La Administración de Seguridad de Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) de los EEUU puso en marcha PreCheck ("Chequeo previo") en nueve aeropuertos del país, en alianza con Delta Airlines y American Airlines.
Ambas líneas aéreas seleccionan pasajeros habituales y los invitan a utilizar este sistema, que les permite, una vez suministrada la información, pasar por los controles de aduana y migraciones de manera más rápida y sin realizar largas filas.
Este nuevo servicio usa la información que cada aerolínea tiene sobre sus clientes para crear un programa de "pasajeros confiables". Son, específicamente, viajeros frecuentes sobre los que las empresas aéreas tienen ya una base de datos. El servicio sólo funciona para vuelos domésticos y cuidadanos norteamericanos. Para calificar, se debe obtener la autorización de la TSA y ser invitado por las aerolíneas.
El servicio PreCheck estaría disponible en 35 terminales y seis firmas aéreas para fin de año y cubrirá grande parte de los aeropuertos y aerolíneas de los EEUU.
Sin embargo, para obtener este beneficio los viajeros deben abonar primero US$ 100, someterse a una revisión minuciosa de sus antecedentes personales y sostener una entrevista. Si se acepta la solicitud, las pasajeros se convierten en "viajeros de confianza" durante cinco años y son aprobados para utilizar Global Entry.
Este sistema ofrece al viajero, al llegar a su destino, descender del avión y dirigirse hasta un puesto automático para identificarse con sus huellas dactilares y su pasaporte. Tras esta revisión, el pasajero directamente recoge su equipaje y puede abandonar la terminal aérea.
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