A las 9:47 de ayer, el avión de BOA aterrizó en la franja del aeropuerto Juana Azurduy; extraoficialmente se conoce que tocó pista más adelante de lo habitual, por lo que derrapó unos 30 metros quedando de costado con la goma reventada del tren delantero.
El comunicado de BOA se limita a señalar que la nave “presentó un percance al concluir el aterrizaje durante el viraje para ir a posición final de estacionamiento, provocando que se salga de la pista a velocidad controlada”.
El jefe de aeropuertos de AASANA, Ramiro Juanes, dijo que el personal tocó la alarma y los carros bomberos fueron al lugar del incidente. Por protocolo de seguridad, lanzaron agentes extintores (agua y espuma) a la aeronave para refrigerarla, pese a que no hubo ningún incendio.
En la aeronave se encontraban 129 pasajeros que fueron trasladados en dos buses de BOA, así como en taxis que hacen servicio desde el aeropuerto.
Según relatos de algunos pasajeros, el nerviosismo y el susto y hasta el pánico se apoderaron de muchos de ellos ya que cuando paró la nave no se abrió la puerta de desembarque, algo que preocupó. Hubo alarma general y quejas por la falta de una comunicación rápida.
Algo similar pasó en la sala de preembarque, los pasajeros que debían viajar tuvieron que esperar, mientras se entretejían varias hipótesis del incidente.
El imprevisto obligó a cerrar operaciones en el aeropuerto, en principio por dos horas, pero la nave no pudo ser remolcada por una grúa hasta las 15:30.
Por el incidente dos aeronaves que llegaban de Santa Cruz y La Paz y que debían aterrizar en Sucre entre las 10:30 y 11:00, fueron desviadas a Cochabamba y a la capital cruceña porque el aeropuerto estaba cerrado.
A las 15:40 nuevamente se habilitó el aeropuerto y siete vuelos de las diferentes empresas con destinos a Cochabamba, Santa Cruz y La Paz se regularizaron.
Hasta anoche, ni la empresa aérea, ni la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), emitieron más informes.
El responsable de la DGAC, Anacleto Torrico, dijo que hoy una comisión técnica revisará el avión que está estacionado en el aeropuerto Juana Azurduy de Padilla, para luego emitir un reporte final.
Fuentes extraoficiales remarcaron que el cierre del aeropuerto y la revisión responden a normas internacionales. La nave ya estaría operable.
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