Volvieron al último lugar donde pisaron tierra. Los restos de cuatro de los cinco bolivianos fallecidos en la tragedia del Chapecoense arribaron la tarde de ayer, viernes, al aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz.
Los cuatro formaban parte de la tripulación del avión CP 2399 de la aerolínea LaMia, que se estrelló e9n un cerro colombiano, cercano al aeropuerto Rionegro, de Medellín.
La última vez que los bolivianos estuvieron en Viru Viru fue el lunes 28 de noviembre, cuando con sonrisas recibieron en su avión al plantel del equipo de fútbol brasileño Chapecoense, que viajaba a Colombia a jugar la final de la Copa Sudamericana.
El sueño del campeonato se convirtió en tragedia. 71 personas fallecieron y sólo seis sobrevivieron al siniestro, entre ellos dos miembros de la tripulación de nacionalidad boliviana: Erwin Tumiri y Ximena Sánchez.
Los cuerpos repatriados y que llegaron a Santa Cruz son los de: Ovar Goytia (copiloto), Sisy Arias (que figura como segunda al mando en la lista de tripulantes), Romel David Vacaflores (asistente) y Alex Quispe (despachante).
Los restos de estas personas fueron traídos a Bolivia en un avión de la Fuerza Aérea, que también trajo el cuerpo del piloto Miguel Quiroga.
Antes de llegar a la capital cruceña, la aeronave militar hizo una parada en Cobija, para dejar el féretro de "Miki" que era pandino.
Tanto en Pando como en Santa Cruz, los cuerpos de los fallecidos en la tragedia fueron recibidos con mucho llanto y expresiones de dolor de sus familiares.
Un tío de Sisy Arias recordó a la joven piloto como una "mujer luchadora, y ejemplo de madre de familia". Los familiares de los otros fallecidos también estuvieron presentes y expresaron su tristeza con llanto.
El viceministro Julio Villa, que viajó a Colombia para hacer las gestiones de repatriación, manifestó que las autoridades colombianas colaboraron para que los cuerpos sean entregados en corto tiempo.
ESCOLTA
Escoltados por efectivos de la Policía Militar, los ataúdes del copiloto Ovar Goytia, los sobrecargos Sisy Arias y David Vacaflores, y el técnico Álex Quispe fueron entregados a sus familiares, en medio de intensas muestras de dolor.
La entrega oficial de los restos fue hecha por los ministros de Defensa, Reymi Ferreira, y de Gobierno, Carlos Romero, y una comisión de autoridades que viajó a Medellín para hacer los trámites de repatriación.
Tras su descenso, oficiales de la FAB rindieron honores a los fallecidos con un minuto de silencio, mientras las personas presentes expresaban su dolor con lágrimas incontenidas.
Cada féretro fue depositado en carros fúnebres que estaban a las salidas de la pista del aeropuerto y en ese trayecto se desarrolló un cortejo con el acompañamiento de la banda de la FAB, que interpretó boleros de caballería.
De inmediato, los vehículos se trasladaron al salón velatorio de Las Misiones, donde se ha instalado una capilla ardiente para que la población pueda dar el último adiós a los tripulantes de la aerolínea siniestrada. (Erbol y ABI)
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