La contaminación acústica es un fenómeno al que no ponemos tanta atención como a la del agua o el aire, pero que afecta la armonía del ambiente de igual manera.
El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) descubrió que el canto de los pájaros se ve afectado por este tipo de contaminación. Esto provoca que las personas no pueden escucharlos y ellos tampoco lo hacen entre sí.
Para hacer frente a esta situación, las aves se han visto en la necesidad de modificar sus hábitos. Por decir, han elevado el tono de su canto en las ciudades para poder comunicarse. En los aeropuertos esta situación es más crítica pues las aves no pueden escucharse entre ellas.
Un estudio realizado en las cercanías del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, demostró que las aves que viven en el área adelantan su canto por la mañana para evitar las horas pico del tráfico aéreo y poder comunicarse ya que el ruido lo hace prácticamente imposible.
Con estas modificaciones, los pájaros son capaces de continuar sus vidas ya que su canto lo utilizan para defender sus territorios y atraer a las hembras. El estudio se replicó en otros aeropuertos en España y Alemania comprobando esta situación. La coincidencia entre el ruido urbano y los cantos matinales varían de acuerdo a la latitud.
Aunque han podido adaptarse al ruido, las aves hacen un esfuerzo que consume mayor energía para ellas ya que duermen menos y aumenta la competitividad entre especies. De las 10 especies estudiadas, las que adelantaban su despertar eran aquellas cuyos horarios se empalmaban más con los momentos de más tráfico aéreo.
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