uego del accidente del Lloyd Aéreo Boliviano, que debió tomar tierra en Cobija y realizó un aterrizaje de emergencia cerca de la pista de Trinidad, se dijo que la grabación del diálogo entre el piloto y los controladores se había perdido, cuando en realidad esta grabación nunca existió, porque no hay equipo de grabación en este aeropuerto.
El 27 de abril de 2007, hace más de un año, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) envió una nota al Director Ejecutivo de AASANA (Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea) para recordarle que en el aeropuerto de Cobija no “existía un equipo de grabación”.
“En cuanto a la sala de grabaciones, esta es una prioridad en los aeropuertos controlados. Es necesario que su administración tome los recaudos necesarios”, precisa la nota firmada por Javier García Soruco, entonces Director Ejecutivo interino de la DGAC.
Consultado el Director Técnico de AASANA sobre esta deficiencia, que además incluye a otros aeropuertos como Guayaramerín, Riberalta, San Borja y otros, respondió que el 10 de abril de 2008 comenzó el proceso de compra de la “grabadora aeronáutica de voz”, con un mínimo de ocho canales.
El accidente del Lloyd Aéreo Boliviano ocurrió el primero de febrero de 2008, y el 26 de marzo, el Departamento de Ingeniería Electrónica de AASANA solicitó la compra de la grabadora de ocho canales, y otros equipos, como el faro de aeródromo y la pistola de señales luminosas.
En este contexto, el Director Técnico de AASANA afirmó que la falta de la grabación de la torre de control se puede subsanar, en el proceso de investigación del accidente del avión del LAB, con la grabación de la denominada caja negra de la aeronave.
Sin embargo, las normas aeronáuticas precisan que para habilitar los aeródromos, públicos y privados, se debe cumplir una serie de requisitos, entre los que obviamente figura la pistola de señales, el faro de aeródromo y la sala de grabación.
La grabación no sólo está vinculada con el diálogo entre el controlador y los pilotos de las aeronaves, sino con la absoluta dedicación al trabajo, porque podría ocurrir que justo cuando el controlador está desarrollando sus tareas recibe una llamada de su domicilio, y por atender ésta se distrae. En consecuencia, este equipo es parte de la seguridad aeronáutica.
En el inciso “b” de la justificación del departamento de ingeniería electrónica de AASANA, para la compra de ayudas visuales para el aeropuerto Aníbal Arab Fadul de Cobija, se precisa que este aeropuerto no “tiene faro de aeródromo y pistola de señales luminosas”, además del equipo de grabación.
Cuando un herido llega a un hospital, con múltiples fracturas, la posibilidad de que sobreviva es mínima, pero no por eso el médico que lo opera se debe olvidar de lavarse las manos o usar guantes desinfectados. De manera similar, un accidente aeronáutico no se impide con el uso de una grabadora, pero incluso así, nadie puede dejar de cumplir la ley, sostuvo un experto en la materia.
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