica que se llama “Brabol” que será la segunda vez que se pone en práctica. Habrá un sistema de aviones con radarización del lado brasileño que trabajarán en conjunto con aviones bolivianos para detectar casos de vuelos ilícitos y poder reprimirlos.
Es una etapa importante de control de frontera que tiene por supuesto un componente contra el narcotráfico.
¿Por cuánto tiempo se realizarán estas operaciones?
La idea es tener un trabajo permanente, como tenemos nosotros con varios otros países vecinos. Ahora tenemos con Colombia, con Perú, con Paraguay. A la vez se puede hacer un trabajo de blindaje en todo el continente de manera que todas las fronteras que no son respetadas por los narcotraficantes dejen de ser un paso para este tráfico ilícito.
¿Cuántas aeronaves dispondrá Brasil?
No podría hablar de un número de aeronaves puesto de que ahora estamos en una etapa de entrenamiento, pero después se verá cuantas sean necesarias para el control. Del lado boliviano son seis los K-8. Seguramente en su momento, cuando esto se consolide totalmente, que será en junio, tendremos los datos precisos.
En el marco del acuerdo trilateral entre Bolivia, Estados Unidos y Brasil, ¿cuál es el aporte de su país en el proyecto del nuevo sistema de monitoreo y medición de cultivos de coca?
El objetivo fundamental es que se trata de un proyecto piloto para desarrollar una tecnología que tiene el objetivo de ahorrar esfuerzos, recursos logísticos y, sobre todo, de introducir un elemento adicional en los estudios.
Entre los estudios está la información en línea, se conoce con rapidez la evaluación de los números, no hay que esperar meses. El segundo elemento es que se permite con flexibilidad acompañar nuevas áreas de siembra y las actuales.
Se puede detectar si hay una tendencia al cultivo de coca en zonas donde no estaban antes o donde ya se hizo la erradicación, eso nos da un nivel de conocimiento mucho más grande de precisión técnica sobre lo que pasa en el terreno.
En lo que respecta a Brasil, nosotros estamos brindando la información satelital que pasa por dos elementos: el terreno y la tecnología de informática y de interpretación de fotografía. De manera que uno pueda identificar dónde está o no está la coca para no confundirla con otros cultivos.
Con esta información y los GPS vamos a ver el ensayo práctico. Se puede confrontar esos datos que se saca y analiza a partir de la fotografía conectado al terreno y con los GPS se puede tener una precisión absoluta en relación a compaginar los datos sobre el terreno con los datos sobre la fotografía.
Eso nos da mucha más precisión, mucha más rapidez. Entrar y evaluar zonas por donde podría haber un avance de la droga o la resiembra en zonas ya erradicadas.
¿Con las imágenes satelitales también se pueden identificar fábricas de droga o sólo cultivos?
Sobre todo cultivos. Aunque la tecnología también permite identificar sensores de calor y otros elementos de laboratorios, pero lo fundamental es identificar los cultivos, si está migrando a otro sector o resiembra.
¿Cuánto tiempo va a durar este proyecto trilateral?
Es un proyecto de un año que nos permitiría conocer si es una tecnología eficiente y funcional.
Sobre la despenalización
Se ha propuesto como una alternativa a la lucha contra el narcotráfico la legalización de la droga. ¿Cree que sea una alternativa viable embajador Marcel Biato?
Yo diré lo siguiente, no es un tema que esté en agenda, es un asunto que algunas autoridades, estudiosos e investigadores manejan y hacen ver que esto responde a un cierto sentimiento de fatiga frente a un relativo fracaso de la lucha estrictamente restrictiva.
Hay un consenso universal muy amplio de que hay que combinar control de demanda —que es un tema muy importante en Brasil y muchos otros y que trabajamos también con Bolivia— y la represión.
Yo diría que este debate es sano es positivo. Es deseosa una demanda de repensar algunos aspectos y esto es positivo en la medida que nos provoca a todos a discutir los temas, pero la despenalización de las drogas no es un tema que esté en agenda.
La posición del Gobierno es de que no tiene perspectiva de éxito, sobre todo en un contexto donde no hay un consenso universal, y que todos los países se han dispuesto a trabajar juntos en el momento.
Entonces, es un tema relevante para el debate que se va avanzando, pero no es tema de agenda del momento.
“BLINDAJE”
Brasil plantea “blindar” las fronteras en la región para cerrar el paso a los narcotraficantes. El país vecino ya trabaja en ese objetivo con Perú, Paraguay y Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario