El Gobierno destinó casi $us 7 millones para comprar un avión Falcon 50 EX para ocho personas, aparte del que tiene el presidente Evo Morales, y utilizó otro millón y medio para la construcción de un hangar presidencial, confirmó ayer el ministro de Defensa, Rubén Saavedra.
La oposición, a través de la senadora Centa Rek, habla de actitudes ‘megalomaniacas’ de los gobernantes.
La adquisición del Falcon se hace directamente, y a medio uso, como lo estipuló el decreto 1620, promulgado el 19 de junio del 2013.
El gabinete suscribió esta norma pocos días después de que el vicepresidente Álvaro García Linera sufriera un incidente en un avión de la Fuerza Aérea, cuando tuvo que sobrevolar Tarija para agotar el combustible a fin de aterrizar de emergencia
El Falcon 50EX es un modelo ejecutivo y de lujo, según portales de Internet.
El ministro Saavedra confirmó que, además de ese avión, que tiene una autonomía de siete horas de vuelo, también serán adquiridos un Beechcraft King Air 250 y un King Air 350i, ambos nuevos, con capacidad para siete y ocho pasajeros, respectivamente, y una autonomía de cinco horas de vuelo.
“En el caso del Falcon, ya se han hecho las transferencias por parte del Ministerio de Economía al de Defensa. Tiene un valor aproximado de $us 6,9 millones, y los pilotos han viajado a capacitarse”, dijo Saavedra.
El ministro no reveló los montos presupuestados de los dos Beechcraft. “Se hizo la invitación a las empresas, esperamos sus propuestas para que una comisión de calificación pueda evaluarlas”, informó.
La senadora Rek calificó la compra como “una barbaridad”. “Estos gastos no corresponden a un país de tercer mundo. Incluso países como Francia redujeron estos gastos. Esta es una monarquía que usufructúa el dinero público por decreto, cuando hay grandes necesidades de educación y salud”, señaló.
Saavedra espera que el Falcon esté en Bolivia hasta fin de año, y los otros dos en los primeros meses del 2014. “Las tres aeronaves estarán a disposición de todos los servidores públicos que requieran realizar actividades en distintos lugares del territorio del país”.
Hangar
El ministro Rubén Saavedra mencionó la inversión de Bs 10.575.153,96 (alrededor de $us 1,5 millones) para la construcción de un hangar presidencial en la terminal de la I Brigada Áérea de la ciudad de El Alto.
“El hangar presidencial es una infraestructura que existe en todos los países del mundo. En Bolivia, cuando llegan mandatarios visitantes, se utilizan instalaciones del aeropuerto internacional, lo que pone en riesgo su integridad. Se decidió la construcción de esta infraestructura, que es importante porque servirá a muchos bolivianos y bolivianas y otorgará seguridad a los visitantes”.
Rek comentó que “son actitudes megalomaniacas y no tiene límites. Quiere otro Palacio, es decir, ostentación absoluta, frente a la pobreza del pueblo, y eso se ve”, complementó
La compra parece estar vinculada a la campaña
Marcelo Silva - Especialista en seguridad
El Gobierno hace una ostentación de una bonanza económica que no se siente en algunos sectores de la sociedad boliviana. Más allá de la necesidad o no del hangar y de los aviones, es contradictorio con las cerradas políticas que este mismo Gobierno aplica sobre los salarios de autoridades.
Establecieron topes de Bs 14.900 en un principio, y ahora a 17.900. Pareciera que para algunos sectores indiscutiblemente hay la lógica de la austeridad, pero para otros no, y los recursos son altamente disponibles, lo que marca una lógica de ostentación casi de megalomanía. Ahora, otro elemento importante es que esta urgencia de comprar aviones causa susceptibilidad, debido a que es evidente que se acerca un proceso electoral y, si se recuerda, la instrucción que dio el presidente Evo Morales a sus ministros es de hacer mitad gestión y mitad campaña. Eso llama la atención.
Pareciera que esta urgencia está relacionada con la necesidad de la compra de aviones.
Hay que tomar en cuenta que hay regiones en departamentos como Beni, Pando y en el mismo Santa Cruz donde hacer campaña por tierra es extremadamente difícil y debe hacerse por aire, y son muy caras. El TSE tendrá que controlar que esto no ocurra
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