La Dirección General de Aeronáutica Civil investiga el incidente de la aeronave.
Una pasajera narró el susto que pasó junto a otros 143 pasajeros, la noche del miércoles, cuando estalló la llanta trasera derecha del avión de AeroSur que llegaba de Santa Cruz y obligó a la nave a salir de la pista de aterrizaje en el aeropuerto de El Alto. El director ejecutivo de la aerolínea, Carlos Meyer, descartó que el incidente se producto de negligencia.
Desde los asientos. “Abordé la nave de AeroSur en Santa Cruz para volar a La Paz, pero cuando llegamos al aeropuerto de El Alto, a segundos de tocar el suelo, sentimos el reventón de la llanta, lo sentí más fuerte porque estaba en un asiento de atrás. El avión se salió de la pista hacia la tierra y fue tan fuerte el sacudón, que sentimos pánico. La gente y los niños gritaban, yo me puse a llorar porque creí que nos estrellaríamos y que moriría, sólo pensaba en mi niño”, fue el testimonio es de M. P., una de las pasajeras de la aeronave.
Casi dos minutos tardó en detenerse el avión Boeing 737-400 con matrícula CP-2653, después de sufrir el percance.
“Después de que paró, esperamos como 30 minutos para salir del avión hasta que llegaron los bomberos y echaron agua a la llanta para que deje de humear. También llegó personal de SABSA (Servicio de Aeropuertos de Boliviano) y nos trasladaron en minibuses hasta la terminal. Varios quedamos con dolor de cuello y espalda porque sufrimos golpes con el sacudón en la tierra”.
La pasajera retornaba de una misión de trabajo.
La entrevistada también reclamó por la impuntualidad del vuelo, pues su partida estaba prevista para las 19.10, pero despegó a las 19.45. “Presentaré una denuncia donde corresponda, y definitivamente no volveré a tomar los servicios de esta empresa”.
En el vuelo 221 también viajaron ciudadanos de España y Argentina que manifestaron que presentarán quejas a sus embajadas.
El informe de aerosur.
El director ejecutivo de la aerolínea, Carlos Meyer, informó que el incidente de la aeronave no se debió a negligencia y confirmó que se reventó una de las llantas del tren trasero, por lo cual no pudo llegar a la terminal.
“El reventón de llantas puede ser resultado de varias causas, como en el caso de un vehículo. No se puede hablar de negligencia cuando ni siquiera la autoridad aeronáutica ha terminado la investigación, es una apreciación a priori”.
El ejecutivo indicó que no se registraron daños personales.
Para remolcarlo hasta la pista, se cambió la llanta averiada del avión y se prevé la reparación del tren de aterrizaje. Al concluir su trabajo, los técnicos emitirán el diagnóstico respectivo.
“Una vez reparados los componentes, el avión será puesto inmediatamente en línea porque con él operamos permanentemente en las rutas nacionales e internacionales”, dijo Meyer tras explicar que las aeronaves son sometidas a mantenimiento cotidiano durante el día y la noche, y cada cierto tiempo son revisados en un taller que la empresa posee en Cochabamba.
La AeroSur afrontó este año dos incidentes. El primero orurrió con un jet Boeing 747-400, el 5 de julio, cuando despegaba desde Barajas, Madrid, España, hacia Santa Cruz de la Sierra y sufrió dos pinchazos en sus neumáticos. Los 450 pasajeros continuaron el viaje en otra línea. El segundo fue el descrito.
Entretanto, técnicos de Aeronáutica Civil investigan el hecho para dar a conocer su dictamen.
11 aeronaves posee AeroSur, de las cuales una tiene capacidad para transportar a 451 pasajeros.
La frase
“Todos los aviones, no sólo de AeroSur, tienen un mantenimiento en línea permanente”.
Carlos Meyer / DIRECTOR EJECUTIVO DE AEROSUR
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