SOBREVIVIENTE | A CASI TRES AÑOS DE SU ACCIDENTE, CONVERSAMOS CON MINOR VIDAL, EL ÚNICO SOBREVIVIENTE DEL INCIDENTE AÉREO DE LA EMPRESA AEROCON EN EL BENI.
Durante tres noches sobrevivió a la selva beniana, nunca tuvo entrenamiento de supervivencia, ni siquiera fue “boy scout”, pero logró vencer el desamparo de un fatal accidente aéreo, que cobró ocho vidas, gracias a su instinto y pensamientos positivos.
Minor Vidal es el único sobreviviente del accidente de la línea aérea Arecon sucedido en septiembre de 2011. Actualmente sigue trabajando en la empresa SAE, donde trabajaba desde antes del accidente, vive en La Paz y hace sus chequeos médicos en Cochabamba, en la Clínica de Los Olivos, donde fue atendido tras ser encontrado en el monte por el comando de la Fuerza de Tarea Diablos Azules.
En esta entrevista con OH!, Minor Vidal habla sobre todo lo que aprendió tras sobrevivir y cómo su prioridad es la vida y sigue agradecido por conservarla.
OH!: ¿Cómo está?
Estoy bien, contento, siempre hay malestares, pero no son graves por suerte.
OH!: ¿Cuál ha sido la mayor consecuencia del accidente?
El pulmón y las costillas. Tenía 5 costillas rotas, de esas algunas estaban con doble o triple fractura y perforaron mi pulmón. Cuando me internaron en la Clínica Los Olivos, dejó de funcionar mi pulmón izquierdo, se encogió y tuvieron que meterme a Terapia Intensiva y estuve casi una semana con oxígeno.
OH!: Además de los efectos en su salud, ¿cómo ha cambiado su vida después del accidente?
En realidad yo sigo siendo el mismo; evidentemente valoro más la vida y las cosas, a parte de que he aprendido mucho en el accidente y trato de transmitir eso a la gente. Me invitan a dar conferencias de automotivación y autosuperación, ahí no muestro el accidente, la parte amarillista, sino lo que uno puede aprender ante ciertas circunstancias, la capacidad del ser humano de reaccionar ante ciertos obstáculos, a veces uno no se conoce. Por ejemplo, a mí me podían haber pasado muchas cosas cuando estuve en la selva después del accidente, pero yo he aprendido a automotivarme, a anular todo lo negativo, no esperar a que alguien me diga todo lo que debía hacer.
OH!: ¿Cómo logró sobrevivir?
Yo veía todo como algo positivo y eso me servía. No me dejé llevar por la impresión, porque cuando salí del avión vi las imágenes de los cuerpos (muertos) y me impactó mucho, estuve casi un minuto en shock, no podía creer lo que estaba viendo, pero no me dejé llevar por eso y seguí. Yo pasaba diferentes etapas, durante un momento, cuando salí caminando del avió, me quedé apoyado en un tronco y comencé a pensar en qué pasaría si no volvía a ver a mi familia, ese rato parece que alguien me hubiera agarrado y me hubiera dicho, tú te levantas y comienzas a caminar. Pensaba hasta en lo más sencillo, como tomar una Coca Cola cuando me encuentren, ese tipo de pensamientos me servían.
OH!: ¿Cree que valoramos lo que tenemos?
Lo que está pasando ahora es que los jóvenes no valoran las cosas y eso es culpa de los papás, porque les dan todo, no les cuesta nada conseguir un celular o un auto, en el accidente uno de mis objetos más preciados era una botellita de plástico de 300 ml. Gracias a esa botellita he sobrevivido, ahí depositaba mi orín para no deshidratarme.
No valoramos lo que tenemos, eso trato de enseñar a la gente en los seminarios. A veces las cosas pequeñas no son tomadas en cuenta, pero pueden salvarnos la vida como esa botella de plástico, que fue la que me dieron en Aerecon.
OH!: ¿Alguna vez pensó estar en una situación como la de accidente?
No, en ese momento se me venían muchas cosas a la cabeza.
OH!: Todo lo que hizo para sobrevivir ¿fue instintivo?
Sí, yo recuerdo que en algunos medios decían que era “boy scout” y que había pasado cursos de sobrevivencia y nunca he sido boy scout ni he pasado cursos. Me gusta el campo, cuando vivía en Trinidad iba a pescar con los del lugar y veía algunas cosas que ellos hacían, por ejemplo cuando llegué a un pozo de agua estancada, recordé que alguna vez vi que los pescadores purificaban el agua con su ropa, usaban el tejido para filtrar el agua, cuando llegué a uno de esos pozos hice lo mismo con mi chompa, obviamente no se filtra muy bien, pero me servía mucho para tomar. Tomar mi propio orín se me ocurrió ese rato, porque estuve encerrado 14 horas en el avión, salí en la mañana y estaba sin tomar agua y comencé a buscar si en el avión había botellas, pero no había nada, entonces no me quedó otra que sobrevivir. El orín es caliente, entonces yo cavaba la tierra, porque esa zona es húmeda, entonces enterraba mi botella con orín para enfriarlo y beberlo.
OH!: ¿Ha seguido volando?
Claro, después del accidente, cuando me encontraron tuvieron que trasladarme a Cochabamba en avión, no quedaba otra opción. En 2011 me llevaban a todo lado y en avión, para entrevistas, etc. Llegó diciembre y ya estaba cansado de todo, a donde iba me llamaban para entrevistas y no es que no me guste, puedo hablar del accidente, pero justo después era mucho para mí y estaba cansado. Fui a Sucre y me encerré en la casa de mis papás durante todas mis vacaciones, no quería ver ni a mis amigos, era lo mismo y yo estaba muy cansado.
OH!: ¿Algunos medios decían que se iba hacer una película con su experiencia?
Sí, la gente comenzó a hablar y especular muchas cosas, en mis planes no estaba nada de eso. El año pasado hubo otro accidente de Aerocon en Riberalta, me sorprendí cuando los parientes y las personas que estuvieron en ese accidente me llamaron, pero me llamaron para preguntarme qué hice, si recibí seguro… esas cosas. Recuerdo que cuando estaba en recuperación me llegaron papeles de un consorcio de abogados de Estados Unidos para que meta juicio a Aerocon y a la empresa que fabricó los aviones y yo decía no. Hasta buscaban a mi familia para convencernos de que debíamos hacer juicio, pero yo estaba feliz de estar con vida y todos los que han muerto en ese accidente hubieran querido estar en mi posición, he tenido la oportunidad de vivir después de semejante accidente.
OH!: ¿Nunca pensó en juicios?
Nunca nos pasó por la mente meter juicios. Las personas son distintas, los del accidente de Riberalta me llamaron solo para saber qué abogado había contratado. Yo creo que lo más importante es estar con vida, pero lamentablemente se prioriza el dinero.
OH!: ¿Cuándo comenzó a dar conferencias?
El mismo año del accidente, gracias al dueño de la empresa en la que trabajo, SAE. Primero me preguntó si podía elaborar una charla de automotivación y armé la cosa. Era para las regionales dentro de la empresa, de ahí se enteraron otras empresas que yo estaba dando ese tipo de charlas y me pidieron que lo haga para sus empleados.
OH!: ¿En qué se centran las charlas?
En que debemos asumir decisiones y no frenarnos por miedo al fracaso, hablo del accidente, pero no me enfoco en eso.
OH!: ¿Cambiaría algo de su vida hasta ahora?
No, estoy contento, no cambiaría nada, he sufrido accidentes de todo tipo pero no. Estoy agradecido por lo que he vivido y por lo que Dios me ha dado, uno aprende de los errores y fracasos, no veo los errores como algo negativo sino como una enseñanza para después hacer las cosas bien.
Perfil Minor Vidal
Minor Vidal nació en Sucre el 7 de diciembre de 1975. Estudió Administración de Empresas, trabaja en SAE, tiene 2 hijas y está casado con Mariela Yáñez. Actualmente vive en La paz. Fue el único sobreviviente del accidente aéreo que cegó la vida de ocho pasajeros. En septiembre de 2011, después de tres días de rastrillaje, fue encontrado con vida.
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