El avión "Solar Impulse", movido exclusivamente por la energía del Sol, concluyó ayer en Bruselas su primer vuelo internacional, con el que sus creadores quieren resaltar sus posibilidades tecnológicas.
La aeronave despegó a las 08.40 horas del aeródromo de la localidad de Payerne (Suiza) y aterrizó alrededor de las 21.40 horas en el aeropuerto de Bruselas, en un vuelo que duró unas trece horas.
El piloto André Borschberg tomó tierra sin problemas tras un largo viaje debido a la reducida velocidad del avión, 70 kilómetros por hora.
Debido a esta baja velocidad, las autoridades belgas de tráfico aéreo diseñaron un pasillo aéreo y un horario especiales para que el aparato no tuviera problemas con los aviones comerciales, que podían causarle problemas por el aire que desplazan.
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