La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) prepara una norma transitoria para poder controlar los vuelos comerciales no regulares (chárter) de las grandes empresas aéreas. Esta medida estará vigente hasta que la Superintendencia de Transportes cuente con una ley que le permita regular también este tipo de servicios.
"La propuesta que estamos haciendo al Ministerio (de Obras Públicas) es que mientras la Superintendencia elabore su propia norma para regular la explotación de los vuelos no regulares comerciales (chárter), la DGAC tenga el control de los permisos y exija los requisitos para este tipo de vuelos", sostuvo el titular de la DGAC, Javier García.
Esta iniciativa nace a partir de la falta de seguridad de los vuelos chárter, lo cual se evidenció con el último incidente que tuvo la aeronave del LAB en Trinidad, al realizar un aterrizaje forzoso, poniendo en peligro la vida de los pasajeros.
García adelantó que su despacho trabaja en la propuesta, que se la pretende presentar mañana, donde se incorporarían ciertas exigencias en los contratos de las líneas aéreas grandes para garantizar también los derechos de los usuarios del servicio.
A pesar de que por ley la DGAC sólo debe realizar la autorización técnica para que las aeronaves puedan volar, esta entidad estuvo emitiendo autorizaciones para los vuelos comerciales no regulares (vuelos chárter), a través del documento "A30", que fue otorgado a las empresas AeroSur y Aerolíneas Sudamericanas (AS).
Al respecto, García aclaró que se trata de un problema de normas bolivianas que se “entrecruzan y se contradicen”. "El ‘A 30’ tiene un inconveniente porque la DGAC de ninguna manera otorga permisos comerciales, lo cual es exclusiva atribución de la Súper. Alguien lo puso en algún momento y va más allá de las atribuciones de la DGAC", dijo el funcionario, quien añadió que ésta viene de tiempo atrás.
Explicó que esa autorización es demasiado ambigua, pero que siempre se la ha dado como parte de las especificaciones de operación de cada empresa aérea.
En ese marco, la autoridad aeronáutica indicó que se pretende aprovechar esta situación para normar la autorización de los vuelos chárter —coyunturalmente— y desarrollar, aclarar, uniformar y ampliar el “A30”, y determinar los requisitos, como el de que estos vuelos no pueden incomodar los itinerarios de los vuelos regulares (con itinerario).
Por su parte, el superintendente Wilson Villarroel dijo que propondrá al Viceministerio de Transportes la posibilidad de hacer un reglamento para los vuelos chárter, ya que éstos tienen un carácter de excepcionalidad.
"La propuesta que estamos haciendo al Ministerio (de Obras Públicas) es que mientras la Superintendencia elabore su propia norma para regular la explotación de los vuelos no regulares comerciales (chárter), la DGAC tenga el control de los permisos y exija los requisitos para este tipo de vuelos", sostuvo el titular de la DGAC, Javier García.
Esta iniciativa nace a partir de la falta de seguridad de los vuelos chárter, lo cual se evidenció con el último incidente que tuvo la aeronave del LAB en Trinidad, al realizar un aterrizaje forzoso, poniendo en peligro la vida de los pasajeros.
García adelantó que su despacho trabaja en la propuesta, que se la pretende presentar mañana, donde se incorporarían ciertas exigencias en los contratos de las líneas aéreas grandes para garantizar también los derechos de los usuarios del servicio.
A pesar de que por ley la DGAC sólo debe realizar la autorización técnica para que las aeronaves puedan volar, esta entidad estuvo emitiendo autorizaciones para los vuelos comerciales no regulares (vuelos chárter), a través del documento "A30", que fue otorgado a las empresas AeroSur y Aerolíneas Sudamericanas (AS).
Al respecto, García aclaró que se trata de un problema de normas bolivianas que se “entrecruzan y se contradicen”. "El ‘A 30’ tiene un inconveniente porque la DGAC de ninguna manera otorga permisos comerciales, lo cual es exclusiva atribución de la Súper. Alguien lo puso en algún momento y va más allá de las atribuciones de la DGAC", dijo el funcionario, quien añadió que ésta viene de tiempo atrás.
Explicó que esa autorización es demasiado ambigua, pero que siempre se la ha dado como parte de las especificaciones de operación de cada empresa aérea.
En ese marco, la autoridad aeronáutica indicó que se pretende aprovechar esta situación para normar la autorización de los vuelos chárter —coyunturalmente— y desarrollar, aclarar, uniformar y ampliar el “A30”, y determinar los requisitos, como el de que estos vuelos no pueden incomodar los itinerarios de los vuelos regulares (con itinerario).
Por su parte, el superintendente Wilson Villarroel dijo que propondrá al Viceministerio de Transportes la posibilidad de hacer un reglamento para los vuelos chárter, ya que éstos tienen un carácter de excepcionalidad.
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