Soria lamentó que los problemas internos del sector se tuvieran que hacer públicos. Considera que fue la única manera de que la Aduana los tome en serio y atienda sus problemas.
_¿Cuál es el balance del sector en esta gestión?
En Bolivia, el sector no se encuentra pasando por uno de sus mejores momentos ya que existe una fuerte presión; no solo por carencias operativas de controles del Estado como Migración o como los excesos de Aduana, entre otros, sino que se puede advertir un profundo mensaje de rechazo al transporte aéreo en su conjunto.
Esto se logró apreciar con mayor fuerza los meses de noviembre y el mes que concluye donde el sector se vio en la necesidad de hacer públicas sus demandas con el objetivo de obtener atención y soluciones claras y precisas de parte del Estado.
_¿Desde cuándo está vigente la norma que autoriza a la Aduana a pedir datos de los pasajeros?
Desde el 2008. La norma fue modificada y endurecida a partir de 2011, sin comprender efectivamente las imposibilidades y limitaciones del sector. Es importante aclarar que las aerolíneas no se niegan a la entrega de información, sino que pide flexibilizar el mecanismo de entrega en calidad de la información a ser transferida como en los tiempos límites de envío.
_¿Cuáles son los puntos nuevos que se incorporan al manual de operaciones y desde cuándo entró en vigencia?
Este documento entró en vigencia el 14 de octubre de 2015 pues en agosto llegó una versión incompleta, el mismo establece soluciones al ingreso de información de infantes y tripulaciones en tránsito sin los cuales era imposible cumplir con el envío satisfactorio de la información, pues el sistema lo consideraba incompleto.
Con la incorporación de ambas figuras se permite el envío de información y los observados son sujetos a complementación posterior, aclarando que aún se halla pendiente de fijar el tiempo que se tiene para efectuar estas enmiendas y la posibilidad efectiva de las aerolíneas de contar con la información requerida.
Es por ello que el sector rechaza las contravenciones impuestas en los periodos 2012, 2013, 2014 y la presente gestión que a la fecha suman la irracional suma de 2,5 millones de dólares, sin contar con una cantidad nueva de notificaciones que por el momento han quedado en suspenso.
_¿En su criterio, cuál es el propósito de la nueva normativa de la Aduana?
La Aduana hizo conocer que con este sistema pretenden controlar el uso adecuado de franquicias; además de tener un mejor control de los equipajes de los pasajeros.
Sin embargo, pretenden asignar toda la responsabilidad por este control al transportista, sin considerar que las líneas aéreas tenemos como prioridad el desarrollo de operaciones seguras y dentro de los tiempos previstos.
Cualquier esfuerzo por contribuir con entidades como la Aduana debiera ser colateral y dentro del respeto de los tiempos de trabajo de los contribuyentes, en este caso de las aerolíneas; amén de que las líneas aéreas tienen procedimientos estándar a escala mundial y, para el colmo, no son dueñas de los sistemas tanto de reservas como de chequeo de pasajeros.
_¿Consideran que con estas reglamentaciones el contrabando será menor?
De ninguna forma, todos sabemos cuál es el ingreso tradicional de contrabando y dónde se lo vende; podemos asegurar que el aeropuerto no es uno de esos.
_¿Cree que las líneas aéreas extranjeras están evaluando dejar de operar en el país?
No es descabellada una decisión de estas características por el irracional y abusivo trato recibido durante el lapso de tres años seguidos; especialmente cuando no se respetan los procedimientos mundiales.
_¿Para el próximo año, cuáles son los objetivos planteados por ALA?
Esperamos incrementar operaciones y apuntamos al ingreso de nuevas compañías aéreas siempre y cuando el Estado comprenda que no es posible seguir cargando multas, tasas y demás exigencias, tales como las de Aduana, Migración y Turismo.
_¿Qué otros aspectos se deben mejorar y cuáles resaltar?
Es imperante contar con una mayor cantidad de personal capacitado en los controles migratorios. Un punto para destacar y resaltar es la sustancial mejoría en nuestro trato con el personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn).
_¿Cuando optaron por parar sus servicios no corrían el riesgo de perder sus licencias para operar?
No, porque las licencias responden a un procedimiento administrativo por parte de la autoridad competente. Sin embargo, la intransigencia de Aduana puso en su momento en riesgo que las compañías aéreas revisen su decisión de continuar en el país, que a todas luces tendría peores consecuencias.
_¿Cómo llegan a un acuerdo para evitar las medidas de presión?
Se abrió un espacio de diálogo sincero y de celebración de acuerdos con la consigna de cumplir con ellos, sin que sea necesario ejercer presión de cualquier naturaleza. Por eso frenamos los paros
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