Las autoridades de Turquía hundieron un avión Airbus A300 en el mar porque creen que formará un arrecife de corales artificial que atraerá a buceadores de todo el mundo y reactivará el turismo, que sufre una fuerte caída tras la serie de atentados que hubo en Estambul y Ankara.
La nave que fue creada para volar descansará para siempre sumergida a 30 metros de profundidad en el Mar Egeo, donde posiblemente será el corazón de un arrecife artificial, según informó la AFP.
El proceso de sumergimiento del Airbus de 36 años duró dos horas y fue presenciado por cientos de curiosos que se dieron cita en la costa de Kusadasi este sábado. Hasta ahí llegó la aeronave de 44 metros de ancho de y una longitud de 54 metros, cuyas partes operativas fueron desmanteladas.
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