Un caza estadounidense F-18 se estrelló ayer en una zona residencial de Virginia Beach (Virginia, este) provocando daños materiales y seis heridos pero sin dejar víctimas mortales, según los primeros datos proporcionados ayer por los servicios de socorro.
“Un F/A-18D del escuadrón 106 se estrelló en Virginia Beach”, afirmó la Marina estadounidense en un comunicado.
El aparato cayó hacia las 12:05 hora local o 16:05 (GMT) poco después de su despegue de la base aeronaval de Oceana, situada a pocos kilómetros.
Una espesa nube de humo negro salía del lugar del siniestro, al menos cinco edificios de dos pisos estaban en llamas, según imágenes de la televisión estadounidense que mostraban a los bomberos tratando de limitar el incendio con nieve carbónica.
Otras imágenes mostraban los restos carbonizados del aparato bimotor. Los dos pilotos pudieron eyectarse, afirmó a AFP Mike Kafka, uno de los portavoces de la Marina, quien añadió que fueron trasladados al hospital local donde permanecen en observación.
Portavoces del Hospital Sentara Virginia Beach confirmaron que los dos pilotos están siendo atendidos en la zona de emergencias junto con otros cuatro civiles heridos. “Hay dos (atendidos) por inhalación de humo y uno ha sido ya dado de alta”, dijo a los medios de comunicación el portavoz Dale Gauding.
El jefe de bomberos de Virginia Beach, Tim Riley, anunció que por el momento no hay información sobre muertos, heridos o desaparecidos.
“Hasta donde sabemos no tenemos ninguna confirmación de que se hayan producido heridos sobre el terreno pero querría decir que se han producido daños importantes en cinco edificios”, dijo a la cadena CNN.
“Todos los edificios estaban ocupados pero por suerte no se ha informado de ningún desaparecido lo cual es una señal positiva. Tenemos que avanzar a través de cinco edificios dañados para hacer una búsqueda detallada”, añadió, precisando que los trabajos llevarían cierto tiempo.
Los bomberos de la ciudad han llevado a cabo dos entrenamientos para responder a este tipo de accidentes en el transcurso de los dos últimos años, afirmó. “Tenemos militares aquí, hemos mejorado nuestra respuesta, nos hemos entrenado en previsión de accidentes de esta envergadura”, declaró.
Los testigos explicaron que el avión cayó bruscamente y que la fuga de combustible pudo haber aumentado la violencia e intensidad del fuego.
El F-18 es el avión de caza de la Marina estadounidense y está en servicio desde la década de los años 80. El modelo ha sido vendido a numerosos clientes extranjeros.
El aparato accidentado pertenece al escuadrón 16 de la base Oceana, que sirve de “escuadrón de reemplazo” y su misión es entrenar a los pilotos de la Marina.
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