La compañía de bandera turca Turkish Airlines desencadenó polémicas con una nueva medida que prevé prohibir el uso de lápiz de labios de colores vivaces, rojo o rosa, a sus azafatas.
La medida despertó controversias porque se la considera en línea con la política de “islamización” del país que, según la oposición, encabeza el Gobierno del premier Recep Tayyip Erdogan.
La decisión se incluyó en el nuevo “código estético” para las asistentes de vuelo anticipado por la prensa de Ankara, entre las protestas de los kemalistas fieles al legado laico de Mustafá Kemal Ataturk, fundador de la moderna república turca.
“Este reglamento es un acto de perversión, cómo definirlo de otro modo”, protestó el vicepresidente del CHP, el principal partido de oposición, Gursel Tekin.
“¿Las autoridades públicas quieren decidir cómo deben vestirse las jóvenes mujeres de entre 20 y 30 años?”, preguntó. Para protestar, muchas mujeres se fotografiaron con los labios pintados de rojo y publicaron su foto en las redes sociales.
En las últimas semanas otras medidas internas en Turkish Airlines, que pertenece en un 49% al Estado turco, suscitaron reacciones polémicas en los ambientes laicos, que acusan al Gobierno de querer cambiar la imagen de la “vidriera” del país en el mundo.
En pleno boom desde hace diez años, como la propia Turquía, Turkish Airlines fue declarada por Skytrax como “mejor compañía aérea europea” en 2011 y 2012.
En febrero, la oposición presentó una interpelación al Gobierno preguntando si la decisión venía directamente de Erdogan: fue después de que la prensa refiriera que no se servía alcohol en la mayor parte de los vuelos internos.
En enero, en cambio, arreciaron las protestas en las redes sociales luego de la publicación de las fotos de nuevos uniformes de inspiración islámica y neo-otomana diseñados para las azafatas de Turkish Airlines.
Ahora la prohibición del lápiz de labios “sexy”, escribió el portal Cumhuriyet, se justifica supuestamente en las “protestas de los pasajeros”. El nuevo código, precisó el diario Hurriyet, prohíbe a las azafatas usar peluca o rodete, el cabello rubio platinado y tatuajes. En síntesis, un look muy lejano de la Turquía de los años 70, entonces proyectada hacia Occidente.
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