viernes, diciembre 02, 2016

El Gobierno aplica sanciones



El Ministerio de Obras, Servicios y Vivienda no ha recibido hasta ahora el informe sobre las condiciones en las que la aeronave de la compañía LaMia emprendió viaje el lunes por la noche desde el aeropuerto Viru Viru, y que se accidentó en el cerro El Gordo, en el municipio La Unión en Colombia, que causó la muerte de 71 personas. Ayer, el titular de esa cartera de Estado, Milton Claros, dispuso el alejamiento de los ejecutivos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana), Julio César Varela y Tito Gandarillas, respectivamente.

“Hemos dispuesto una investigación interna para ver todos los eventos y permisos otorgados a este incidente, en la parte operativa y administrativa”, dijo Claros. La indagación cubrirá además los capitales y la estructura con la que operaba el emprendimiento creado para vuelos chárter. Anticipó que se aplicará “todo el peso de la ley” en caso de que se establezcan responsabilidades sobre el siniestro, que se cobró la vida de 71 personas, entre ellas la mayoría de los jugadores del club de fútbol brasileño Chapacoense que debía disputar la final de la Copa Sudamericana en Medellín, y dejó seis supervivientes.

El ministro Claros aseguró que ambas unidades ejecutoras aplican controles normativos definidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). “No tenemos las certezas de cuáles han sido las fallas de la aeronave”, acotó.

La autoridad calificó de “certificación inicial” el documento que LaMia obtuvo en julio de 2015, que tenía un carácter indefinido y que autorizaba que funja como explotador de servicios aéreos. “Si ha habido una mala autorización, si no hubo un control de combustible, si hubo fallas técnicas, todo eso lo mostraremos una vez concluyan las investigaciones internas”, enfatizó.

En Santa Cruz, los responsables de las unidades regionales de control aéreo aseguraron tener una orden nacional para no hacer más comentarios hasta que se tenga un informe final de lo ocurrido. Mientras esto sucede, se supo que la funcionaria de Aasana que hizo observaciones al plan de vuelo de LaMia, Celia Castedo Monasterio, fue suspendida del cargo hasta que concluya el proceso de investigación.

No corre riesgo la certificación de Viru Viru
El Gobierno sostiene que la certificación de la terminal aérea cruceña de 4E, otorgada por la OACI, no corre riesgo ante el incidente, debido a que tuvo lugar cerca de una terminal aérea de Colombia y no dentro del territorio nacional.

“No tiene nada que ver el aeropuerto con el accidente de una aeronave. Las investigaciones a futuro demostrarán si hubo alguna falla”, aseguró la representación del Ministerio de Obras Públicas.

Los números de la DGAC
Según un informe de la Dirección de Aeronáutica, entre 2010 y 2015 se registraron 101 accidentes, incidentes graves y solo incidentes; en los últimos 10 años esa instancia otorgó 1.159 registros para la entrega de matrículas destinadas a la inscripción de aeronaves para operaciones locales.

Los datos, identificados en informes periódicos que esa instancia actualiza en su página, detallan que los accidentes e incidentes graves están vinculados a fallas en el motor, pérdida de control, agotamiento de combustible, pérdida de control en aterrizaje, problemas en las operaciones de aterrizaje y pérdida de potencia durante el proceso de despegue. Muchos continúan en investigación.

Certificado indefinido de LaMia
La DGAC dispuso, mediante resolución administrativa N.º 716 de fecha 29 de noviembre (un día después del accidente, aunque solo se hizo público ayer), “la suspensión de manera inmediata del Certificado de Explotador de Servicios Aéreos y del permiso de operación otorgado a la empresa LaMia Corporation SRL”.

En abril, esa compañía informó de que en diligencias de certificación, oficinas y alquiler de aviones LaMia había invertido $us 500.000. En ese entonces se señalaba que la autorización para operaciones fue emitida en noviembre de 2015 y que sus operaciones eran solo de alcance nacional, aunque el reporte oficial de la Dirección Aeronáutica sostenía que operaba desde enero.

Obras Públicas explica que dicho documento era inicial y que posteriormente la empresa debía realizar una serie de trámites detallando las aeronaves con las que iba a operar, las rutas y el personal del que disponía. En la víspera, un directivo de LaMia explicó que la única nave que logró autorización para volar fue la que se siniestró cerca de Medellín y que las otras dos, que están en refacción en Cochabamba, pertenecen a una compañía con el mismo nombre, pero en Aruba

Contó lo que ocurrió
Controladora es amenazada
En una emotiva carta, la controladora aérea Yaneth Molina, que desde el aeropuerto José María Córdova de Rionegro intentó coordinar el aterrizaje del avión LaMia que se estrelló el lunes, expresó el difícil momento por el que atraviesa.

“Puedo afirmar con absoluta certeza que de mi parte hice lo humanamente posible y lo técnicamente obligatorio para conservar la vida de esos usuarios de transporte aéreo. Lamentablemente, mis esfuerzos resultaron infructuosos por las razones que son de todos ustedes conocidas”, indica Molina en la misiva que hizo llegar a los medios.

“Lamentablemente, por causa de mis colegas periodistas he conseguido que personas ignorantes, ajenas a este oficio y que ignoran los procedimientos, amenacen mi integridad física y mi tranquilidad personal”, reclamó la controladora, que estuvo en contacto con el piloto Miguel Quiroga por más de nueve minutos, antes de la caída del avión en tierra colombiana.

Seguridad aérea de Colombia
Eevelan que el avión debió salir de Cobija
La declaración del secretario de Seguridad Aérea de Colombia, Freddy Bonilla, precisó que el trámite administrativo del vuelo que gestionó la empresa LaMia para poder ingresar al espacio aéreo colombiano tenía como origen “Cobija, al norte de Bolivia, y no el aeropuerto Viru Viru, mucho más distante".

“No lo habíamos autorizado tal como se hizo -de Viru Viru, Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), a Medellín-”, insistió Bonilla en declaraciones a AM 950 Radio Belgrano, sino de un aeropuerto que se ubica en Cobija, "mucho más al norte de Bolivia, en el límite con Perú y Brasil".
La afirmación de la autoridad aérea colombiana deja por sentado que la nave no tenía la capacidad técnica operativa necesaria para cubrir los más de 2.900 kilómetros, distancia que hay entre Viru Viru y Río Negro, en cercanías con Medellín.

Bonilla señaló que tras el accidente constataron que ese vuelo había despegado de manera irregular y no "como estaba registrado administrativamente". Además, afirma que ellos "no habían autorizado el vuelo de la manera en que se dio".
Finalmente aseveró que cuando actúa como autoridad aérea de origen del vuelo y no de destino como en este caso “no permitimos que una aeronave presente plan de vuelo si no cumple con requisitos en la capacidad operativa y técnica, entre los que se encuentra el combustible”.

LAS CAJAS NEGRAS
Alfredo Bocanegra, director de Aviación Civil de Colombia, declaró durante una entrevista a Radio Mitre que “las cajas negras están en poder de las autoridades”. “Tenemos la trazabilidad de todos los temas que tuvieron relación entre la torre de control y la nave de LaMia antes de que se desplomara en espacio aéreo colombiano", dijo Bocanegra y previó que será mucho más rápida la investigación, que por lo general tarda alrededor de un mes

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