El Gobierno tranquilizó a la población que usualmente utiliza los servicios aéreos para trasladarse a las ciudades del país y para salir al extranjero, luego de la seguidilla de incidentes aéreos después del accidente del Boeing 727-200 del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), que terminó dando un 'panzazo' con suerte en un bosque cercano a la ciudad de Trinidad.
Posteriormente, otra nave de AeroSur tuvo otro incidente provocado por el mal tiempo reinante en el aeropuerto de El Alto, en La Paz, en el que las puertas de emergencia no se abrieron, según indicaron pasajeros a medios de comunicación paceños.
Luego la compañía estadounidense American Airlines (AA) también dio un gran susto a ciudadanos bolivianos que venían de Miami, al incendiarse el fuselaje izquierdo, pero que felizmente tuvo un desenlace seguro.
Asimismo, pasajeros que tradicionalmente realizan viajes a las ciudades del eje troncal y a otras poblaciones bolivianas en diversas empresas aéreas, alertaron que de vez en cuando se produce uno que otro incidente porque, supuestamente, hay aeronaves que parecen 'chatarra'.
En este sentido, el Gobierno, para evitar cualquier situación que comprometa la seguridad de los usuarios, instruyó a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) que las revisiones cotidianas que efectúan los inspectores a las aeronaves, después de cada vuelo, se las realice con la mayor rigurosidad, según indicó el viceministro de Transportes, José Kinn. "Hemos enfatizado en que tengan mayor celo y mayor cuidado en la inspección que hacen", apuntó.
Esta autoridad tranquilizó a los pasajeros de las aeronaves y aseguró que la gente puede estar tranquila al tomar un avión, pues los controles técnicos que hacen son estrictos y de manera permanente.
Kinn fue claro al indicar que en el país no entran aviones chatarra, pues los controles internos y externos de organismos como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que apoya de manera permanente a la DGAC de Bolivia, se aplican de acuerdo con las normas aeronáuticas que rigen a escala mundial y de las que Bolivia no puede apartarse.
En el caso de las naves de American Airlines, Kinn dijo que las normas estadounidenses son rigurosas y que la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA) realiza el control de las naves de ese país de forma intensa.
En relación con el accidente del avión del LAB y del incidente de la nave de AeroSur, el viceministro anunció que el informe estará listo la próxima semana. De igual modo, respecto a la máquina de Aerolíneas Sudamericanas (AS) que fue impugnada por AeroSur, supuestamente porque le falta el chequeo C y esto puede ser una razón de inseguridad, Kinn afirmó que un técnico de la OACI trabaja en este tema y que además está por llegar al país un especialista de la empresa fabricante Boeing para dar un informe definitivo.
Víctor Pacheco, presidente de AS, aseguró que el avión que tiene su empresa es técnicamente seguro y que las observaciones de AeroSur son porque quiere seguir sola en el mercado, sin competidores.
Por su parte, Abdón Porcel, director de Regulación de la Superintendencia de Transportes, enfatizó que en el país la norma boliviana de aeronavegación es casi similar a la de Estados Unidos, lo que garantiza que las operaciones aéreas sean seguras.
EL DEBER consultó a varios pilotos y ex pilotos, quienes coincidieron en apuntar que en Bolivia no entran aviones ‘chatarra’, pues las normas son controladas de forma cruzada, tanto por la DGAC, el fabricante y organismos como la OACI y la FAA.
Además de ello, señalan que la calidad aeronáutica en Bolivia es elevada, y que incluso por este motivo muchos tripulantes bolivianos y técnicos en mecánica de aviación están trabajando en otras empresas aéreas internacionales.
"Bolivia es un país aeronáuticamente muy seguro y lo ha sido durante muchísimos años, y la empresa que más segura ha sido es el LAB porque ha cumplido con estándares estadounidenses en cuestiones de naves", dijo Mario Gamarra, con una experiencia de casi 20 años como piloto de aerolíneas nacionales, tanto en AeroSur como en el LAB.
Datos aeronáuticos
- De acuerdo con el sector aeronáutico boliviano, los pilotos que estaban en el LAB y que emigraron al extranjero están trabajando en los Emiratos Árabes, en Panamá y también en Chile, entre otros países. Se los aprecia por su alto nivel técnico.
- Transporte Aéreo Militar (TAM) con sus dos nuevos aviones de tecnología china tiene técnicos de ese país que están capacitando a los pilotos y mecánicos bolivianos. Durante los primeros cinco años, estas naves funcionarán sin problemas. Mientras que a sus otros aviones les hacen mantenimiento en el país y también en el extranjero.
- El LAB sigue en su plan de alzar vuelo nuevamente por los cielos del país. Un directivo anunció que pronto habrá novedades y que incluso la idea es repatriar a los mejores de sus pilotos que emigraron.
- En el mes de mayo, la DGAC será auditada por la OACI, que es la organización internacional de aviación creada por las Naciones Unidas. Entre otras cosas, debe responder por los últimos incidentes de aviación acontecidos en el país.
- Los pilotos indican que pueden haber accidentes fortuitos o imprevistos, como el caso en que la turbina se trague aves, pero también pueden suceder por la ‘indisciplina’ del tripulante que no observa las normas.
- La gestión de Ernesto Asbún, en el LAB, es señalada por gente especializada en aeronáutica como un mal ejemplo administrativo, pues las fallas del LAB no fueron técnicas sino económicas.
El LAB y AeroSur tienen sus talleres en Cochabamba
Curiosamente dos empresas competidoras tienen sus talleres mecánicos en la ciudad de Cochabamba. El LAB lo tiene desde que se fundó, aunque ahora presta servicios a terceros, mientras sus aviones se encuentran estacionados sin operar.
Por su parte AeroSur también desde hace más de un año cuenta con talleres propios, en losque hacen mantenimiento a sus aeronaves en tres tipos de chequeo: A cada 125 horas de vuelo, B 500 horas, y C cada 3.000 horas.
Allí técnicos a la cabeza de Juan Carlos Rodríguez, autorizados por la DGAC, pueden desmantelar un avión para pintarlo, acomodar su tren de aterrizaje, adecuar los controles de mando, entre otros trabajos de importancia.
En Santa Cruz AeroSur tiene un taller para frenos y motores y dispositivos electrónicos.
A su vez, la nueva empresa que comenzará a operar en el mercado de la aviación comercial, Aerolíneas Sudamericanas (AS), tiene contratados dos talleres fuera del país, uno en Lima (Perú) y el otro en Porto Alegre (Brasil), según indicó el gerente de esta empresa, Carlos Gonzales Weise.
La OACI apoya a Bolivia
Marco Antonio Méndez D./ Piloto de avión comercial
Cuando se habla de aviación se habla de dos factores; tenemos los recursos materiales y los recursos humanos. Ambos pasan por una serie de pruebas para llegar a convertirse en parte del transporte aéreo; no cualquiera puede llegar a ser piloto de línea aérea y no cualquier aeronave puede llegar a ser un avión que tenga las calificaciones para transportar pasajeros.
Hace años, Bolivia era considerada para la aeronáutica un país inseguro. No era seguro porque no había esos mecanismos de auditorías. Entonces, la OACI decide apoyar a Bolivia con un plan en el cual se fortalece a la DGAC, se la reestructura y se la actualiza en las regulaciones aeronáuticas. Contratan personal y le dan un entrenamiento en el país y en el extranjero. La capacitación es muy calificada, porque en la aviación tiene que pasar por una serie de auditorías, es como calificar a una norma ISO, pero más exigente.
Se actualizan las regulaciones aeronáuticas bolivianas en las que están escritos los parámetros que sirven para efectuar el proceso de auditaje. Los salarios de los inspectores de la DGAC son pagados por esta organización aquí en Bolivia, porque está interesada en ayudar al país a que sea seguro. Aquí viene otro factor que hay que tomar en cuenta, la certificación de la FAA (Administración Federal de Aviación de EEUU). Tiene unos estándares altísimos en lo que es el mantenimiento de aeronaves. ¿Por qué esto? Porque en el caso de un accidente de autos la demanda puede llegar a ser multimillonaria, pero un accidente de avión puede ser más. Ellos velan por la propiedad privada y por las vidas.
Las regulaciones bolivianas son muy parecidas a las regulaciones aeronáuticas estadounidenses, porque éstas no se pueden inventar, ya están hechas, son años de experiencia.
Ahora, si nosotros perdemos la certificación nacional, que puede suceder, no es porque los aviones estén mal, sino que va a fallar la auditoría; es por eso importante que cuando un inspector de la DGAC quiere entrar en un avión hay que dejarlo pasar, que revise todo, que la empresa no tiene nada que esconder.
También hay que tomar en cuenta que el mayor factor que incide en la actividad aeronáutica es la parte administrativa, que la empresa está mal, y el famoso dicho de que 'hay que ponerle el hombro a la empresa', eso es lo que más daño hace a una compañía.
Posteriormente, otra nave de AeroSur tuvo otro incidente provocado por el mal tiempo reinante en el aeropuerto de El Alto, en La Paz, en el que las puertas de emergencia no se abrieron, según indicaron pasajeros a medios de comunicación paceños.
Luego la compañía estadounidense American Airlines (AA) también dio un gran susto a ciudadanos bolivianos que venían de Miami, al incendiarse el fuselaje izquierdo, pero que felizmente tuvo un desenlace seguro.
Asimismo, pasajeros que tradicionalmente realizan viajes a las ciudades del eje troncal y a otras poblaciones bolivianas en diversas empresas aéreas, alertaron que de vez en cuando se produce uno que otro incidente porque, supuestamente, hay aeronaves que parecen 'chatarra'.
En este sentido, el Gobierno, para evitar cualquier situación que comprometa la seguridad de los usuarios, instruyó a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) que las revisiones cotidianas que efectúan los inspectores a las aeronaves, después de cada vuelo, se las realice con la mayor rigurosidad, según indicó el viceministro de Transportes, José Kinn. "Hemos enfatizado en que tengan mayor celo y mayor cuidado en la inspección que hacen", apuntó.
Esta autoridad tranquilizó a los pasajeros de las aeronaves y aseguró que la gente puede estar tranquila al tomar un avión, pues los controles técnicos que hacen son estrictos y de manera permanente.
Kinn fue claro al indicar que en el país no entran aviones chatarra, pues los controles internos y externos de organismos como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que apoya de manera permanente a la DGAC de Bolivia, se aplican de acuerdo con las normas aeronáuticas que rigen a escala mundial y de las que Bolivia no puede apartarse.
En el caso de las naves de American Airlines, Kinn dijo que las normas estadounidenses son rigurosas y que la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA) realiza el control de las naves de ese país de forma intensa.
En relación con el accidente del avión del LAB y del incidente de la nave de AeroSur, el viceministro anunció que el informe estará listo la próxima semana. De igual modo, respecto a la máquina de Aerolíneas Sudamericanas (AS) que fue impugnada por AeroSur, supuestamente porque le falta el chequeo C y esto puede ser una razón de inseguridad, Kinn afirmó que un técnico de la OACI trabaja en este tema y que además está por llegar al país un especialista de la empresa fabricante Boeing para dar un informe definitivo.
Víctor Pacheco, presidente de AS, aseguró que el avión que tiene su empresa es técnicamente seguro y que las observaciones de AeroSur son porque quiere seguir sola en el mercado, sin competidores.
Por su parte, Abdón Porcel, director de Regulación de la Superintendencia de Transportes, enfatizó que en el país la norma boliviana de aeronavegación es casi similar a la de Estados Unidos, lo que garantiza que las operaciones aéreas sean seguras.
EL DEBER consultó a varios pilotos y ex pilotos, quienes coincidieron en apuntar que en Bolivia no entran aviones ‘chatarra’, pues las normas son controladas de forma cruzada, tanto por la DGAC, el fabricante y organismos como la OACI y la FAA.
Además de ello, señalan que la calidad aeronáutica en Bolivia es elevada, y que incluso por este motivo muchos tripulantes bolivianos y técnicos en mecánica de aviación están trabajando en otras empresas aéreas internacionales.
"Bolivia es un país aeronáuticamente muy seguro y lo ha sido durante muchísimos años, y la empresa que más segura ha sido es el LAB porque ha cumplido con estándares estadounidenses en cuestiones de naves", dijo Mario Gamarra, con una experiencia de casi 20 años como piloto de aerolíneas nacionales, tanto en AeroSur como en el LAB.
Datos aeronáuticos
- De acuerdo con el sector aeronáutico boliviano, los pilotos que estaban en el LAB y que emigraron al extranjero están trabajando en los Emiratos Árabes, en Panamá y también en Chile, entre otros países. Se los aprecia por su alto nivel técnico.
- Transporte Aéreo Militar (TAM) con sus dos nuevos aviones de tecnología china tiene técnicos de ese país que están capacitando a los pilotos y mecánicos bolivianos. Durante los primeros cinco años, estas naves funcionarán sin problemas. Mientras que a sus otros aviones les hacen mantenimiento en el país y también en el extranjero.
- El LAB sigue en su plan de alzar vuelo nuevamente por los cielos del país. Un directivo anunció que pronto habrá novedades y que incluso la idea es repatriar a los mejores de sus pilotos que emigraron.
- En el mes de mayo, la DGAC será auditada por la OACI, que es la organización internacional de aviación creada por las Naciones Unidas. Entre otras cosas, debe responder por los últimos incidentes de aviación acontecidos en el país.
- Los pilotos indican que pueden haber accidentes fortuitos o imprevistos, como el caso en que la turbina se trague aves, pero también pueden suceder por la ‘indisciplina’ del tripulante que no observa las normas.
- La gestión de Ernesto Asbún, en el LAB, es señalada por gente especializada en aeronáutica como un mal ejemplo administrativo, pues las fallas del LAB no fueron técnicas sino económicas.
El LAB y AeroSur tienen sus talleres en Cochabamba
Curiosamente dos empresas competidoras tienen sus talleres mecánicos en la ciudad de Cochabamba. El LAB lo tiene desde que se fundó, aunque ahora presta servicios a terceros, mientras sus aviones se encuentran estacionados sin operar.
Por su parte AeroSur también desde hace más de un año cuenta con talleres propios, en losque hacen mantenimiento a sus aeronaves en tres tipos de chequeo: A cada 125 horas de vuelo, B 500 horas, y C cada 3.000 horas.
Allí técnicos a la cabeza de Juan Carlos Rodríguez, autorizados por la DGAC, pueden desmantelar un avión para pintarlo, acomodar su tren de aterrizaje, adecuar los controles de mando, entre otros trabajos de importancia.
En Santa Cruz AeroSur tiene un taller para frenos y motores y dispositivos electrónicos.
A su vez, la nueva empresa que comenzará a operar en el mercado de la aviación comercial, Aerolíneas Sudamericanas (AS), tiene contratados dos talleres fuera del país, uno en Lima (Perú) y el otro en Porto Alegre (Brasil), según indicó el gerente de esta empresa, Carlos Gonzales Weise.
La OACI apoya a Bolivia
Marco Antonio Méndez D./ Piloto de avión comercial
Cuando se habla de aviación se habla de dos factores; tenemos los recursos materiales y los recursos humanos. Ambos pasan por una serie de pruebas para llegar a convertirse en parte del transporte aéreo; no cualquiera puede llegar a ser piloto de línea aérea y no cualquier aeronave puede llegar a ser un avión que tenga las calificaciones para transportar pasajeros.
Hace años, Bolivia era considerada para la aeronáutica un país inseguro. No era seguro porque no había esos mecanismos de auditorías. Entonces, la OACI decide apoyar a Bolivia con un plan en el cual se fortalece a la DGAC, se la reestructura y se la actualiza en las regulaciones aeronáuticas. Contratan personal y le dan un entrenamiento en el país y en el extranjero. La capacitación es muy calificada, porque en la aviación tiene que pasar por una serie de auditorías, es como calificar a una norma ISO, pero más exigente.
Se actualizan las regulaciones aeronáuticas bolivianas en las que están escritos los parámetros que sirven para efectuar el proceso de auditaje. Los salarios de los inspectores de la DGAC son pagados por esta organización aquí en Bolivia, porque está interesada en ayudar al país a que sea seguro. Aquí viene otro factor que hay que tomar en cuenta, la certificación de la FAA (Administración Federal de Aviación de EEUU). Tiene unos estándares altísimos en lo que es el mantenimiento de aeronaves. ¿Por qué esto? Porque en el caso de un accidente de autos la demanda puede llegar a ser multimillonaria, pero un accidente de avión puede ser más. Ellos velan por la propiedad privada y por las vidas.
Las regulaciones bolivianas son muy parecidas a las regulaciones aeronáuticas estadounidenses, porque éstas no se pueden inventar, ya están hechas, son años de experiencia.
Ahora, si nosotros perdemos la certificación nacional, que puede suceder, no es porque los aviones estén mal, sino que va a fallar la auditoría; es por eso importante que cuando un inspector de la DGAC quiere entrar en un avión hay que dejarlo pasar, que revise todo, que la empresa no tiene nada que esconder.
También hay que tomar en cuenta que el mayor factor que incide en la actividad aeronáutica es la parte administrativa, que la empresa está mal, y el famoso dicho de que 'hay que ponerle el hombro a la empresa', eso es lo que más daño hace a una compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario