La Policía holandesa ha confirmado hoy que no ha habido secuestro a bordo del vuelo 8366 de Vueling que hacía la ruta Málaga-Amsterdam y ha explicado que la alarma se ha debido a un "problema de comunicación" con la cabina.
La información concuerda con la facilitada por la aerolínea, que ha desmentido "categóricamente" un secuestro y ha achacado a un "malentendido" con la torre de control del aeropuerto holandés el hecho de que el aparato aterrizara escoltado por dos cazas F-16 del Ejército.
Según la Policía holandesa, la alarma saltó al no haber contacto por radio con el piloto, tras lo que se activó el protocolo para este tipo de emergencias con el envío de aviones militares.
"Debido a la pérdida de contacto por radio con la aeronave, hemos acompañado por precaución el avión con dos F-16 hasta (el aeropuerto de) Schiphol. El asunto está ahora en manos de la Policía militar", ha indicado a medios holandeses la oficina del Coordinador Nacional para la Lucha contra el Terrorismo y Seguridad.
Finalmente, la nave aterrizó sin problemas en el aeródromo de Amsterdam, donde le esperaba un dispositivo de emergencia y donde se mantuvo a los pasajeros en el interior del avión, a la espera de aclarar la situación.
Según ha dicho una mujer que se encuentra a bordo a la emisora pública Radio 1, la situación en el interior del avión es "relajada" y ningún momento se ha vivido nada parecido a un secuestro.
Otra pasajero citado por una emisora de radio ha señalado que lo único anormal que se vivió es que el avión sobrevoló en círculos el mar durante un tiempo antes de aterrizar.
El vuelo, que transportaba 183 pasajeros entre Málaga (sureste de España) y Amsterdam, tenía previsto originalmente su aterrizaje para las 13.35 hora local (11.35 GMT).
El primer ministro holandés, Mark Rutte, canceló en un primer momento su agenda de actos electorales para regresar a La Haya, pero finalmente la ha retomado al recibir las últimas noticias, según la televisión pública.
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