La compañía aérea española Iberia recortará 4.500 empleos, casi una cuarta parte de su plantilla de 20.000 personas, dentro de un plan de transformación que incluye cambios estructurales permanentes en todas las áreas de negocio para volver a beneficios.
Se trata de un "exhaustivo" plan para salvar Iberia, que registra pérdidas récord de 262 millones de euros (340 millones de dólares) entre enero y septiembre, y conseguir que vuelva a beneficios, comunicó hoy International Airlines Group (IAG), resultante de la fusión de Iberia y British Airways, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).
El anuncio de la reestructuración en Iberia coincide con la publicación hoy de los resultados de IAG, que perdió 39 millones de euros en los nueve primeros meses del año, tras haber ganado 338 millones en el mismo periodo de 2011, debido, entre otros factores, a la debilidad de Iberia.
El consejero delegado del grupo, Willie Walsh, destacó que aunque los resultados del grupo están regresando a niveles de 2011, "sigue existiendo una diferencia considerable entre los resultados de British Airways e Iberia".
Respecto al plan de recortes en Iberia, IAG advirtió de que se ha fijado el 31 de enero de 2013 como fecha límite para alcanzar un acuerdo con los sindicatos, pero que en caso de no lograrlo, serán necesarios más recortes y una mayor reducción del tamaño y de las operaciones de Iberia, para proteger el tráfico natural de largo radio en Madrid y salvaguardar el futuro de la compañía.
El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, reconoció la dureza de las decisiones que tienen que tomarse para salvar la aerolínea y volver a ser rentables, pero aseguró que "si no ponemos en marcha cambios estructurales profundos, el futuro de la compañía es sombrío".
Con el plan se está luchando por la supervivencia de Iberia, que pierde dinero en todos sus mercados, a un ritmo de 1,7 millones de euros (2,1 millones de dólares) cada día que pasa, subrayó.
El recorte de la plantilla de Iberia va acompañado de una reducción de su capacidad operativa en un 15 por ciento en 2013, para centrarse en las rutas rentables, y una disminución de la flota en 25 aviones, cinco de largo recorrido y 20 de corta distancia.
Asimismo, se suspende la actividad de mantenimiento a terceros que no sea rentable y también los servicios de "handling" (servicios en tierra) que no sean rentables fuera del "hub" (centro de interconexiones) de Madrid.
Se transformarán las operaciones de corto y medio radio para competir con las compañías de bajo coste que se han establecido con éxito en el mercado doméstico de Iberia.
Con el plan, se pretende detener el deterioro de caja de la compañía española a mediados del próximo año y mejorar los resultados en al menos 600 millones de euros para 2015, en línea con el objetivo de IAG de alcanzar un retorno sobre el capital del 12 % para ese año.
Sánchez-Lozano explicó que, aunque la crisis económica en España y en Europa ha afectado a la aerolínea, sus problemas son estructurales y anteriores a la situación actual del país.
La aerolínea tiene muchas ventajas, como su excelente posición geográfica para las rutas con América Latina, junto con los lazos históricos que la unen con dicho continente, una marca fuerte y la capacidad de crecer a largo plazo en el "hub" madrileño, según el directivo.
Pero debe modernizarse y adaptarse al nuevo entorno competitivo en el que sus costes son significativamente más altos que los de sus principales competidores, añadió.
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