El Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) no acatará la orden de disolución que pesa sobre la empresa para el 15 de mayo, a razón de que sus pérdidas sobrepasaron el 50 por ciento de su capital (87 por ciento, según la Autoridad de Fiscalización de Empresas).
La gerente general de la línea aérea, María Victoria Calderón, aseguró que la liquidación de la compañía será definida por los accionistas, quienes son dueños de la línea, los que se reunirán el 15 de mayo.
“Que pase el balance y los trabajadores, los dueños, dirán: Quiero que se muera, quiero regalarlo, o no quiero. Es tuición de ellos”.
En criterio de Calderón, lo que hace falta para que la empresa reflote es seguridad jurídica, que debe otorgarla el Gobierno.
En la actualidad, el LAB cuenta con 320 trabajadores, quienes de propia voluntad, según dijo Calderón, acordaron percibir sólo una parte de su salario equivalente a las ganancias hasta que mejoren los ingresos. La aerolínea tiene el taller de Cochabamba y presta servicios de asistencia en tierra en los aeropuertos.
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