El presidente del Servicio de Impuestos Nacionales, Roberto Ugarte Quispaya, reveló este lunes que luego de la nacionalización de la empresa de Servicios de Aeropuertos Bolivianos (SABSA), se detectaron varias irregularidades en los descargos impositivos que realizaron los ex gerentes de esa empresa y que podrían ser sancionados de tres a seis años de prisión.
"De acuerdo a esta investigación que se ha realizado, el Gerente -que tenía su sueldo de más de 127 mil bolivianos al mes-, tiene deudas pendientes. Se ha identificado que presentó facturas falsas", dijo el Presidente del SIN en un breve encuentro con los medios de comunicación.
En ese marco, el Presidente del SIN explicó que no se trata del único caso, puesto que también se detectó que varios otros funcionarios de SABSA, que gozaban de jugosos salarios, evadían a Impuestos Nacionales con facturas "truchas". "Igual los vamos a fiscalizar a esos gerentes que han tenido sueldos altos y que no han presentado facturas legales", aseveró la autoridad impositiva.
Según explicó la autoridad, una vez iniciada la fiscalización se iniciará un proceso penal que podría devenir en una sanción de tres a seis años de cárcel. "Vamos a recuperar la deuda y vamos a ver la gravedad, incluso esto puede originar un proceso penal por defraudación tributaria", dijo Ugarte a los medios y al ser consultado sobre la sanción, señaló que "la defraudación tributaria, de acuerdo al Código tributario, es de tres a seis años de cárcel". Sin embargo, el Presidente del Sin afirmó que aún no conoce el monto final que habría significado la evasión impositiva, debido a que continúa el proceso de investigación.
La documentación a la que accedió ANF señala que la Asistente de Gerencia percibía un salario nominal de 14.382 bolivianos; mientras que la encargada de Presupuesto cobraba 25.211 bolivianos; el Gerente de Recursos Humanos percibía 28.156 bolivianos; el Gerente de Desarrollo llegaba a cobrar 28.779 bolivianos.
La investigación en curso -según el Presidente del SIN- aún no arroja datos preliminares, pero la evidencia apunta a esos gerentes que ganaban por encima de los 10.000 bolivianos y descargaban con facturas falsas
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