El X-51ª Waverider se puso a prueba este martes desde una base aérea en el desierto de Mojave, California, mediante el anclaje al ala de un antiguo bombardero B-52. Aún no se difundió información oficial sobre los resultados, pero se esperaba que el B-52 subiera 15 mil metros de altura para que luego la aeronave se soltara en el aire y tras una caída libre de cuatro segundos el motor se encendiera y volara durante 300 segundos a Mach 6 (seis veces la velocidad del sonido) hasta romperse en pedazos y sumergirse en el océano.
Este simulacro es el tercero de un programa que comenzó en 2004 con objetivos de uso militar. Según BBC Mundo si bien existe la perspectiva de un veloz vuelo transatlántico con pasajeros, la tecnología en esta nave hipersónica contiene una potente aplicación militar. Si funcionara esta tecnología de motores podría suministrar poder al primer misil de crucero hipersónico del mundo.
El primer Waverider fue construido por Boeing y probado en mayo de 2010 a 3.500 kilómetros por hora durante dos minutos antes que un fallo técnico pusiera fin al experimento; y el segundo fue ejecutado en junio de 2011 y también terminó antes de los esperado aunque éste sí generó datos concretos para los ingenieros responsables.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos tiene previsto desarrollar y utilizar esta tecnología para trasladar misiles o aviones a cualquier parte del mundo en cuestión de minutos y con el objetivo de no dar tiempo de reacción al enemigo. Además, se estima que estas naves volarán a grandes alturas fuera del alcance de un misil común.
La NASA y el Pentágono financian tres centros nacionales en el país; y el programa Waverider costará 140 millones de dólares según cálculos de la página especializada en desarrollo militar Globalsecurity.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario