Este 18 de abril, Bolivia y Rusia celebrarán el 67 aniversario del establecimiento de sus relaciones diplomáticas, políticas y de cooperación, en un escenario marcado por una inédita negociación que podría concluir con una operación de más de 300 millones de dólares para la compra de al menos ocho aviones Antonov 148 y la modernización de los 16 aeródromos con los que cuenta el país. Todo ello incluido en el programa de cooperación aeronáutica que en realidad es apenas uno de los cuatro componentes de la agenda boliviana-rusa que será abordada entre el 26 y 28 de abril en Moscú, capital adonde se trasladará una misión de cinco ministros bolivianos para “reestructurar” un préstamo concesional que en principio era de 150 millones de dólares.
Estos datos fueron entregados ayer por el embajador de Rusia, Leonid Golubev, durante una entrevista rica en detalles sobre los proyectos. De hecho, existen otros datos relativos al programa de cooperación estratégica que irán en otra entrega informativa.
El diplomático toma una taza de aromático té antes de explicar la importancia de la cooperación con Bolivia, cuyo ritmo fue más intenso desde la visita del presidente Evo Morales a Moscú, en febrero de 2009, cuando se firmaron los documentos de cooperación que luego serían precisados en la reunión de Morales con el primer ministro ruso, Vladimir Putin, en Caracas, el 2 de abril reciente. Es cauto al tiempo de referirse a los costos, pero explica que cada avión (con capacidad aproximada de 90 pasajeros) cuesta 40 millones de dólares, incluida la capacitación.
Golubev no pierde de vista la apuesta el presidente Morales de construir en Bolivia un centro internacional de mantenimiento para aviones rusos.
—¿Cómo anda la cooperación entre Rusia y Bolivia?
—Debe ir a Moscú una delegación boliviana de alto nivel para reestructurar el monto de crédito, que no sólo abarca la esfera de la cooperación técnico-militar, sino también se refiere a proyectos concretos en el área de cooperación aeronáutica.
En primer término, tengo en cuenta el avión presidencial Antonov 148, que es un superjet ruso de última generación y de alta tecnología. El otro proyecto que se habló entre Evo Morales y Vladimir Putin en Caracas es el suministro ruso de nuestros aviones para las compañías TAM (Transporte Aéreo Militar) y BoA (Boliviana de Aviación) también se trata de los aviones Antonov 148.
Evo Morales hablaba de cuatro a seis aviones para la compañía BoA y de tres a cuatro para la compañía TAM; eso nos dice que si Bolivia no sólo adquiere un avión presidencial, sino también algunos aviones más para renovar su flota aérea con nuestros aviones, nosotros tenemos el tercer proyecto, o sea, la construcción del centro de mantenimiento y reparación de nuestras naves y de otros países de América Latina. Nuestra compañía Ilushyn Finance tiene contratos con otros países del Cono Sur de América Latina, como Venezuela y Colombia; ahora también están negociando con Ecuador y Perú, y (…) si América Latina va a tener una cantidad de 20 a 30 aviones rusos, todo este mantenimiento puede hacerse en Bolivia y se convierte en un punto estratégico para la cooperación aérea regional con los aviones rusos; eso puede dar nuevos empleos para la gente, los empleos de alta tecnología.
El cuarto proyecto de esta índole es la modernización de los 16 aeródromos bolivianos. (Algunos) no tienen las pistas asfaltadas, no tienen equipo logístico, hangares. Entonces, nuestros especialistas de la compañía Ilushyn Finance están dispuestos a venir a Bolivia cualquier día, cualquier hora, para inspeccionar estos aeródromos y al hacer un fundamento técnico y financiero, empezar a trabajar en habilitar estos aeropuertos con tecnología de punta rusa.
—¿Esta reunión, del 26 al 28 de abril, tiene que ver con esta reprogramación del crédito y a cuánto llega?
—Es muy difícil de decir, porque allí, en Moscú, la delegación boliviana junto con sus homólogos, los ministros rusos, primeramente por separado, cada uno tiene que definir su parte del crédito (…) luego el Primer Ministro ruso reúne a todos los ministros bolivianos y a los ministros rusos, les escucha y definen concretamente el monto de este crédito. Por supuesto, sería más grande que el crédito que ha pedido Bolivia el año pasado.
—¿Más de 150 millones de dólares?
—Sí. Pero en este crédito concesional caben la cooperación técnico-militar, la cooperación aeronáutica, la cooperación en materia de minería e hidrocarburos, así como otras ramas (…) La parte financiera es más compleja.
—Estamos hablando de varios aviones, ¿serán todos para pasajeros?
—Ahora se trata sólo para el transporte de pasajeros, pero también tenemos los aviones Ilushyn 76, que son muy lindos y grandes, donde pueden caber incluso los tanques rusos.
—¿Cuánto demora la fabricación del avión?
—Firmamos el contrato y, según un artículo del contrato, Bolivia tiene que transferir a la cuenta de la compañía Ilushyn Finance un porcentaje. Al llegar ese monto a la compañía, en aquel momento la fábrica, que está en la ciudad de Voronezh, empieza a ensamblar este avión. El proceso, según todos los requerimientos tecnológicos, dura 18 meses y nadie puede sobresaltar este proceso tecnológico porque cualquier apuro puede influir negativamente en el avión y nosotros no podemos arriesgar la vida del Presidente; eso está claro.
Pero hay también otra variante. Podemos sacar de la línea de fabricación un avión de otro proyecto. Pero, en este caso, la parte boliviana tendrá que pagar penalidades de cinco a seis millones de dólares.
—¿Cuánto cuesta el avión?
—El costo como tal es de 32 millones de dólares; pero con todos los aditamentos, como piezas de repuesto, el entrenamiento de la tripulación, eso llega a los 40 millones de dólares.
—¿La reunión de Moscú es decisiva?
—Tengo entendido que sí. La parte boliviana está ansiosa de ir a Moscú (…) El proceso es transparente para ambas.
—Si todo va bien, ¿tendríamos hasta ocho aviones rusos en Bolivia?
—Por lo menos eso dijo el señor presidente Evo Morales al señor primer ministro Vladimir Putin. Yo, al contactar al señor Presidente, veo que él quiere a Bolivia como centro estratégico del continente. Y nosotros eso lo apoyamos y además el señor Presidente quiere que la presencia de Rusia sea más fuerte en América Latina.
Los plazos del préstamo se definen en Moscú.
El Antonov 148 llega a los 40 millones de dólares.
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