Tras la nacionalización de los servicios aeroportuarios, las actividades en el aeropuerto internacional de El Alto se desarrollaron con toda normalidad.
Una wiphala y una tricolor fueron puestas en uno de los pilares de ingreso al aeropuerto, mientras las salidas y llegadas de vuelos internacionales y nacionales se cumplieron con toda normalidad, tal como comprobó EL DIARIO.
Sólo algunos policías militares resguardaron las instalaciones, sin impedir el ingreso de los viajeros.
Ausentes a lo que sucedía, en el hall y salas de espera, embarque y cafeterías los pasajeros de vuelos nacionales e internacionales, esperaban pacientes sus combinaciones, en tanto que los chequeos de control de equipaje, pasajes y pases a bordo se realizaban de manera rutinaria.
A pesar de conocer la decisión del Gobierno, los trabajadores de la empresa procedieron a realizar su labor de manera normal atendiendo todos los servicios aeroportuarios como servicio a aeronaves en tierra, mangas de abordaje, señalización en tierra, mantenimiento de la pista de aterrizaje y muchos otros servicios que realizan para cumplir con las normas internacionales exigidas por los organismos de seguridad internacionales.
Entre tanto, en un comunicado de prensa la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) informó que “garantizará el normal desarrollo de las operaciones aéreas y administrativas en los aeropuertos de El Alto, Jorge Wilsterman, (Cochabamba) y Viru Viru (Santa Cruz), además de los demás aeropuertos del país”.
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