Envió un certificado médico que explica problemas intestinales por los cuales estaría internado en un hospital de La Paz.
El ministro de la Presidencia, Oscar Coca, dejó ayer plantada a la Comisión de Planificación de la Cámara de Diputados y, aduciendo razones de salud, no asistió por segunda vez a una petición de informe oral sobre el proceso de compra del avión presidencial por un valor de 38.7 millones de dólares con recursos del Tesoro General de la Nación,
El presidente de la Comisión, Marcelo Elío, informó que la autoridad del Ejecutivo envió una carta solicitando una nueva fecha para la audiencia y explicó que se encuentra con una afección intestinal que lo obligó a ser internado en un hospital de La Paz, situación de la que no se dio a conocer mayores detalles.
“Hemos considerado su misiva en la Comisión y teniendo en cuenta que se encuentra delicado de salud, además internado en un nosocomio de nuestra capital, debemos tener en cuenta su estado descrito en un certificado médico y se difiere fecha, que la vamos a fijar como Comisión para que pueda presentarse en el lapso de una semana más”, indicó el diputado Elío.
Sin embargo, aclaró que la Comisión no abandonará esta investigación, pero tampoco puede desconocer el certificado médico que indica que el ministro Coca tiene problemas gastrointestinales. No se conoce hasta cuándo será la baja médica, pero se estima que en los siguientes días estará repuesto para el informe oral.
“El informe oral se va a realizar sí o sí por cuanto es un tema de interés nacional que atinge a la Comisión”, manifestó al justificar la suspensión de este acto de fiscalización demandado también por la oposición que planteó serios cuestionamientos al precio definido en un decreto firmado por el presidente en ejercicio, Alvaro García Linera, que alcanza a 38.7 millones de dólares.
CUESTIONAMIENTO
La Comisión tiene un listado de trece preguntas sobre la necesidad de comprar la aeronave, pero la oposición, a través de la diputado Norma Piérola, tiene consultas adicionales sobre el precio.
En su opinión, tomando en cuenta las actuales cotizaciones del Dessault Falcon 900 EX EASy tendría un costo de 28 millones de dólares y no los 38.7 que se destinan en el decreto de compra directa.
Adicionalmente sugieren al Ejecutivo comprar un avión ejecutivo tipo presidencial de industria brasileña que tiene un precio de 17 millones de dólares con las mismas características y capacidad de transporte de pasajeros.
Tomando en cuenta los niveles de austeridad dispuestos por el mismo presidente Evo Morales, dijo que no sería aconsejable hacer el enorme gasto de 38.7 millones de dólares en un avión cuyos costos de operación y hora de vuelto son demasiado elevados, además que por mandato del mismo decreto, Bolivia no tiene opciones de exigir garantías de buen funcionamiento porque el contrato será de adhesión y no un acuerdo comercial donde el comprador pone las condiciones.
La diputada Piérola observa, además, el incumplimiento a las Normas Básicas de Compras Estatales que no disponen adquisición por razones de seguridad presidencial, sino sólo en casos de emergencia nacional o desastres calificados mediante decreto supremo, aspecto que hasta la fecha no ocurrió.
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