Más 23.000 remaches y 500 kilómetros de cables: los segmentos del Airbus A380, el mayor avión civil del mundo, son ensamblados en una planta del suroeste de Francia, en un mecano faraónico.
"¡Cuidado!, los camiones pasan muy cerca de las canaletas de los techos de las casas", alerta el responsable de la empresa de transportes, Daniel Molière, a las decenas de camioneros que se disponen a llevar en camiones de 48 ruedas los seis segmentos del A380.
Las partes de este gigante de Airbus se fabrican en Francia, Gran Bretaña, Alemania y España y recorren miles de kilómetros por mar antes de llegar al puerto de Langon, cerca de Burdeos (suroeste de Francia).
Desde allí, les quedan 240 kilómetros de carretera, que se recorren de noche, hasta Blagnac, cerca de Toulouse (sur), donde son ensamblados para formar el avión de todos los superlativos.
En el pueblo de Gimont, el ruido de los camiones cuyo cargamento sobrepasa a veces las cien toneladas es el único que rompe el silencio nocturno. El convoy, alto como un edificio, de dos kilómetros de largo y hasta 10 metros de ancho, atraviesa las calles a paso de tortuga.
Las alas, de 45 metros, casi rozan las casas, y las piezas del fuselaje son mucho más altas que los edificios más altos del pueblo.
El convoy ocupa todo el espacio posible, subiendo a las aceras, cortando derecho en las rotondas. Decenas de "seguidores" desmontan los carteles y los mojones que se interponen y los vuelven a montar una vez que los camiones han pasado.
"Hubo que adaptar la ruta al tamaño", señala Arnaud Cazeneuve, encargado de los transportes del A380 en Airbus. Se podaron árboles, se alisaron bordes y se desplazaron carteles.
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