Una botella de plástico fue el tesoro de Minor Vidal, único sobreviviente del vuelo Santa Cruz-Trinidad de la aerolínea Aerocon, pues le permitió guardar su propio orín y agua que podía encontrar en su camino para poder aliviar su sed.
Antes del impacto de la aeronave "no escuchó nada" ni de los pilotos, nada, luego "simplemente el golpe y en ese momento los gritos de la gente" y quedó en oscuridad, relató la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, indicando que así le había relatado la esposa de Minor Vidal.
Ya en la oscuridad "escuchaba, aparentemente, las voces todavía de algunas personas". Pasado un tiempo, no se precisa cuánto, el sobreviviente pidió calma a sus compañeros de viaje y de infortunio y les indicó que guardaran calma.
Los fallecidos en este accidente son: Daniel Montenegro, Gilberto Gutiérrez, Sergio Marañón, Eddy Martínez, Oscar Valencia, Willam Lara, junto a los tripulantes Santiago Román y Mauricio Vlajovic.
Al día siguiente, miércoles, logró salir del avión, era el pasajero del último asiento, recién pudo constatar que los otros seis viajeros y dos tripulantes estaban muertos, relató la autoridad en declaraciones realizadas a los medios gubernamentales.
Minor buscó luces de bengala, que no las encontró, luego dio con relojes de plástico que los unió para que le sirvieran de sujetadores, recogió unos celulares, un encendedor y una "botellita" que le sirvió de recipiente.
Esta botella fue un tesoro, pues, le permitió reunir líquidos para beberlo en la travesía y la permanencia en el bosque, puesto que todavía debía pasar dos noches más, el viernes por la mañana fue hallado.
Para la Ministra de Defensa el desastre del avión de Aerocon deja como lección destacable la unidad, la solidaridad de los bolivianos, el trabajo coordinado, pero sobre todo el coraje de Minor Vidal.
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