Se trata de la primera iniciativa en la industria aeronáutica en Bolivia. Es un avión capaz de despegar en espacios pequeños o en pistas anegadas y con bastante agua. Es decir, podría ingresar en zonas inaccesibles en campos agrícolas.
Las características de esta nave le permiten hazañas interesantes porque tiene despeque corto, con ruedas grandes.
Tuvo su primer viaje el miércoles 17 de septiembre, de Oruro al aeropuerto de Cochabamba, en la escuela Alas Beni. Miralles es un piloto experimentado. Empezó volando en 1988. Trabajó en el Lloyd Aéreo Boliviano por casi 10 años y actualmente es gerente del periódico La Patria de Oruro.
Además de piloto, es también administrador de empresas. Cuenta que hace dos años aproximadamente decidió emprender el proyecto para construir aviones en serie, para la industria. Este año vio los primeros resultados. El prototipo se consiguió tras largos trámites ante la Dirección de Aeronáutica Civil. Empezó vuelos de prueba el 8 de mayo.
En septiembre hizo su primer recorrido fuera de la ciudad donde nació la nave. Llegó a Cochabamba desde Oruro en un viaje de 45 minutos. El motor está en proceso de asentamiento. Miralles cuenta que es un gran logro de un equipo de personas integrado por Hebert Ferrufino y Marcelo Gutiérrez, ambos con gran experiencia y muchas ganas de trabajar.
El avión es muy versátil. Tiene capacidad para cuatro personas, es de despegue y aterrizaje corto. A nivel del mar despega a menos de 100 metros con motor de 180 caballos de fuerza.
Miralles no bautizó a la nave porque el avión está a la venta. Por sus características, el oriente boliviano podría ser el escenario de sus actividades, principalmente agrícolas. “Es cuestión de una adaptación y la nave podría fácilmente convertirse en un fumigador, de carga o de pasajeros”, señala en el aeropuerto de Cochabamba, en la escuela Alas Beni. Al lado, está imponente el fruto del esfuerzo de su equipo de trabajo, de blanco con franjas rojas.
De punta a punta del ala es de 10 metros y de la nariz a la cola 8.
Recuerda que entre 2003 y 2005 construyó una primera nave en Cochabamba, pero fue por hobby.
La tecnología que posee la actual aeronave es canadiense al igual que el diseño de los perfiles aerodinámicos, las dimensiones y el material utilizado. El equipo responde a especificaciones aeronáuticas.
CERCA DE LA PLAZA
La nave fue construida a una cuadra y media de la plaza principal de Oruro, 10 de Febrero. En un garaje alquilado se fue armando parte por parte para luego terminar de ser ensamblado. Se construyó en la calle Camacho entre Bolívar y Sucre, en una casa con un amplio garaje y luego el ensamblado final en otro aeropuerto, recuerda Hebert Ferrufino. En Oruro es la primera experiencia en aeronáutica industrial. Apoyaron Hebert Ferrufino y Marcelo Gutiérrez. El primero es un técnico en motores diésel con trabajos con maquinaria pesada. Gutiérrez es arquitecto y ha aprendido muchísimo de aviación. Proyectan construir otro avión acrobático en enero y estará preparado para volar en cualquier lugar.
EMOCIONES
Se trata de una experiencia fascinante, dice Hebert Ferrufino. al recordar cómo la nave fue tomando forma. Cuenta que lo más difícil fue iniciar el trabajo, pero con los planos y el material adecuado traídos desde Canadá, la labor se hizo más llevadera.
“Estoy feliz. Es una gran experiencia. Hemos empezado en Oruro este adelanto para la industria. Me parece increíble ver cómo un objeto que estaba en el suelo hoy está en el aire”, dice al rememorar el primer instante en que la nave alzó vuelo.
Ese día, el 17 de septiembre, la nave fue mostrada y admirada por alumnos de escuelas de aviación, en Cochabamba.
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