lunes, octubre 29, 2012
Con ley de derribo de aviones confiscarán naves para la FAB
El Ministerio de Gobierno culminó la elaboración del proyecto de Ley de Seguridad en la Circulación Aérea, que permitirá el derribo de aeronaves de narcotraficantes. La norma también prevé el decomiso de naves en favor de la Fuerza Aérea Boliviana.
La necesidad de contar con una norma de estas características fue expresada por el presidente Evo Morales en diciembre de 2011, debido a que en el país operan, desde agosto de ese año, seis aeronaves K-8 que fueron adquiridas específicamente para apoyar las labores de la lucha contra el narcotráfico.
La Ley de Seguridad en la Circulación Aérea cuenta con 14 artículos, entre los que destaca el referido a la facultad que tendrá el Estado boliviano de emplear la fuerza contra aeronaves declaradas hostiles, una vez agotadas las medidas preventivas, disuasivas y coercitivas, y previa advertencia.
El Art. 11 del proyecto —referido a la represión de aeronaves “hostiles”— señala que éstas quedan sujetas a “medidas reactivas cuyo resultado puede manifestarse en daños, derribo o destrucción de la aeronave, como derecho a la legítima defensa del Estado”. Los procedimientos para estas acciones, conforme al texto proyectado, serán establecidos por el Comando Aeroespacial de Defensa (CAD), quedando excluida toda responsabilidad del Estado por los daños y perjuicios que resulten emergentes de estas operaciones.
Serán consideradas “hostiles” las aeronaves que muestren evidentes acciones de agresión, amenaza o intento de fuga, así como aquellas que, siendo declaradas “ilícitas”, se nieguen a aterrizar o a cumplir órdenes, explicó el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Se declarará nave “ilícita” a aquella que, en tierra o en vuelo, realice actividades con propósitos incompatibles a las normas de aviación civil internacional, irrumpa el espacio aéreo o esté inmersa en actividad delincuencial.
A estas aeronaves se les podrá obligar a aterrizar mediante órdenes o interceptación y serán pasibles a procesos judiciales.
Una tercera clasificación habla de aeronaves “infractoras”, cuando modifican su plan de vuelo original sin notificar al control de tránsito aéreo, vulneran o no cumplen la reglamentación aeronáutica, o incumplen órdenes y disposiciones de los controladores aéreos. Éstas podrán ser obligadas a aterrizar e incluso ser declaradas “ilícitas” si se niegan a cumplir órdenes y disposiciones.
Procedimiento. La interceptación de una aeronave civil podrá ejecutarse con el fin de identificarla, brindarle ayuda, obligarle a retornar a su ruta o a aterrizar. Sin embargo, las aeronaves civiles que sean sorprendidas en actividades de narcotráfico serán incautadas directamente en favor de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), según el Art. 14 del proyecto.
Las que resulten detenidas y se establezca su vinculación con el narcotráfico en procesos legales, también pasarán a la FAB. Sólo eludirán una incautación aquellas que desarrollan actividades en líneas aéreas comerciales, en cuyo caso serán los representantes legales quienes se sometan a procesos judiciales por narcotráfico.
La FAB, en el proceso de elaboración de este proyecto, evidenció que antes sería necesario contar con la aprobación de un Código Aeronáutico, según Romero. Sin embargo, la propuesta avanzó y tras su promulgación fija un plazo de 180 días para que la reglamentación del CAD incorpore las medidas contra aeronaves “hostiles”.
El CAD se activará como un comando conjunto de instituciones civiles y militares, a partir de la promulgación de la ley. Se espera que el proyecto sea tratado en las próximas reuniones de gabinete.
BOLIVIA cuenta con seis aviones K-8
Bolivia cuenta con seis aviones Hongdu JL-8 (también conocido como K-8 Karakorum), una aeronave de entrenamiento biplaza y ataque a tierra que fue diseñado entre Pakistán y China.
El Estado boliviano invirtió $us 57,8 millones en la adquisición de este equipo, que fue ensamblado en el Grupo Aéreo de Caza 34 en Cochabamba desde junio de 2011 y que empezó a operar en agosto del mismo año.
La tecnología de los K-8 está adecuada para entrenar aviadores de combate. Cuenta con un sistema de armamento de seis cañones 23 mm y 12 coheteras.
Posee un motor Turbofan, sistema de encendido autónomo y, en el caso de Bolivia, cuenta con amplia capacidad de apoyo en tierra y simulador de vuelo, según una publicación de El Centinela, de la FAB.
La autonomía de vuelo de estas naves alcanza las cuatro horas (velocidad 430 nudos/hora) y tiene dos asientos en tándem eyectables. Están capacitados para realizar labores tácticas de interdicción aérea, apoyo de fuego cercano, exploración y reconocimiento.
El vuelo inaugural de los seis K-8 se realizó el 7 de agosto de 2011 y en septiembre de este año el comandante de la FAB, general Liborio Flores, informó que entraron en una fase estricta de operatividad. Realizaron ejercicios operativos conjuntos y combinados con la Fuerza Aérea de Brasil (Brasbol II) y por ahora se hacen prácticas de tiro.
Advierten la necesidad de un sistema de radares
El comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, general Tito Gandarillas, afirmó que para la operatividad de los aviones K-8 es necesario contar con un sistema de radares en todo el territorio.
“Nos está faltando el tema de la radarización de toda Bolivia, estamos en reuniones bilaterales con Brasil principalmente para estos temas”, manifestó el jefe militar.
Afirmó que el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) ya trabajan en la implementación de un sistema propio. Liborio Flores, comandante de esa fuerza, dijo en septiembre que ya se tiene informes sobre los proveedores y los presentará a Defensa.
Además, el artículo 12 del proyecto de ley que prevé el derribo de narcoaviones dice: “La FAB contará con radares necesarios y suficientes para la detección, identificación e interceptación de aeronaves y sistemas de comunicación”.
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