Por unos días, hasta que pase el Carnaval, las medidas contra el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) se harán esperar. Las autoridades quieren conocer el informe técnico para emitir una evaluación de lo que realmente pasó con el vuelo chárter de una nave de esta empresa, que se accidentó en las cercanías de Trinidad (Beni), el anterior viernes. El LAB alquiló un Boeing 727-200 a Transporte Aéreo Militar (TAM) para que operara bajo la modalidad chárter.
El viceministro de Transportes, José Kinn, manifestó que el Gobierno no quiere apresurarse con emitir una medida inmediata, pues “el caso es delicado y amerita una evaluación profunda de esta situación”. Agregó que la Superintendencia de Transportes y la Dirección General de Aeronáutica están investigando y que en los próximos días se reunirán para coordinar las acciones que se adoptarán.
De todos modos, Kinn enfatizó que la ‘Súper’ de Transportes con la DGAC tuvieron una desinteligencia, puesto que la primera prohibió los vuelos chárter, mientras que la segunda los avaló.
Por su parte, el director de la DGAC, Ricardo Javier García, indicó que la tripulación del avión, comandada por Roberto Lobo, entregó dos grabadoras, la de voz y la de registro de datos técnicos, que serán revisadas para conocer los detalles de este accidente, que no provocó ninguna víctima, pero que dejó a la aeronave inutilizada a unos 10 kilómetros de Trinidad, entre el camino a Loma Suárez y Puerto Ballivián.
Lo curioso del caso es que el LAB es la única empresa en Bolivia que tiene los equipos técnicos para escuchar las grabaciones de las cajas de color anaranjado o ‘negras’, como se las conoce comúnmente. García dijo que no cree que las grabaciones sean borradas por personal del LAB, ya que ese material está en manos de los dos peritos de la DGAC. Añadió que el miércoles próximo se conocerá el informe técnico, puesto que también se tiene que tomar declaraciones a los tripulantes de la nave.
Según el ejecutivo de la DGAC, el accidente aéreo del LAB nada tiene que ver con que haya sido un vuelo chárter, pues pudo ocurrirle a un vuelo regular de cualquier empresa. García sostiene que el percance de la nave es estrictamente técnico, de responsabilidad de esa empresa.
Según García, el Boeing 727-200 llevaba en su interior a 152 pasajeros mayores y a 7 menores de dos años.
Por su parte, el dirigente de la Federación de Trabajadores del LAB, Gustavo Vizcarra, anunció que la empresa seguirá operando los vuelos chárter, ya que cuentan con cuatro naves propias: una de ellas se encuentra lista para volar, mientras que un segundo avión está en reserva para operar.
Consultado sobre la posibilidad de que el LAB sea sancionado por las autoridades aeronáuticas, Vizcarra se mostró incrédulo por que eso suceda puesto que argumentó que “otra empresa de la competencia, como AeroSur, tuvo hace algunos meses en Asunción y en el país problemas técnicos y ninguna autoridad le dijo nada”.
Pericia del piloto evitó una catástrofe
El ex dirigente de la Federación de Pilotos del LAB Richard Vaca destacó que la experiencia profesional del piloto Roberto Lobo evitó una catástrofe.
Según Vaca, no existen los procedimientos para realizar un aterrizaje de emergencia de un Boeing. “No está en nuestros procedimientos como pilotos poder efectuar ese aterrizaje”, destacó.
Vaca dijo que habló con el piloto y éste le explicó que entre La Paz y Cobija había mal tiempo y que tuvo que usar antihielo, lo que gasta más rápido el combustible. “Lo que hizo Roberto Lobo es un hecho inédito, dio la posibilidad de que se salven vidas, eso es un acto heroico”, apuntó.
El viceministro de Transportes, José Kinn, manifestó que el Gobierno no quiere apresurarse con emitir una medida inmediata, pues “el caso es delicado y amerita una evaluación profunda de esta situación”. Agregó que la Superintendencia de Transportes y la Dirección General de Aeronáutica están investigando y que en los próximos días se reunirán para coordinar las acciones que se adoptarán.
De todos modos, Kinn enfatizó que la ‘Súper’ de Transportes con la DGAC tuvieron una desinteligencia, puesto que la primera prohibió los vuelos chárter, mientras que la segunda los avaló.
Por su parte, el director de la DGAC, Ricardo Javier García, indicó que la tripulación del avión, comandada por Roberto Lobo, entregó dos grabadoras, la de voz y la de registro de datos técnicos, que serán revisadas para conocer los detalles de este accidente, que no provocó ninguna víctima, pero que dejó a la aeronave inutilizada a unos 10 kilómetros de Trinidad, entre el camino a Loma Suárez y Puerto Ballivián.
Lo curioso del caso es que el LAB es la única empresa en Bolivia que tiene los equipos técnicos para escuchar las grabaciones de las cajas de color anaranjado o ‘negras’, como se las conoce comúnmente. García dijo que no cree que las grabaciones sean borradas por personal del LAB, ya que ese material está en manos de los dos peritos de la DGAC. Añadió que el miércoles próximo se conocerá el informe técnico, puesto que también se tiene que tomar declaraciones a los tripulantes de la nave.
Según el ejecutivo de la DGAC, el accidente aéreo del LAB nada tiene que ver con que haya sido un vuelo chárter, pues pudo ocurrirle a un vuelo regular de cualquier empresa. García sostiene que el percance de la nave es estrictamente técnico, de responsabilidad de esa empresa.
Según García, el Boeing 727-200 llevaba en su interior a 152 pasajeros mayores y a 7 menores de dos años.
Por su parte, el dirigente de la Federación de Trabajadores del LAB, Gustavo Vizcarra, anunció que la empresa seguirá operando los vuelos chárter, ya que cuentan con cuatro naves propias: una de ellas se encuentra lista para volar, mientras que un segundo avión está en reserva para operar.
Consultado sobre la posibilidad de que el LAB sea sancionado por las autoridades aeronáuticas, Vizcarra se mostró incrédulo por que eso suceda puesto que argumentó que “otra empresa de la competencia, como AeroSur, tuvo hace algunos meses en Asunción y en el país problemas técnicos y ninguna autoridad le dijo nada”.
Pericia del piloto evitó una catástrofe
El ex dirigente de la Federación de Pilotos del LAB Richard Vaca destacó que la experiencia profesional del piloto Roberto Lobo evitó una catástrofe.
Según Vaca, no existen los procedimientos para realizar un aterrizaje de emergencia de un Boeing. “No está en nuestros procedimientos como pilotos poder efectuar ese aterrizaje”, destacó.
Vaca dijo que habló con el piloto y éste le explicó que entre La Paz y Cobija había mal tiempo y que tuvo que usar antihielo, lo que gasta más rápido el combustible. “Lo que hizo Roberto Lobo es un hecho inédito, dio la posibilidad de que se salven vidas, eso es un acto heroico”, apuntó.
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