El Gobierno invertirá casi 80 millones de dólares en la compra de dos aeronaves de lujo, un Falcon Dassault francés y un Antonov ruso. El primero será empleado por el Jefe de Estado y el segundo, según el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, será destinado al transporte de pasajeros y también del Jefe de Estado.
El primero costará 38,7 millones de dólares, mediante compra directa aprobada por Decreto, y el precio y características del segundo serán negociados entre el lunes 26 y miércoles 28 por una comisión de alto nivel en Moscú.
El Gobierno tiene el objetivo, según el Ministro, de que Rusia tenga una presencia sólida y fuerte en Sudamérica a partir del equipamiento militar que ofrecerá a Bolivia.
Estos equipos son: armas, helicópteros multipropósito y el avión Antonov BJ, con capacidad para trasladar a 12 personas, además de la tripulación, compuesta por piloto, copiloto y un sobrecargo o azafata.
“Este avión Antonov no es necesariamente una nave presidencial, es un avión que tiene inicialmente capacidad para trasladar pasajeros y ése va a ser el uso que se le va a dar”, si bien Evo Morales podrá también emplearlo.
Después de participar en un acto celebrado en el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, anoche, Saavedra aseguró que “el avión ruso, por supuesto, tiene sus propias características, pero su precio también bordea los 40 millones de dólares. No es mucho menos”.
La suma de los precios de ambas aeronaves arroja un aproximado de 80 millones de dólares.
El actual avión presidencial, un Sabreliner, fue adquirido en agosto de 1975 y experimentó diversos incidentes, por eso el Gobierno autorizó una partida presupuestaria de 40 millones de dólares, pero Saavedra recordó que el año pasado surgió la necesidad de financiar la compra de equipos para el padrón biométrico y se postergó la operación.
“Evo Morales cedió esa partida” y las gestiones respectivas se paralizaron.
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