Cuatro empresas que operan en el mercado aeronáutico nacional se oponen a que la estatal Boliviana de Aviación (BoA) inicie su servicio porque consideran que será una competencia desleal ante una eventual subvención del Gobierno.
Ayer se efectuó la audiencia pública convocada por la Superintendencia de Transportes en la que el gerente general de BoA, mayor Ronald Caso, expuso sus argumentos técnicos para lograr la autorización para el servicio de transporte aéreo nacional e internacional.
Seis líneas aéreas tienen autorización para prestar servicios en el territorio nacional. Además de las cuatro mencionadas, Transporte Aéreo Militar (TAM) y Sudamericana de Aviación. Esta última, junto con el LAB, está sin operaciones.
Las compañías extranjeras que trabajan con vuelos internacionales son tres: la chilena LanChile, la estadounidense American Airlines y Taca, de Perú; otras dos están a punto de entrar en funciones: Cubana de Aviación y Copa Airlines, de Panamá.
Representantes de AeroSur, AeroCon, Lloyd Aéreo Boliviano y Amaszonas expusieron sus alegatos y pidieron a la “Súper” revisar la solicitud de BoA. La empresa, que fue creada en abril de 2007 por el Decreto Supremo 29318, tiene previsto comenzar a volar el 20 de marzo. Arrendó dos Boeing 737-300 para 138 pasajeros, cada una.
El gerente de AeroCon, José Luis Áñez, pidió a la Superintendencia revisar la reducción de tarifas anunciada por BoA, ya que, dijo, “irá en contra de las otras empresas”. Agregó que es imposible que con tarifas bajas la estatal pueda ser rentable, por lo que consideró que el Estado asumirá las pérdidas.
Para el presidente de AeroSur, Humberto Roca, BoA hará una competencia desleal no sólo por la subvención del Estado, sino porque disminuirá los ingresos del resto de las líneas”.
“El problema —señaló Roca— es que el mercado aeronáutico nacional tiene ya un tamaño establecido y no va a crecer más porque aparezca otra línea. Este mercado, que ya tiene tarifas por debajo de los costos reales, se va a dividir en perjuicio general”.
El Gerente General de la empresa estatal, a la conclusión de la audiencia, explicó que no existe subvención y que el monto para el arranque de la empresa, que asciende a 15 millones de dólares, es inversión pública.
Respecto de las tarifas, dijo que una reducción apunta a apoyar a sectores económicos, sociales, culturales y deportivos de la sociedad. “No es una reducción plana para todos”.
Las cuatro aerolíneas demandantes tienen 48 horas para presentar sus cuestionamientos por escrito a la Superintendencia de Transportes que prevé emitir su fallo hasta el jueves.
Ayer se efectuó la audiencia pública convocada por la Superintendencia de Transportes en la que el gerente general de BoA, mayor Ronald Caso, expuso sus argumentos técnicos para lograr la autorización para el servicio de transporte aéreo nacional e internacional.
Seis líneas aéreas tienen autorización para prestar servicios en el territorio nacional. Además de las cuatro mencionadas, Transporte Aéreo Militar (TAM) y Sudamericana de Aviación. Esta última, junto con el LAB, está sin operaciones.
Las compañías extranjeras que trabajan con vuelos internacionales son tres: la chilena LanChile, la estadounidense American Airlines y Taca, de Perú; otras dos están a punto de entrar en funciones: Cubana de Aviación y Copa Airlines, de Panamá.
Representantes de AeroSur, AeroCon, Lloyd Aéreo Boliviano y Amaszonas expusieron sus alegatos y pidieron a la “Súper” revisar la solicitud de BoA. La empresa, que fue creada en abril de 2007 por el Decreto Supremo 29318, tiene previsto comenzar a volar el 20 de marzo. Arrendó dos Boeing 737-300 para 138 pasajeros, cada una.
El gerente de AeroCon, José Luis Áñez, pidió a la Superintendencia revisar la reducción de tarifas anunciada por BoA, ya que, dijo, “irá en contra de las otras empresas”. Agregó que es imposible que con tarifas bajas la estatal pueda ser rentable, por lo que consideró que el Estado asumirá las pérdidas.
Para el presidente de AeroSur, Humberto Roca, BoA hará una competencia desleal no sólo por la subvención del Estado, sino porque disminuirá los ingresos del resto de las líneas”.
“El problema —señaló Roca— es que el mercado aeronáutico nacional tiene ya un tamaño establecido y no va a crecer más porque aparezca otra línea. Este mercado, que ya tiene tarifas por debajo de los costos reales, se va a dividir en perjuicio general”.
El Gerente General de la empresa estatal, a la conclusión de la audiencia, explicó que no existe subvención y que el monto para el arranque de la empresa, que asciende a 15 millones de dólares, es inversión pública.
Respecto de las tarifas, dijo que una reducción apunta a apoyar a sectores económicos, sociales, culturales y deportivos de la sociedad. “No es una reducción plana para todos”.
Las cuatro aerolíneas demandantes tienen 48 horas para presentar sus cuestionamientos por escrito a la Superintendencia de Transportes que prevé emitir su fallo hasta el jueves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario